Capítulo 24: "El primero"

149 13 10
                                    

Rami. 

El día posterior a la cena con mi hermano y su familia, la cual fue un tanto extraña, llevé a Némesis a la escuela, y en seguida, me dirigí a mi trabajo. Estuve alrededor de unas dos horas filmando, y luego, Ben me llamó para salir a almorzar.

—Hola, amigo—me saludó en cuanto me senté frente a él en la mesa del restaurante—¿Qué tal la cena?

—Bien. Un tanto extraña. Caí en cuenta después que Kristen y Sami estaban algo raros.

—Quizá Kristen esté embarazada de nuevo.

—Tal vez.

—¿Se sorprendieron a ver a Némesis?

—Bastante cada uno, Kristen hasta tiro la ensalada—Ben se rio.

—No creyó que superaras a Lucy tan rápido.

—Por cierto, tocaron ese tema en la cena, fue muy incómodo.

—¿Aún no le dices a Némesis?

—No quiero que lo sepa. De verdad quiero olvidarlo.

—Pero es la razón por la que están juntos ahora.

—Eso es lo importante ahora, y debo confesarte amigo, que soy muy feliz con ella—sonreí.

—Me alegra, amigo, y de nada—sonrió y cruzo los brazos recargándose en su asiento.

—¿Por qué?—me extrañé.

—Yo trate de emparejarlos antes de eso.

—No es cierto—reí—Tú la querías para ti, y en ese caso lo lamento.

—No, no, ¡para nada! Bueno, quizá al inicio, pero cuando vi su conexión me dije que ustedes debían estar juntos—negué con la cabeza riendo aún, sin creerle demasiado.

—¿Y ya lo hicieron?—preguntó.

—Por Dios, amigo, no—respondí.

—¿Ella había tenido novio antes?

—No lo sé—respondí pensativo—No lo creo.

—¿Crees que sea virgen?

—No lo he pensado.

—A mí me da la impresión de que si, y quizá seas el primero—me reí.

—Cállate ya, pervertido.

—¿Rami?—nombró una voz femenina a nuestro lado. Al levantar la vista, me sorprendí al ver de quien se trataba—Hace tiempo que he querido hablar contigo pero rechazas mis llamadas—me levante de mi asiento.

—¿Qué haces aquí, Lucy?

—Solo quiero hablar, y saber si podemos arreglar las cosas.

—Ya hemos hablado, y no hay nada que arreglar—dije con tono duro—Y no deberías estar ni a un kilómetro de mí.

—He quitado la orden de restricción. Me di cuenta que estuve mal—me tomo del brazo.

—Si no te vas, tendré que irme yo—miré a mi amigo, quien se levantó en seguida y camino detrás de mí a la salida del restaurante.

—Diablos, amigo—exclamo Ben mientras caminábamos por la acera—¿Es en serio que quiere volver contigo después de lo que hizo?—apreté los ojos, pronto los recuerdos me invadieron. Las imágenes de ella, el rostro de mi mejor amigo, yo convirtiéndome en una bestia, y luego, sangre salpicada en mi ropa.

—Me duele más la traición de Dan—externé.

—¿Él no ha tratado de localizarte?

—No, porque sabe que si lo intenta, lo mataré a golpes.

—Espero estar ahí para evitarlo de nuevo, no quiero verte en la maldita cárcel, Rami. Tu vida acabaría—exclamó preocupado.

—Lo sé—lo miré—Pero ahora estoy bien, Nem me hace bien—sonrió.

***

Antes de las tres de la tarde, ya estaba esperando a Nem fuera de la escuela, cuando salió aquel chico que me golpeo el otro día. Tenía que admitir que me entraba una curiosidad por saber quién era la persona con la que ambos me habían confundido, y Nem nunca quería hablar de aquello, por lo que vi una oportunidad cuando el chico se acercó a mí, tranquilo, a diferencia de la última vez.

—Solo quería disculparme por haberte golpeado el otro día—dijo a través de la ventanilla de mi auto—Tengo que aceptar que Nem te eligió y no puedo luchar contra lo que ella quiere.

—Gracias—dije algo sorprendió ante su actitud.

—Pero te lo advierto, si le haces daño, te romperé la cara en varios pedazos—amenazó

—No tienes de qué preocuparte. ¿Ustedes estuvieron juntos antes?

—No, solo somos amigos—dijo, pero en su rostro se notaba que sentía algo más que amistad por ella, cosa que no quise preguntar para no hacerlo sentir mal.

—¿Cómo te llamas?—quise saber.

—Cole—contestó.

—Un placer, Cole, soy Rami—le extendí mi mano y la tomó.

—¿Tu nombre no era Sami?—preguntó confundido.

—Ese es el nombre de mi hermano gemelo, ¿lo conoces?—se quedó callado un momento con la misma expresión, hasta que apareció Némesis por detrás.

—¿Todo bien?—preguntó.

—Sí, cariño—contesté. Él la miró un momento pero no dijo nada, se despidió de él y luego subió al auto. El chico se quedó paralizado en el mismo sitio mientras nos alejábamos. 

Ella será amada 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora