Rami.
Me sentía terrible. Sentía que había arruinado todo por una estupidez. Tan ponto terminó nuestra discusión y volví a casa tuve miedo de perderla. Tuve miedo que ella dejara de quererme y que todas esas palabras fueran en serio. Tuve miedo de que me dejara o que justo ahora estuviera buscando consuelo en los brazos de alguien más. Así que trate de arreglarlo lo más pronto posible. Cayendo la noche, salí a comprar unas flores y algo de cenar para llevarle.
Al llegar a la cabaña todas las luces estaban apagadas. Pensé en que quizá estaban dormidas y no quería molestarlas, pero al mismo tiempo no quería dejar pasar esta noche sin arreglar lo que pasó. Toque la puerta despacio un par de veces. Al no obtener respuesta rápido, toque un poco más fuerte. Un ruido se escuchó dentro y una luz se encendió.
—Cariño, soy yo, Rami—hablé temblorosamente al ver inmóvil la puerta. Pasó un segundo y ella apareció con el cabello revuelto, un pantalón suelto negro y una blusa del mismo color. Su rostro estaba más tenso que adormilado. Tenía la respiración algo agitada, e imagine que había corrido desde la cama a abrir la puerta.
—Lo lamento tanto, Nem, las cosas que dijimos... lo que yo dije... no eres una niña, eres madura e inteligente. No soy tu padre pero me preocupo por ti y quiero lo mejor para ti. Ese es mi único propósito ahora, y claro que no me arrepiento de estar contigo. Eres lo más bonito que me ha pasado en la vida—confesé con más honestidad que en toda mi vida.
—Oh, Rami—murmuró sin aliento. Se acercó a mí y me besó—Yo también lamento lo que dije—acarició mi mejilla—Eres lo mejor que me ha pasado también. Te necesito ahora—masculló y volvimos a besarnos.
Luego, nos separamos y entre en la cabaña. Dejé las cosas sobre el sofá de enfrente, y Nem volvió a besarme, se abalanzó sobre mí haciéndome caer de espaldas al otro sofá. Se sentó a horcadas sobre mí mientras nos besábamos.
—Cariño—articulé entre beso—Suzie está en la otra habitación—se separó y me miró.
—Tengo una idea—se levantó y me jalo de la mano hacia afuera. Cerró la puerta de la cabaña y se dirigió al lado izquierdo de la casa. Ahí, se encontraba un jacuzzi cubierto por una tela. Ella la quitó. Presionó un botón a un costado y esta comenzó a llenarse de agua.
—Aquí nadie nos escuchara—espetó y prosiguió a desvestirse, incitándome con la mirada a que yo también lo hiciera.
Fueron cuestión de segundos para que ambos estuviéramos sumergidos en el agua completamente desnudos. Lo siguiente que sucedió, fue como si de un sueño se tratara, pues aquello solo se veía en las películas.
—Te amo, Nem—confesé mirándola directamente a los ojos, mientras quitaba un mechón de cabello mojado sobre su rostro. Ella me miró con atención y en silencio unos segundos.
—Yo también te amo—sonreí enormemente, pues sentía una felicidad inmensa, tanto, que parecía que mi pecho no lo soportaría.
****
Pasaron algunos días y Nem se dispuso a estudiar para su examen, aunque no necesitó de mucho tiempo, debido a que tenía muy buena memoria. El día del examen yo la acompañe y la espere en el pasillo solitario y silencioso, pues era sábado por la mañana, el edificio estaba vacío. Cuando ella salió, fuimos a desayunar a un lugar muy agradable, y mientras comimos unos deliciosos wafles reíamos y conversábamos divertidos.
Por la tarde, pasamos las horas en su casa viendo películas en el sofá y por la noche, salimos los tres a la feria de la ciudad. Al llegar, Suzie se emocionó mucho con los juegos mecánicos y los premios en los juegos de azar. La comida y las luces de colores la dejaron maravillada.
Mientras ella miraba y se subía a los juegos con su oso de peluche ganado, Nem y yo caminábamos detrás de ella con las manos entrelazadas, como si fuéramos sus padres.
—¡Carritos chocones!—gritó Suzie al verlos. Corrió hacia ellos y la seguimos. Yo pague su boleto y Nem y yo nos quedamos afuera cuidándola con la mirada, hasta que alguien, la llamó detrás de nosotros.
Al girarnos, nos encontramos con un hombre algo mayor, quien, parecía conocerla muy bien.
—Que gusto me da verte, después del funeral de tu padre las cosas se pusieron locas—comentó él después de saludarla con un abrazo. —Profesor Malek, un gusto verlo de nuevo—dijo hacia mí y estrecho mi mano, la tomé con confusión y sin saber que contestar.
—Muy locas. Pero pronto volverán a la normalidad—intervino Nem—Entre a la universidad en la carrera de educación para poder seguir con el trabajo de mi padre.
—Me alegra que honres su memoria. Él era un gran hombre y un gran padre.
—Sin duda alguna. Muchas gracias por sus palabras y por su apoyo. Salúdeme a su esposa—ella le estrecho su mano y él se despidió alejándose con una sonrisa. Miré a mi novia algo pensativo todavía.
—¿Por qué me llamó profesor?—pregunté. Ella entre abrió los labios sin saber que decir.
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Ella será amada 《Rami Malek》
Fiksi PenggemarSami y Némesis tienen un romance apasionado que solo termina en tragedia y traición. Años más tarde el destino le pone en su camino a Rami Malek, quien se convierte en su vía para vengarse y para volver a enamorarse. ¿Cuál será el precio de su veng...