Tiempo... Lo único que tenían era un poco de tiempo pero...
Ese tiempo parecía irse rápido de entre sus manos, y lo peor... Era el silencio. Después de los niños enterarse de su situación dejaron de comunicarse, hablaban solo lo necesario y Tsukiyo ignoraba por completo a Yokozawa, era así como habían pasado sus últimos días juntos.Yokozawa se encargó él mismo de decirles lo ocurrido a los niños, y pese a que Kirishima y Hiyori quisieron estar ahí para apoyarlo, éste se negó, conocía a ambos niños, sabía el carácter que cada uno tenía y era imposible negar que fueran unos Yokozawa, por lo que él sabía perfectamente bien a lo que podría llegar a enfrentarse.
Cuando Yokozawa les hizo saber, Tsukiyo pareció explotar, le lloró, le reprochó y le reclamó, pese a todo lo que el peliazul pudiera haber dicho ella hizo como si no le oyera, pero siguió pidiendo quedarse, llegó el momento en que, tal vez por la situación presente o por el miedo ella gritó a Yokozawa reclamándole como si él fuera su padre, incluso sin darse cuenta le llamó Ayumu. Yokozawa en ese momento se convenció de que dejarlos ir era lo mejor, pese al dolor que él mismo sentía, no podía enojarse con ella, ni con su hermano, porque ellos solo habían sido víctimas de la maldad de su madre, por lo que aceptó con calma cada palabra que le era dicha, sabiendo que en realidad eso no era lo que debía ser expresado. Tazuki lo tomó con más calma, dándose cuenta del porqué las cosas se habían vuelto de aquella manera, agradeció las atenciones del mayor para con él y su hermana y le pidió poder visitarlo en el futuro, cosa que no le fue negada.
Su partida sería días después, así que debían alistar las pocas cosas que habían llevado consigo y otras tantas que les habían comprado entre Kirishima y Yokozawa.
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El día llegó, Yokozawa subía en el auto las últimas cosas de aquellos niños, los padres de Yokozawa estaban listos para marchar, y antes de que todos bajaran habían hablado con su hijo, le prometieron cuidar bien de los pequeños, le prometieron no repetir los errores pasados y le prometieron visitarle de vez en cuando con los niños, aquello dejó tranquilo al peliazul, cuando terminaron de hablar se escuchó el sonido del elevador y de él vieron salir a Tsukiyo junto a Hiyori, a Tazuki y a Kirishima con el bebé en brazos, todos iban bien vestidos y arreglados, después de todo los Kirishimas querían despedir a los niños, y así lo hicieron. Salieron a comer a un restaurante, convivieron con más ánimo que nunca, se permitieron olvidar que pronto se separarían y Tsukiyo habló con Yokozawa cuando nadie les veía, cuando ambos se acercaron al área de juegos del lugar por pedido de la niña, ella no quería jugar, sólo quería un momento a solas con él. Aquella era su despedida, y sabía que no le vería en un tiempo, así que por eso se había armado de valor para hablar con él honestamente.---yo... He querido disculparme por... Como te traté aquella tarde...
---Pero...
---¡perdóname papá!--- la pequeña lloró, Yokozawa se agachó para estar a su altura y poder ver mejor su carita.
---yo no tengo nada que perdonarte Tsukiyo... Sé que estabas enojada.
---pero... Te dije cosas muy feas...
---solo no vuelvas a hacerlo... ¿De acuerdo?
--- está bien... Papá... Yo, ¿puedo venir a visitarte?
---por supuesto que sí, siempre serás bien recibida, sabes que te amo y que nada me haría mas feliz.
---¿de verdad? ¿Está bien entonces?
--- ya te he dicho que sí, Hiyo y Kirishima estarán contentos y Hisui también.
---¿no te olvidarás de mí?
---nunca podría, nunca, pero sé que estarás bien con tus abuelos... Quiérelos mucho ¿de acuerdo?--- la pequeña asintió y justo en ese momento llegaron por ella, era hora de partir, Tazuki se despidió de Yokozawa y subió al auto junto a su hermana y sus abuelos. Pero antes de irse, entregó a Takafumi un sobre con una nota:
"Encontré ésta fotografía entre las cosas de papá, quise dártela antes pero no supe como... O en que momento... Te la doy ahora... Muéstrasela a Hisui, él tiene que conocer a su padre, era muy bueno"
Yokozawa leyó el mensaje y aunque hubiera deseado agradecer, el auto ya se encontraba lejos.
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Cuando volvieron al departamento, sintieron que sobraba espacio, pero en realidad era que faltaban personas, ellos también empacaron sus cosas, era hora de volver a casa y devolver su departamento a Takano, aunque... Nadie creía que le molestara vivir más tiempo con el castaño de ojos verdes.
La habitación de huéspedes de la casa Kirishima fue arreglada y adaptada para el bebé, y Hiyo estaba encantada de dar su opinión acerca de como quedaría mejor, cada sugerencia era tomada en cuenta por los adultos y al final de la siguiente semana la habitación quedó lista.Yokozawa estaba cansado ese día, se había recostado en la cama de Kirishima mientras él preparaba la leche y le daba de comer al bebé, cuando Hiyo se asomó en aquella habitación pudo darse cuenta de que el mayor se encontraba a punto de dormir, cosa rara en él, pues siempre dormía después de que ella lo hiciera, por lo que creyó, que su mami estaba triste en realidad, y no se equivocaba, pues extrañaba a sus sobrinos, haciendo acopio de todo su autocontrol y astucia decidió acercarse pidiendo quedarse a dormir con él, argumentando que tenía miedo de dormir sola nuevamente, Yokozawa no se negó, pues era reconfortante para él, la recostó a su lado y la cubrió con las cobijas, pronto comenzaron a dormitar. Para Hiyo también era tranquilizador dormir entre los brazos de Yokozawa, no lo diría, pero en realidad, en su corazón estaba tranquila de no tener que compartir a su mami con otra persona que no fuera su padre y su hermano, y también estaba por supuesto su Sorata, las cosas estaban bien así para ella.
Cuando Kirishima entró a la habitación con el bebé pudo contemplar aquella hermosa escena que le regalaban su pareja y su hija, miró a su hijo durmiente y con cuidado lo dejó sobre la cama, a un lado de Hiyo para acostarse él también a su lado, que la cama fuera grande tenía sus beneficios.
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Por fin las cosas iban en calma nuevamente, Yokozawa regresaría al trabajo, y la madre de Kirishima cuidaría de Hisui al salir de la guardería, cuidaría de su nieta también un rato antes de que Yokozawa llegara a casa.Cuando Yokozawa volvió a la editorial pudo notar como su vecino también trabajaba ahí, aquello no hizo más que incomodarlo pero trataría de ignorarlo. Era su primer día después de un tiempo, por lo que sin demorarse demasiado se dirigió a su escritorio para comenzar a trabajar, al llegar algo llamó su atención, pues sobre su escritorio estaba colocado el sobre de una carta dirigido a él, cosa extraña, tomó asiento y sin pensarlo mucho la abrió.
"Quería ser el primero en darte la bienvenida...
Es por eso que te he dejado ésta carta...
Te ves triste...
Y alguien tan hermoso como tú no debería estarlo.
¿Podrías más tarde mostrarme una sonrisa?
¿Puedes?
¡Yo sé que puedes!
¿Lo harás?"
Sin darse cuenta había curvado los labios en una sonrisa, en ése momento Kirishima entró al departamento de ventas y lo notó.
---¡oh pero que sonrisa más bonita! ¿Ha pasado algo bueno?
---para nada--- de inmediato el oso guardó aquella carta en el cajón del escritorio manteniéndola lejos de la vista del castaño y centró su atención en Kirishima y en el trabajo que debía hacerse.
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Vínculo
FanfictionYokozawa es enviado por la editorial a una nueva sucursal, cuando por fin después de varios meses regresa... No llega sólo. Sino que se presenta a la editorial con un niño recién nacido.