Némesis.
Presencie con los ojos bien abiertos, y en cámara lenta, como Sami se desvanecía hacia el suelo con una herida en su pecho que pronto se volvió intensamente roja. Intente sostener su cabeza para evitar que se golpeara contra el suelo. Nos miramos a los ojos cuando su cabeza y parte de su espalda descansaron sobre mis muslos. Él me miró con los ojos entre abiertos. Yo lo miraba sin poder creer lo que había sucedido. Sami se había sacrificado por mí.
—¿Aun dudas de que sigo queriéndote?—murmuró con voz débil y mi corazón se estrujó. Pronto, lágrimas incontrolables salieron por mis ojos..
—¿Por qué?—sollocé—¿Por qué dejaste que lo nuestro terminara como terminó?—hable dolida.
—Lo lamento—apretó los ojos—Ya lo estoy pagando, Nem.
—Hermano—susurró Rami acercándose a él, derramando lagrimas sobre su regazo. Sami lo miró.
—Lo siento, hermano. Debí decirte la verdad—luego me miré—Debí haber luchado por ti. Espero poder perdonarme a mí mismo antes de que ustedes puedan hacerlo—apreté su mano con fuerza.
****
Todo lo que ocurrió después, pasó tan lento para mi percepción, que sentí que Sami ya se iba de este mundo. Logramos llegar al hospital a tiempo y un médico lo atendió. Estuvo en cirugía alrededor de dos eternas horas. Durante ese momento, estuve con Cole y Marie en la cafetería. De pronto, Ben llegó con nosotros.
—Kristen escapó—habló, después de sentarse junto a Marie y soltar un suspiro hondo—Y Sami ya está estable pero está dormido. Rami está con él y sus padres—dijo y me mirò después—No creo que sea buen momento para que entres—asentí con la cabeza. El que Sami estuviera ahí en ese momento, era mi culpa. Lo que él hizo había sido un sacrificio, un sacrificio de amor.
Ahora que Rami sabia la verdad, no me quedaba duda de que no quería verme, menos en el estado en el que está su hermano. Podría estar que explotaba de ira, y en aquel estado, podía hacer o decir cualquier cosa, incluso a mí.
—Nos iremos entonces—dijo Cole. Los cuatro nos levantamos al mismo tiempo, y en seguida, Lucy apareció.
—¿Dónde está?—preguntó hacia Ben, pues fue al primero que miró.
—Habitación siete—cuando él le contestó, ella me miró, con los ojos enrojecidos—Todo esto es tu culpa—reclamó hacia mi—Rami no quiere verte nunca más, ¿sabes por qué? Porque él me llamó y me lo dijo todo.
—Lucy, estamos hartos de drama. Y eres la menos indicada para culpar a otras personas, así que si vas a ir a la habitación entra, sino, lárgate ahora mismo—arremató Ben hacia ella.
Me miró por última vez y se marchó.
¿Acaso yo había dañado más a Rami como para que la llamara y la necesitara más a ella? Me sentí una completa basura aquel día, y todos los días siguientes hasta ahora.
Ya habían pasado un par de semanas y yo me la pasaba en cerrada en casa de Cole. Sus padres estaban de viaje y él iba a la universidad la mitad del día, y la otra mitad que estaba conmigo, era una pesadilla, no él, sino yo. Sentía que estaba a punto de caer en una enorme depresión y Cole estaba cargando con todo ese peso solo.
Creí que ya no tenía mucho que perder, pero si, si lo tenía. Perdí al amor de mi vida, perdí lo único que me quedaba de mi madre. Incluso la salud de la que gozaba sin darme cuenta, ya que con el incendio, donde inhale mucho humo inconscientemente, mis pulmones quedaron gravemente dañados y me dolía a veces respirar, por lo que tenía que nebulizarme. Perdí el apetito también y tenía dolores de cabeza constantes, mareos y nauseas también.
Tenía días peores que otros, y algunos solo un poco mejores. Mi única esperanza, era volver a ver a Suzie algún día. Solo en eso me mantenía positiva. Solo eso me importaba ahora.
Más días pasaron y todo seguía igual. Hasta que ahora, Cole salió temprano de la universidad con una buena noticia.
Él entró en la habitación mientras me hallaba sentada en la ventana viendo al jardín. Tenía mi aparato nebulizador encendido y la máscara sobre mi boca y nariz sostenida con mi mano izquierda.
Se acercó y se sentó frente a mí sobre la cama, extendiéndome unos papeles con una sonrisa enorme. Apague el aparato y dejé la mascarilla, con confusión los tome.
—Oficialmente la mansión y el internado son tuyos—nombró antes de que abriera los papeles. Observe el sobre sobre mi regazo sin expresión alguna.
—¿Qué sucede?—preguntó preocupado.
—Marie tenía razón—solloce—Ahora que lo he recuperado, estoy sola—lloré.
—Hey, aún estoy yo—me abrazó y seguí llorando sobre su pecho.
****
Tardé varios días en poder volver a la mansión. Tan solo dar un paso en ese lugar, me hacía revivir viejos momentos, felices y tristes. Y cuando lo hice después de tanto tiempo sin sentirla completamente mía, fue muy extraño, y me cruzó por la mente vender la propiedad.
Yo ya no soy la misma chiquilla que vivía aquí, y tampoco la chica que hacia lo que sea por recuperarla. Ahora solo quería amor. El amor que tuve antes, que recibía y que yo daba.
Ahora que lo había recuperado todo, mi vida ya no tenía sentido. Estuve con ese pensamiento varios días, pero me levante por Suzie, quería verla devuelta, y darle todo lo que siempre se le prohibió. Así que fui al internado, erróneamente en busca del liderazgo, en algo que yo no conocía y no pude manejar.
—Lo siento, Némesis—espetó Nick, un viejo amigo de mi padre que fue uno de sus mentores y mano derecha hace algunos años—No puedes dirigir el internado sin experiencia, o sin un título universitario. Sé que eres muy inteligente y aprenderías rápido como es el trabajo, pero si el gobierno sabe de esto, podían demandarnos—explicó y lo entendí.
—De acuerdo, Nick. Confió en ti porque mi padre lo hacía y le has sido leal aún después de la muerte. Te cedo el mandato total del internado mientras yo me preparo para poder hacerlo yo misma—dije sin otro remedio.
—Aquí estaremos esperándote, chica—me sonrió con nostalgia y le respondí de igual forma.
****
Pasaron dos meses y mi salud cada vez empeoraba más. Cole no desistió hasta llevarme al hospital y hacerme unos análisis completos. Y mientras esperábamos en el consultorio por los resultados, Cole estuvo conmigo dentro en todo momento.
Unos minutos después, el doctor volvió con varios papeles. Mostro algunas radiografías de mis pulmones, los cuales habían mejorado un poco, lo cual no explicaba mi cansancio muscular.
—Tendrá que suspender sus nebulizaciones por cinco meses—comentó.
—¿Por qué, doctor?—preguntó Cole—¿Ya no lo necesita?
—Si que lo necesita, pero el medicamento es muy fuerte para su bebé. Oh, por cierto, felicidades, tiene tres meses de embarazo.
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Ella será amada 《Rami Malek》
FanficSami y Némesis tienen un romance apasionado que solo termina en tragedia y traición. Años más tarde el destino le pone en su camino a Rami Malek, quien se convierte en su vía para vengarse y para volver a enamorarse. ¿Cuál será el precio de su veng...