Capítulo 26: "Te quiero, Nem"

153 13 10
                                    


Rami.

Esta tarde, estábamos de regreso de la universidad directo a casa de Nem, cuando me invitó a almorzar, lo cual, acepte con gusto. Aparqué el auto en la entrada y la acompañe a la puerta. Entramos en la casa y ella fue directo a la cocina a preparar algo para Suzie antes de que llegara su maestra particular. Entre ambos preparamos unos deliciosos platillos que luego degustamos los tres sobres la mesa.

Unos minutos después, llegó la maestra, por lo cual decidimos salir para no distraer a Suzie en sus actividades del día de hoy. Nem y yo nos fuimos al muelle y nos sentamos observando un hermoso paisaje.

-¿Qué te pareció la cena en casa de mi hermano?-pregunté.

-Bien, se ve que son buenas personas-contestó con seriedad en su rostro, luego sonrió y dijo-Hoy es el cumpleaños de Cole, y hará una fiesta en su casa esta noche-comentó-¿Quieres acompañarme?-sonreí.

-Claro que sí-sonreí, y luego, recordé vagamente el último encuentro con ese chico-¿Èl conoce a mi hermano de antes? porque creía que mi nombre era Sami-la miré confundido, ella se sorprendió un poco.

-Quizá cambie los nombres cuando le expliqué que tú y yo salíamos-explicó.

-Le dolió el saberlo, te dije que le gustabas.

-Él ahora sale con Marie, mi mejor amiga.

-¿No crees que lo hace para olvidarte?

-Hemos sido amigos desde pequeños, yo nunca lo miraría de esa forma.

-Realmente no lo culpo-acaricie su mentón-Eres hermosa, y me alegra que lo haya aceptado-sonrió y nos besamos.

****

Más tarde, en punto de las ocho de la noche, volví a la cabaña después de haber ido a mi casa, a ducharme y cambiarme, para recoger a Nem e ir a la fiesta de su mejor amigo.

En cuanto la vi salir, quede tan impresionado ante su vestimenta, pues traía puesto un lindo y pequeño vestido negro sin mangas, el cual resaltaba perfectamente su figura delgada y curvilínea.

-Te ves increíble-externé una vez estando frente a ella. Sonrió un poco ruborizada.

En seguida, subimos al auto y nos dirigimos a la casa de Cole por la dirección que ella me iba dando. Al llegar, me sorprendí al ver una casa enorme, casi parecía una mansión. Los autos y la música abundaban afuera, por lo que aparque a una cuadra. Nos bajamos, y caminamos de la mano hacia la casa. Al entrar, el salón principal estaba abarrotado de gente, bebiendo y bailando. Llegando casi a lo que parecía ser el comedor, Nem se encontró con su amiga, y se saludaron alegremente. Detrás de él, apareció el chico, quien parecía tener una expresión molesta cuando nos miró. Nem le dio un brazo de felicitaciones, y nos quedamos un rato bebiendo con ellos. Las chicas se quedaron charlando un momento, mientras el chico y yo solo bebíamos uno alado de nuestras novias, cuando de repente, aparecieron dos chicos pelirrojos a saludar. De prisa, caí en cuenta de quien se trataba. Era el chico con el que Nem había tenido una cita, la cual terminó mal.

El pelirrojo me miró con odio, y luego le susurró algo al oído a Cole. De pronto, sentí que Nem me tomaba la mano y se despedía de su amiga.

-Iremos a bailar-le dijo y nos alejamos.

-¿Qué hace él aquí?-pregunté hacia mi chica.

-Es amigo de Cole. No supo bien lo que pasó aquella noche y yo no se lo he dicho.

-Deberías decírselo, para evitar un encuentro precisamente como este.

-Qué suerte que estás tú para cuidarme-me abrazó por el cuello y me besó.

Pasamos un largo rato bailando y bebiendo. Hacía mucho que no me divertía de esa manera en una fiesta llena de adolescentes, porque aunque no parecía, mi tiempo ya había pasado, pero a nadie le importaba eso.

Pronto, yo deje de tomar, pues debía conducir, sin embargo, a Nem se le subió el alcohol a la cabeza en seguida.

-Hay que irnos-mencionó después de besarme-Pero a tu casa-la miré sorprendida.

-¿Estás bien?

-Te deseo-dijo mirándome directamente a los ojos.

Lo siguiente que pasó, fue demasiado rápido. En un abrir y cerrar de ojos llegamos a mi casa, pues se encontraba cerca de la de aquel chico. Al entrar, Nem casi cae al suelo pero alcance a sujetarla con mis brazos.

-Creo que te llevaré a casa, Nem, estás muy ebria-me abrazo y me besó.

-No-negó mirándome-Mejor llévame a tu habitación.

En otro parpadeo, ya estábamos en mi habitación. Habíamos subidos las escaleras a brincos y tropezones, porque ella no dejaba de besarme en ningún momento. Solo se separó de mi para bajar ella sola el cierre de su vestido y deslizar la prenda por todo su cuerpo hasta el suelo, quedando solamente con la parte de abajo de su ropa interior negra.

Me quedé paralizado unos segundos, por lo que ella comenzó a arrancarme la ropa. Una vez sin ella, me tiró sobre la cama y comenzó a besarme por todos lados.

Era salvaje, y aquello me gustaba, aunque también me daba a entender que ya había estado con alguien muchas veces antes. Pronto la imagen de ella con alguien más, salió de mi mente al sentirla, y sus movimientos sobre mí me hicieron sentir en un viaje fuera de este mundo. La sensación y la calidez de su cuerpo eran algo que nunca había sentido. Su energía, su piel, su rostro, y su cabello me volvían loco.

Pronto tome el control de su cuerpo al cambiar de posición. Ver su rostro de satisfacción y sus ojos abiertos mientras me miraban, me hacía sentir nuevo, como alguien mejor.

-Más rápido-suplicó y reí.

Los próximos treinta minutos en aquella habitación, hacía mucho calor, y un ruido comenzó a resonar las paredes. Afortunadamente no tenía vecinos cerca que puedan quejarse o escuchar algo siquiera.

Cuando estuvimos a punto de terminar, Nem se puso encima de mí nuevamente, durante unos minutos. Luego, cayó exhausta a mi pecho agitado, y se mantuvo así hasta regular su respiración y la mía. No se movió en un rato más.

-Te quiero, Nem-murmuré. Ella no se movió y tampoco contestó, no pidia ver su rostro, entonces supuse que se había quedado dormida.

Ella será amada 《Rami Malek》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora