Capítulo 54: "Mi último aliento"

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Némesis.

Cuando la luz lastimo mis ojos, tuve que apretarlos durante mucho rato y taparlos con las palmas de mis manos. Estaba desesperada por ver donde me encontraba y quien me había tomado desprevenida. Lo único que sabía fue que eran dos personas las que me interceptaron, me tumbaron en un asiento trasero y condujeron un largo rato, luego, me jalaron hasta un lugar y me tiraron de rodillas al suelo. Quitaron la manta que cubría mi cara y una luz amarilla alumbraba el lugar.

Cuando abrí los ojos y vi a los responsables, quede tan sorprendida, y un miedo inmenso recorrió todo mi cuerpo.

—Hola, linda, ¿me recuerdas?—dijo Lucy hacia mí con una sonrisa descarada.

—Claro que sí—hablé con voz temblorosa—Eres quién engañó a su novio con su mejor amigo y aun anda como perra faldera detrás de él—la otra rubia soltó una carcajada mientras Lucy transformaba su cara de satisfacción a molestia.

—Y tú—continúe hacia Kristen—Eres una estafadora y manipuladora a la que su esposo nunca amó—su risa se esfumó. Trataba de ocultar mi miedo haciéndome la fuerte, no quería mostrarles signos de debilidad, aunque estaba segura de que si Kristen quería hacerme daño físicamente, lo haría sin dudarlo.

—Fue tan fácil traerte aquí. Siempre has sido una presa fácil para mí—comentó Kristen.

—¿Y cuál es su plan? Son tan patéticas, pensar solamente que los gemelos Malek me quieren a mí, las hizo tomar esta absurda decisión de secuestrarme. Bravo, Kristen, otro crimen que aumentarle a tu lista de búsqueda—hablé sin pensar. Ella se acercó a mí, se hincó y me tomo del mentón con brusquedad.

—Tienes suerte de que no te amordace, estúpida. —Murmuró— Yo solo quiero a mi hijo. Sami Malek ya no me interesa. En cambio, Rami tiene ahora lo que yo quiero y necesito. Ya lo he llamado—abrí los ojos—Aquí sabremos si de verdad te ama, si te elige, me devolverá a Jack junto con dos millones de dólares para largarme muy lejos y hacer mi vida, y tú... bueno, no sé qué hará Lucy contigo, porque ella sí que quiere a Rami—me soltó con brusquedad y se levantó—Nos hemos estado preguntando qué es lo que ambos te vieron, eres solamente una niña insípida, no tienes gracia, ni talento. No eres nada—escupió a mi lado. Lucy se rio.

—¿Y mi padre? ¿Ya te olvidaste de él?—exclamé con dolor—Eres una maldita asesina—me levanté sujetándome de la pared—No permitiré que escapes de nuevo, y si acaso lo haces, te perseguiré, te buscaré por mar, tierra, y yo misma te mataré—se rio.

—¿Estás amenazándome? No puedes ganarme. ¿No lo entiendes? Ya tengo todo medido y listo.

—Claro, siempre tienes un plan.

—Te estoy dando tu última oportunidad. Rami vendrá por ti y me dejará irme con Jack. Ya no me interesa lo que hagas con tu asquerosa vida. Yo haré la mía—la miré con mucho rencor.

—¿Por qué no la matamos y ya?—dijo Lucy. La miré sorprendida. Kristen la ignoró.

—¿Qué hay de Suzie y su padre?—pregunté, tratando de ganar tiempo y obtener respuestas.

—Ah, ya lo supiste, creí que jamás te enterarías, al final no me divertí tanto con eso porque Rami nunca te lo dijo.

—¿Divertirte?—reclamé con rabia y la sujeté del cuello. Lucy inmediatamente me apartó y me empujó, haciéndome caer al suelo de espaldas. Un horrible dolor en mi vientre me atacó. Me quejé, y pronto, sentí mi entre pierna como se iba humedeciendo a través del pantalón.

—¿Qué le pasa?—replicó Lucy. Kristen se inclinó frente a mí y desabrochó mi gabardina negra.

—Está embarazada—mascullo Kristen sin aliento.

—¿Es de Rami?—preguntó Lucy desesperada.

—No lo sé—dije con un jadeo.

—Por supuesto que lo es—recalcó la otra rubia aun con los ojos bien abiertos—Tienes creído a tu amigo que posiblemente sea de él—acertó pensativa, y su semblante cambió por completo, parecía estar un poco preocupada ante la situación—Solo estuviste una vez con él y usaron protección—la miré extrañada.

—¡¿Tu como sabes eso?!—reclamé furiosa y me retorcí. .

—Puse cámaras en su casa—confesó. Abrí los ojos de la sorpresa.

—¡Maldita loca!—grité y la bebé se movió. Solté un grito terrible—Aún no es tiempo, cariño—murmuré aspirando y acariciando mi vientre.

—Tu fuente se rompió. Ya es tiempo—dijo Kristen—Tenemos que llevarte al hospital—la miré extrañada.

—¿Qué?—dijo Lucy atónita—Eso no era parte del plan—exclamó eufórica.

—El plan cambió.

—¿Y por qué no lo tiene aquí?—reclamó refiriéndose a la bebé.

—Puede desangrarse y morir.

—Mejor, ¿no? ¿No era eso lo que querías?

—Ella va a ser madre. y yo comprendo su dolor—grito fastidiada, mirándola con reproche—La llevaremos sí o sí, luego nos iremos—me tomó del brazo y luego las dos, me ayudaron al levantarme. Me subieron de nuevo al mismo auto y condujeron al hospital, mientras yo seguía gritando de dolor. Sentía como me desgarraban el cuerpo por dentro.

En ocasiones me costó respirar, fue hasta que llegamos al hospital, y un médico me atendió en seguida, que sentía como los pulmones se me cerraban a cada segundo.

Pronto me metieron a una habitación, me acostaron sobre una camilla y cortaron toda mi ropa para poder quitármela.

—¡Ya viene el bebé!, siga pujando—así lo hice durante unos minutos interminables. Cada que pujaba y sacaba el aire, los pulmones me dolían como si me pasaran una lija por ellos. No sabía cuánto tiempo más podría soportar ambos dolores. Hasta que dì el último empujón con todas mis fuerzas y mi ultimo aliento. 

Logré escuchar el llanto de la bebé antes de perder el conocimiento por completo. 

Ella será amada 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora