AFTER "After"

CAPÍTULO 1 •Emery•

—¿No te has dado cuenta de como ha cambiado todo ahora? Nada es como antes Emery.

—Lo arruinaste todo Alex, fue todo tu culpa y quiero gritarte y mandarte a la mierda de una vez por todas pero no puedo, porque te quiero, te quiero más de lo que debería y se que no está bien y que debería dejar de perdonarte por todo lo que me haces porque eres una mierda, nadie me había tratado tan mal como tu—se me rompe la voz y empiezo a llorar.—Pero sabes que, que ya está, se acabó, no quiero volver a verte nunca más Alex, te odio, muchísimo y no tengo nada que perder al hacer esto, porque ya lo perdí todo por tu culpa.

Dos Semanas Después
Meto el último libro que necesito en la caja que me llevaré a la universidad, nunca pensé que llegaría este momento, no me quiero ir de aquí.

—Cielo, todo irá bien, eres la mejor estudiante del mundo—Mi madre me anima.—Y así te desharás de Alex de una vez por todas porque desde que lo dejasteis no ha habido día que no haya llamado al timbre preguntando que si podía verte, tu padre casi le pega el otro día.

Me rio.

—¿Porque no venís con nosotros papá y tu?

—Washington no nos trae buenos recuerdos, ya te contaré.

Asiento.

—Venga, tu hermano ya está abajo esperando.

Al bajar las escaleras recuerdo a mi padre y a mi madre hace un mes y poco discutiendo en la cocina por el hecho de irnos a Washington, a la WCU. Sinceramente yo no decidí ir pero Auden estaba muy empeñado porque había un buen equipo de fútbol allí y quería pertenecer a el, así que accedí.

Después de recoger todo mamá y yo salimos fuera para reunirnos con mi padre y mi hermano que están cargando las maletas en el coche.

—Joder Tessa ¿que hacíais arriba? Habéis tardado mucho—se queja mi padre.

—¿Tienes prisa acaso, Hardin?

Mi padre niega y nos subimos al coche.

Mi hermano está sentado a mi lado escogiendo una playlist para escuchar durante el viaje cuando me pilla mirándole, él me guiña un ojo y me sonríe. Auden puede ser la persona más pesada e infantil del mundo pero como hermano es el mejor del mundo, siempre está ahí para mi.

"Flashback
—Te hizo daño, te mintió, te dejó llorando y aún le quieres y piensas que vale la pena, eres tonta Emery—mi hermano me hecha la bronca mientras me acaricia el pelo.—Deberías haberlo dejado con el cuando empezó todo, te dije que no era buena idea salir con Alex y no me haces nunca caso.
—Pensaba que conmigo sería diferente—me acurruco más en su pecho mientras lloro como una magdalena.—¿No tienes entrenamiento hoy?
—Si, pero no importa, el entrenamiento puede esperar—me besa la frente."

Después de dos horas de viaje llegamos a la residencia en la que vamos a instalarnos, mi hermano dice que piensa meterse en una fraternidad pero que de momento se apaña aquí.

—Esperad chicos, os acompañamos a las habitaciones—Dice mamá.

—Tessa, tienen dieciocho años, no creo que se pierdan—Contraataca papá.

—Ya lo sé Hardin, pero no me fio—Le susurra ella a él para que nosotros no podamos oírlo.

Entramos en la residencia con nuestros padres detrás, hay mucha gente, se nota que falta menos de una semana para empezar el curso, saco el papel que me mandaron por correo con el número de habitación, B22.

—¡Esta es la mía!—Exclamo animada después de pasearnos diez minutos buscando mi habitación.

Abro la puerta y sorpresa, no hay nadie.

—¡Genial! Estas sola—sonríe mi madre.

Yo asiento.

Sinceramente no esperaba estarlo, me había hecho a la idea de poder pasar mi año de universidad con mi compañera de habitación pero ahora que no tengo creo que me espera un largo año. Otra de mis opciones era irme con mi hermano pero conociéndole ya habrá hecho amigos, tardó menos de cinco minutos en encontrar su habitación.

Me doy la vuelta y me encuentro con mi madre mirándome con cara de cachorrito, la abrazo.

—Te vamos a echar mucho de menos princesa—me susurra ella.—Te quiero muchísimo.

—Yo más mamá.

—No quiero que vayas a ninguna fiesta de fraternidad, ni que fumes, ni que bebas, ni que tengas relaciones sexuales con nadie—me advierte mi padre mientras me abraza.

—Lo sé, todo irá bien, lo prometo.

Dos minutos después estoy sola en mi nueva habitación con un montón de cajas que colocar y una maleta que deshacer.