Vínculo

Capítulo 20

Kirishima alcanzó a su pareja en el baño, lo encontró sentado en el piso y con los ojos llorosos ante el esfuerzo de vomitar, se le veía cansado, se acercó y se agachó junto a él acariciando su espalda.

---¿estás bien?

---dime, ¿cómo podría estar bien?--- el menor se incorporó y jaló la cadena del baño, enjuagó su boca para quitarse el mal sabor pero aún parecía agotado, así que tenía las manos apoyadas en el lavabo, por un breve momento Kirishima alcanzó a recordar cuando su esposa Sakura esperaba a su pequeña Hiyo y no pudo evitar imaginar al oso en el mismo estado, las acciones eran las mismas, se acercó despacio a Yokozawa abrazándolo desde atrás, aquello no pareció molestarle a su pareja así que continuó así por un tiempo.

---oye... Yokozawa...

---¿¡ahora qué?!--- dijo con algo de fastidio ya cansado de toda la situación presente

---por casualidad... Solo por casualidad... ¿No estás esperando?--- la reacción fue inmediata, los ojos del peliazul se abrieron en sorpresa ante tal sugerencia, su rostro palideció y un escalofrío lo recorrió por completo, luego su mandíbula se apretó puesto que rechinó los dientes,  su cuerpo se tensó de inmediato y después de forma un poco brusca logró alejar al castaño.

---¿pero que mierdas estas diciendo? ¡¿Cómo se te ocurre decir tal estupidez!?--- Yokozawa salió del baño molesto, se acercó al resto que se encontraban en la sala algo preocupados por como se había retirado repentinamente, después de aclarar que se encontraba bien pudieron relajarse, aunque Yokozawa aún resentía los eventos recientes.

Tenía que estar listo, el día después de aquel  sería el juicio definitivo, donde quedaría claro el destino de los niños, y el de Fumiko, personalmente Yokozawa quería verla tras las rejas, sin posibilidad alguna de salir, pues era ella quien había destruido a su familia dejándola hecha pedazos, el tiempo no regresa, así que por mucho que ella halla manipulado a sus padres para mantenerlos lejos a él y a su hermana, ese tiempo no podría recuperarlo nunca, además, había dejado huérfanos de padre a esos dos niños que no tenían la culpa de nada, y Hisui. . . Hisui también había perdido a sus padres por causa de la ambición de aquella mujer, no podría perdonarla nunca.
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El día siguiente llegó y él ya estaba listo, todos los niños también, así que partieron todos juntos hacia aquel lugar que definiría sus  vidas a partir de ese momento.
Al llegar, Tazuki y Tsukiyo pudieron vislumbrar a sus abuelos paternos, y aunque no querían fueron a platicar con ellos gracias a la sugerencia de Yokozawa, fue un breve momento, no más de 20 minutos pero en ese tiempo parecieron arreglar las cosas, después ambos chicos fueron guiados a una habitación aparte, lejos de donde se  tratarían todos los temas involucrados; lo primero fue el juicio de Fumiko, quién después de todas las pruebas presentadas en su contra  fue hallada culpable de todos los cargos y condenada, no parecía arrepentirse de nada.
Hubo un breve periodo de descanso después de eso, donde Yokozawa se acercó a Kirishima, quién llevaba al bebé consigo, pero no podría quedarse, puesto que el bebé lloraba a ratos al no estar al lado de Yokozawa, pues éste se encontraba ocupando otros lugares y se hallaban separados. Para que Kirishima pudiera estar presente Takano se ofreció a cuidar del bebé mientras todo el proceso daba fin.
Lo siguiente fue decidir la custodia de los niños Yokozawa; que podrían  quedarse con Takafumi, con los padres de éste o pasar a un orfanato.
El tiempo les pareció eterno, pues había que argumentar y refutar, en varias ocasiones el juez tuvo que intervenir para calmar la situación, y Kirishima no entendía nada en absoluto, pues Yokozawa le había dicho que renunciaría a la custodia de los niños, pero estando ahí parecía sacar sus mejores armas para hacerse con ellos, peleaba por ellos cada cuestión tratada, poniendo mucho empeño en ello, mucho más de lo que él mismo hubiera llegado a observar durante las juntas para decidir los tirajes de los mangas en la editorial, no entendía y no sabía qué pensar, probablemente solo había cambiado de opinión y no lo  consultó con él.

Los más angustiados eran los niños, pues desde que todo inicio los tenían retenidos en una habitación aparte y no sabían nada de lo que ocurría ni lo que pasaría con ellos, tenían miedo, querían permanecer juntos, por nada aceptarían estar lejos el uno del otro, aquella idea era impensable, una persona no podía simplemente separar a una familia como si nada, no podían separar a unos hermanos, pues ellos encontrarían la manera de estar juntos otra vez. Pasó mucho tiempo desde que todo dió inicio y Tsukiyo aburrida, sin idea de lo que ocurría y cansada de esperar cayó dormida en uno de los sofás de aquella habitación, Tazuki cuidaba de ella pero se mantenía atento a la puerta, se mantenía atento porque alguien le diera al menos una pizca de información. Pero todo terminó sin que ellos supieran nada acerca de su futuro.
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Yokozawa salió del lugar junto a Kirishima para ir al encuentro de Takano, éste parecía ansioso por saber lo ocurrido y antes de poder pronunciar palabra Yokozawa se le adelanto sabiendo lo que iba a preguntar el azabache.

---perdí el juicio... Perdí la custodia de los niños...

---¿qué?--- Takano estaba que no se lo creía,--- ¿cómo que perdiste? ¿Qué es lo que va a pasar  con ellos? ¡Lo pensaste! ¡Porque parece que no! ¡¿No pusiste todo tu esfuerzo cierto?!

--- cálmate, Masamune...

---¿cómo quieres que me calme?---Yokozawa tomó al bebé en brazos, dormía pero la inquietud de Takano parecía querer despertarlo.--- ¿qué pasará con ellos?

---mis padres... Ganaron su custodia, así que está bien.

---te volviste loco...

---no, ellos van a estar bien... Además, ése era el plan.

---Yokozawa... ¿Estás bien con eso? ¿De verdad, te parece bien? No dije nada antes porque creí que estabas solo confundido pero creí que lo reconsiderarías.

---no estoy bien... Takano, pero, es lo mejor, sé que ellos estarán bien... Lo sé.

---...--- Takano ni Kirishima dijeron nada más, el oso parecía afectado ahora, parecía como si fuera a derrumbarse, pero Kirishima lo sostuvo, lo guió hacia unas bancas hasta que se sintiera mejor, ahora lo único que les quedaba era despedirse de los niños y desearles lo mejor.