Capítulo 21: "Como antes"

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Némesis.

No me sorprendieron las palabras de Rami Malek hacía mí, me sorprendió el efecto que tuvieron en mí. Él no era igual que Sami, y nunca espere que llegara a perder la paciencia conmigo después de todo.

Comencé a llorar en cuanto entré en la casa, y nuevamente no sé por qué lloraba exactamente, muchos recuerdos del pasado me invadían después de hablar o estar cerca de Rami. Lloraba por todo lo que estaba pasando y por lo que había pasado. Pensaba que cada vez me volvía más fuerte emocionalmente, pero era todo lo contrario. Ya no podía más.

Al día siguiente, me negaba a irme a la escuela con Rami Malek, por lo que quise salir muy temprano de casa, me lleve una sorpresa al ver su auto aparcado en la entrada. Suspiré, decidí no hacer una escena más y me subí si decir una palabra, en cambio, él si habló al momento que estuve dentro.

—Hola—saludó y lo ignore—Lamento mucho lo de anoche. Nunca debí seguirte, fue muy inmaduro—no contesté—Te compre algo—me extendió una caja de chocolates rellenos de cereza, los cuales eran mis favoritos—Suzie me dijo que eran tus favoritos—comentó. Tomé la caja sin decir nada.

En seguida, condujo en silencio hasta la universidad. Al aparcar frente a ella, bajé con mi bolso y la caja sin despedirme. Caminé a la entrada, y, me pare justo alado de un bote de basura donde, tiré la caja de chocolates. Reanude mi marcha al edificio y entre en seguida a mi primera clase.

Pasaron dos horas y después, fui a almorzar con Marie a la cafetería, quien, no paro de sorprenderse mientras le platicaba lo que había sucedido anoche, lo único que no le sorprendió, fue la actitud de Richie.

—Debí advertirte sobre Richie. Siempre suele hacer eso, invita a salir a chicas, las usa una noche y luego las bota.

—Pues realmente sabe fingir bien. Al inicio de la cita fue todo un sueño, pero mi objetivo solamente fue darle celos a Rami—expliqué.

—Y funcionó.

—Sí, aunque no esperaba que me siguiera.

—Debes tener cuidado con él, Nem, quizá es peor que Sami y aparenta bien.

—No creo que sea malo, Mar, solo tiene algunos problemas de ira, aun así, no olvidaré mis planes de venganza—espeté totalmente convencida.

El timbre de regreso a clases se escuchó a lo lejos, por lo que nos incorporamos y nos dirigimos hacía el pasillo, donde en un momento, Bianca saltó sobre mí, sonriente, y con la caja de chocolates que había tirado a la basura esta mañana.

—Vi que se te cayó esto que te regalo tu novio esta mañana—exclamó. Cole y Richie se encontraban detrás de ella a unos metros. La cara de su hermano estaba algo hinchada y el labio lo tenía roto. Dudaba que Cole supiera lo que realmente había sucedido.

—Gracias—espeté fingiendo una sonrisa y tome la caja.

—Debo decirte, que me alegra que tengas novio, pues me dejas el camino libre con Cole, creo que así dejarás de ser como una sombra para él—dijo sin dejar de sonreir de igual forma que yo.

—Que gusto, pero no creo que seas su tipo—su sonrisa se borró—Marie es más su tipo—ella le lanzó una mirada.

—Nadie nota a esa sabelotodo.

—Sé que es duro de procesar para tu pequeño cerebro, los chicos como Cole no se fijan mucho en el físico, sino en cuantas neuronas tienes en la cabeza.

—Te crees muy lista, ¿verdad?—se acercó amenazantemente hacía mí.

—Contigo no tengo que creerme, lo soy sin esfuerzo—se enfureció—Hasta una ardilla sería más inteligente que tu—de pronto me empujó hacía los lockers y la caja de chocolates cayó de mis manos y se impactó contra el suelo. 

Los chicos que se encontraban al fondo, corrieron al ver aquella acción.

—No la toques, Bianca—pidió Cole colocándose en medio de las dos.

—Tranquilo, amigo—exclamó Richie—Si no quieres problema no le hables así a mi hermana.

—Pues que la deje tranquila.

—Ella nunca te va a hacer caso, Cole—masculló la pelirroja—No después de la noche que pasó con Richie.

—¿Cuál noche?—preguntó y luego me miró.

—Ayer tuvimos una cita—explicó Richie—Y tuve algo que tú nunca obtuviste todos esos años que te la pasaste rogándole—Cole no quiso escuchar más y le dio un puñetazo en la cara, haciendo que su antigua herida se abriera y comenzara a sangrar.

—¡Basta, Cole!—lo empuje—Está mintiendo. Nada pasó entre nosotros—grité.

—¿Cuántas veces me dijiste lo mismo de tu profesor? Ya no te creo ni una sola palabra, Némesis—dijo con tanta decepción, que logró herirme.

En seguida, Richie no se quedó sin responder el golpe, y se abalanzó sobre él, golpeándolo de la misma forma. Cuando los alumnos comenzaron a acercarse a ver el espectáculo, llegó el rector y los separó. Los llevó a la dirección unos minutos, y mientras Marie y yo esperábamos afuera por Cole le dije que era su oportunidad.

—Toma un botiquín y ayúdalo a limpiarse—le aconsejé. Ella asintió, se fue hacía un salón y luego volvió con un botiquín de primeros auxilios. Cuando ambos salieron me marche antes de que el rector o ellos pudieran verme. Observé como Mar y Cole entraban a una aula vacía y ella se dispuso a limpiarle el rostro. La escena me recordó vagamente a la que había compartido con Rami, donde decía acertadamente que yo había sido lastimada, solo que no sabía que había sido por su hermano.

En la hora de salida, tampoco tuve oportunidad de irme sola, pues Rami ya estaba en la entrada del edificio cuando salí. Sin rezongar, me subí al auto y no le hablé. El me miró unos segundos.

—¿Qué tal tu día?—preguntó y me encogí de hombros en forma de respuesta—¿Sigues molesta?—cuestionó evidentemente—Vi que tiraste los chocolates—asentí con la cabeza sin mirarlo todavía. Soltó un suspiro y arrancó el auto.

Cuando llegamos a casa, me baje antes de que apagara el auto y me dirigí a la entrada.

—¡Némesis, espera!—lo ignore y seguí caminando a la entrada—Maldita sea, ¿podemos hablar?—paré, giré sobre mis talones y lo miré.

—¿Qué puedo hacer para que me perdones?—replicó.

—¿Para qué quieres que te perdone?—pregunté confundida.

—Porque quiero que todo vuelva a ser como antes. Ya comenzábamos a llevarnos bien y yo... metí la pata.

—No necesitamos llevarnos bien, no necesitas pedirme perdón, y nada nunca volverá a ser como antes, por lo menos para mí. Tú puedes seguir con tu vida perfecta, puedes becar a alguien más, no me importa...--de repente, fui interrumpida con el roce de sus labios con los míos, los cuales me besaron durante unos segundos, mientras sus manos me sujetaban las mejillas. Pronto cerré mis ojos, que se encontraban abiertos del asombro y me deje llevar por la sensación que recorrió p mi cuerpo ante el movimiento de su boca y de su lengua sobre la mía. Exquisito. 

Ella será amada 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora