Capítulo 3: "¿Tu me amas?"

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Octubre 2017

Mi respiración agitada se escuchaba por toda la habitación, pues a esta hora no me preocupaba que alguien nos escuchara. Era la hora del almuerzo en el internado, y todos los maestros estaban en la primera planta, y barullo de chicas era lo único que escuchaban.

Cuando el encuentro hubo terminado, caí con cansancio sobre su pecho transpirado. Espere unos minutos para aliviar la tensión de mi cuerpo y regular mi respiración. Luego me incorporé y lo besé. Me levanté de la cama y comencé a colocarme mi ropa.

-Me encantan estos encuentros durante el almuerzo-dijo Sami. Reí colocándome mi sostén,

-Te gusta el peligro tanto como a mí-coloque mi blusa, luego mi ropa interior junto con mi corta falda.

-Me podría celoso por tu falda si hubiera chicos aquí, pero disfruto verte con ella, y sin ella-sonreí y lo abrace cuando se sentó sobre la cama, colocándose sus pantalones.

-Disfruto que me mires-nos besamos.

Peine mi cabello mientras él se cambiaba, para evitar por completo el aspecto de recién... ya saben.

Salí de la habitación antes de él sin preocuparme, ya que nadie debería encontrarse en aquellos pasillos durante ese lapso de tiempo. El error fue que Sami salió casi detrás de mi, y al final del pasillo, se encontraba una chica, la cual parecía que buscaba a alguien. Al vernos, se sorprendió.

-Oh, no-exclamó Sami.

-Yo arreglo esto-murmuré hacía él, y me acerque a la chica con velocidad.

-¡Hola! ¿Buscabas a alguien?-pregunté una vez que llegue con ella. Parecía inofensiva. Primer año, podía apostarlo.

-Buscaba al profesor Malek, el director lo llama-explicó un poco apenada. Lo que pensaba era lo que realmente había pasado.

-Iré en seguida-dijo solamente y se marchó escaleras abajo.

-Las alumnas no pueden subir aquí-dije.

-Lo sé, pero escuche ruidos-trague saliva-Y ya había buscado por toda la escuela-bajó los ojos. No era como las chicas de aquí, realmente era tímida y reservada.

-¿Qué escuchaste?

-No sabría cómo explicarlo, pero... no diré nada. Eres la hija del director y...

-¿Me tienes miedo?-asintió levemente-Con esto yo tendría que temerte a ti-se encogió de hombros-¿Cómo te llamas?

-Marie.

-Bien, Marie. No tienes por qué temerme, me agradas. Se ve que eres leal con tus amigas.

-No tengo muchas amigas.

-No lo creo. Pero ya me tienes a mí como amiga. Si eres capaz de guardar mi secreto, puedes compartir los tuyos conmigo. Podríamos ser como hermanas, ya que yo tampoco tengo muchas amigas en este basurero-sonrió muy poco.

-Soy Némesis-me presenté.

-Lo sé.

-Te invito a almorzar a mi casa después de clase.

-Espera, ¿tú no duermes aquí?

-No. Vivo en una mansión a un kilómetro, y me agradaría tener compañía, además, podría platicarte mejor lo que viste-ella se sorprendió.

*****

Pasaron algunos meses y Marie y yo nos hicimos grandes amigas. Sorpresivamente al inicio era muy tímida, pero cuando se formaba un ambiente de confianza, era muy divertida, y teníamos muchas cosas en común.

Al contarle como habían sucedido las cosas con Sami, suspiro igual que yo ante tal historia de amor. Y ella podía ver en mí rostro lo enamorada que estaba de mi profesor.

Nuestra amistad nos ayudó mucho a ambas, ella aumento su confianza en la escuela, y yo no lo sabía, pero ella era acosada por algunas chicas de último año, cosa que seso cuando la vieron conmigo, y ella me cubría cuando salía de noche con Sami.

Mi padre igual estaba feliz de que tuviera una amiga, por lo que cada noche, venía a casa con nosotros. Se había convertido como una hermana para mí.

Nos divertíamos tanto juntas. Nunca había tenido una mejor amiga, con quien ver películas, comer comida chatarra, maquillarnos, pintarnos las uñas o medirnos ropa. Aquello lo hacíamos cada sábado en la noche. Pues ya no miraba a Sami los fines de semana. Me comento que su madre enfermó e iba a verla a Los ángeles cada fin.

Este sábado en particular, Marie y yo hicimos karaoke en mi habitación y comimos pizza. Podíamos hacer el ruido que queríamos, a papá no le molestaba y tenía una oficina a prueba de ruido. Lo único que nos interrumpió, fue el sonido del timbre de la puerta principal. Ambas bajamos y al abrir, nos encontramos con Cole. Yo ya los había presentado hacía tiempo, y al parecer a Marie le gustaba, pero mi amigo era lo suficientemente idiota para no notarlo.

-Oh, vaya. Noche de chicas-comentó riéndose y viéndonos con nuestras pijamas y sombreros en la cabeza.

-Karaoke. ¿vienes?-le pidió Marie.

-Me destrozarán, canto pésimo.

-Oh, vamos-insistí-Tenemos pizza.

-Está bien-acepto de inmediato, y mientras subíamos a mi habitación, recibí una llamada de Sami, por lo que retrocedí hacia la sala y salí al jardín a contestar.

-Hola, cariño. ¿Cómo está tu madre?-pregunté al contestar y me senté en el escalón de la entrada.

-Ya mejor, cariño. Le hace bien verme aquí a su lado-contesta algo cansado.

-Lo entiendo. Qué bueno que hagas el esfuerzo de ir a verla cada fin de semana, y a cualquier madre le pondrá bien ver a su único hijo.

-Te extraño, amor. ¿Qué estabas haciendo?

-Noche de karaoke en casa con Marie, y justo llego Cole.

-¿Estará la noche con ustedes dos solas?

-Creo que le gusta a Marie.

-No me gusta que vaya muy seguido a tu casa.

-Tranquilo. ¿no escuchaste? Marie y él.

-No. Dijiste solo Marie, él quizá siente algo por ti-me reí.

-Por supuesto que no.

-He visto cómo te mira.

-Es mi mejor amigo.

-Me gustaría que no le hablaras más.

-¿Qué?-exclamé extrañada.

-Me sentiría más tranquilo. Para él estas soltera, y siempre piensa que tiene oportunidad, ¿Qué tal si intenta algo?

-No pasará. Confío plenamente en él.

-No sé, Némesis-reprocha.

-Oye, que feo que me llames así por mi nombre-reclame sin estar molesta de verdad. Suspiró e imagine que rodó los ojos.

-Yo solo te amo a ti-guardó silencio unos segundos. Nunca le había dicho que lo amaba, y esperaba que con eso, se le pasara su disgusto y confesara que me amaba también.

-Entonces, si me amas lo sacarás de tu vida.

-¿Tú me amas?

-Sí-contestó con sequedad.

La respuesta y su forma de hacerlo, no me llegaron al corazón, pero me convencí de que sí lo hacía.

Ella será amada 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora