Parte 25

43 5 0
                                    

El americano lo miró fijamente con esos ojos apasionados, que el británico sabía muy bien lo que significaba, por eso, él fue quien procedió a besarlo, lo que hizo que ambos intercambien unos acalorados intercambios de besos sin que ninguno aparte la mirada del otro.
América: Ya no puedo más...
Inglaterra solo lo miró sorprendido, a lo que, tomó el cuerpo del inglés y lo tumbó sobre el sofá de la sala, donde comenzó a besarlo y a acariciar ese cuerpo que conservaba las marcas que había dejado en noches anteriores.
Procedió a desnudarle el torso y a repasar la figura del inglés con la lengua, para verificar que si en esos dos días de lejanía algo hubiera cambiado de su amante, al terminar veía la cara de excitación del inglés, lo cual reafirmaba lo que ambos sentían cuando se conectaban y alegraba al joven.
América se sacó el polo y comenzó a desabotonar como bajar la cremallera de un excitado inglés, lo que ponía más eufórico a la joven nación, quien comenzó a jugar con el miembro del inglés.
América: Dime Inglaterra,¿Tú te lo hacías sin mi ayuda?
Inglaterra: ¿De que hablas? (Sonrojado) No...yo no...
El americano sonrió de manera maliciosa y empezó a masajear el miembro del inglés con su boca.
Inglaterra: América no hagues esas cosas ( gemía).
América no hacía caso y seguía realizándolo, a lo que causaba que el inglés gimiera más hasta que se corrió.
América: Haré que dependas de mí para estas cosas (sonrió).
Inglaterra: Eres un idiota...
América: Pero amas a este idiota, ¿no es así?
Inglaterra solo se sonrojó y evito mirarlo, lo cual hacia feliz al americano, ya que, sabía como su amante era de tsundere.
América sin mediar palabras agarró la parte baja del inglés y lo penetró, con lo que le daba estocadas tras otra.
América mientras permanecía dentro del inglés - Te amo Inglaterra.
Inglaterra lo besó y exclamó te amo América.
Ambos se fundían en uno mientras hacían el amor en ese mueble del salón del británico, donde permanecieron recostados.

La fórmula para que te quedes a mi ladoWhere stories live. Discover now