Capítulo 22

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Los días transcurrían tranquilos, pero en la oficina seguían apareciendo día tras día y sin falta en el escritorio de Yokozawa  cartas  dirigidas a su nombre, una que otra rosa o flor de cualquier tipo e incluso podía llegar a encontrar  algún bocadillo para matar el hambre, su subordinado había notado las cartas y el cómo de alguna manera alegraban el día de su jefe, así que en ésta ocasión no le había comentado nada a Kirishima. Y Yokozawa aceptaba aquellos detalles, hasta que notó como éstos se habían acumulado en el cajón de su escritorio, por lo que aquella tarde antes de irse  los guardó en su portafolios con la intención de guardarlos en casa.

Salió de la oficina,  le había pedido a Kirishima que pasara él por los niños ya que tenía cosas que hacer, Yokozawa se encaminó hacia el centro comercial y compró un par de cosas antes de ir a casa, cuando llegó y checó el correo se sorprendió al darse  cuenta de que ahí en su buzón había una de aquellas  cartas, agradeció que Hiyo no estuviera ahí para verla, tomó la carta y se sentó en el sofá tranquilamente para abrirla.

“Estoy seguro de que el día ha sido pesado para ti.

Pero estoy seguro de que lo has hecho tan bien como siempre.

Sigues sorprendiéndome cada día más.

Así que ahora que estás en casa deberías relajarte y tal vez tomar un baño, te lo mereces.

Y por favor, piensa en mí aunque sea un poquito.”

Yokozawa parecía tranquilo y algo relajado, después volvió a leer aquella carta y una sonrisa apareció en su rostro, al final de las cartas o notas cortas siempre aparecía “tu mayor admirador”.  Cosa que le parecía graciosa pero lo dejaba pasar, eran las cinco así que se dirigió a su habitación y ahí con calma sacó todas las cartas que ya tenía y comenzó a ordenarlas por fecha, no le tomó demasiado tiempo, pues a pesar de que eran varias aún no eran demasiadas, las había sacado de los sobres y las había abierto completamente, colocó cada carta en fundas para documentos con la intención de preservar aquellas cartas más adelante y cuando estaba a punto de colocarlas en una carpeta de 3 anillos escuchó el ruido de pasos acercándose, se apresuró a llegar a la puerta y dejó ir todo su peso sobre ésta para evitar que alguien entrara, sin embargo no llegó tan a tiempo y la puerta estaba entreabierta.

---¿Qué pasa Yokozawa? Abre la puerta--- sonrió Kirishima.

---¡No! ¿Qué se supone que haces aquí?

---bueno, vivo aquí además, quiero descansar, déjame entrar.

---¡no! ¡Ve a descansar a la sala!

---¿Cuál es el problema con dejarme pasar? ¿Estás escondiendo algo?

---...--- Yokozawa no respondió y volteó a ver el desorden que había sobre la cama, las cartas aún estaban un poco esparcidas y las flores que él había dejado secar para su conservación también, de ninguna manera quería que Kirishima viera aquello.--- ¿qué ha pasado con Hiyo y Hisui? ¿Donde están?

---¡y aquí viene de nuevo! ¿No te cansas de hacer siempre las mismas preguntas?

--- ¿qué dices?

---siempre hablas de Hiyo, de Hisui, de Sorata, y si no, hablas de trabajo, alguna vez podrías preguntar por mí para variar.

--- te pedí que fueras por ellos, así que me supongo que no los trajiste contigo.

---no, están en casa de mi mamá, es gracioso, ella me pidió dejarlos ahí esta noche, ¿sabes?

---¡Tsk!

---oye, en serio, es muy extraño hablar contigo de esta manera, porque no abres la puerta, quisiera verte al menos si estamos hablando.

---¡no!

--- ¿escondes algo de verdad?

--- dame cinco minutos y abriré la puerta, lo prometo.

---Yokozawa--- habló serio--- ¿qué estás escondiendo? ¿O es que estás ahí con alguien?

---pero que... ¡Por supuesto que no!--- dijo comenzando a alterarse, y en el momento en que Kirishima sintió que el menor bajó la guardia empujó la puerta sólo con la fuerza suficiente como para hacerla ceder, Yokozawa no tuvo oportunidad alguna de frenar su entrada, por lo que cuando lo hizo se quedó estático al ver el desorden en su habitación.

---¿que se supone que significa esto?--- preguntó acercándose a la cama y tomando una que otra carta dentro de su funda. Se giró a ver a Yokozawa y ya éste se había quedado muy atrás recargado de una pared, muy pálido y algo asustado.

--- tú... No deberías haber visto eso...

--- ¿y porqué no? ¡Digo, si alguien se atreve a mandarle cartitas a mi amante por supuesto que me gustaría saberlo! Aunque a decir verdad, no sé porque conservas esto, de verdad me sorprendes, deberías solo haberlas tirado, y las estás guardando, que lindo de tu parte.

---...ni siquiera entiendo, porque te molestas, si fuiste tú el que me las mandó.

---¡oh!... ¿Estás seguro de que fui yo?--- Kirishima se acercó al menor peligrosamente y el menor sentía nervios y su corazón latir demasiado deprisa y demasiado fuerte.

--- Tú enviaste las cartas, las flores y los chocolates... No se porque te molestas ahora... Siempre fuiste tú... Por eso, quise conservarlas...

---ya, ¿y porqué yo no debería saberlo?

---¡porque demonios si tu ego ya es demasiado alto! ¡No tengo las malditas  intenciones de que te sigas sintiendo superior!

---oh, podrías solo decir que morirías de vergüenza al yo saber lo mucho que me amas y atesoras...

---¡como si pudiera!

---oh bueno, eso no cambia que me amas, pero yo también lo hago, te amo, así que todo va bien ¿no?

---idiota...

---si, si, ¡lo que digas! Ahora, ¿porqué no hacemos todo eso a un lado para demostrarnos nuestro amor?

---no, no quiero. Además dijiste que querías descansar.

---ya descansare después, así que vamos, los niños no están,---dijo ya besando su cuello, haciéndole difícil a Yokozawa negarse, cuando un gemido salió de sus labios, Kirishima asaltó rápidamente su boca invadiéndola por completo haciendo a Yokozawa bajar la guardia para luego ceder.

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