AFTER "After"

CAPITULO 17 •Emery•

Cuando Auden sale por la puerta casi corriendo iba a ir tras él, pero Erick me paró diciéndome que probablemente necesitase tiempo para él. Yo me agobié y me senté en su cama a llorar. Erick me animó y decidió salir a buscarle cuando pasó una hora de su ida. Ahora estoy abrazada a mi madre y mi padre está maldiciendo apoyado en la pared.

—Este niño nunca tiene buenas ideas.—Se queja mi padre.

—Entonces ya sabemos a quién ha salido.—Le pincha mi madre.

Mi madre me abraza más fuerte y me da un beso en la frente.—No te preocupes cariño, vendrá en cualquier momento.—me susurra.

—Erick salió hace una hora a buscarle, ¿y si le ha pasado algo por mi culpa? No era mi intención hacerle sentir mal.—Hablo con la voz rota, tengo un nudo el la garganta y lagrimas en los párpados.

—Cariño.—Mi padre se acerca a nosotras, besa mi frente y se une a nuestro abrazo.—Es Auden, sabes que se agobia rápido, pero estará bien. Además, si vuestro amigo no le hubiese encontrado habría avisado.

Yo asiento y me aparto de ellos.

—Pero no me fio, voy a ir a buscarle yo también.—Abro el armario de Auden y cojo una sudadera puesto que voy en manga corta.

—¿Para esto nos habéis hecho venir?—Se queja mi padre.

—¡Hardin!—Le reprocha mi madre.

—Yo les quiero mucho Tessa, pero no entiendo que está pasando.—Se encoge de hombros.

Mi madre se ríe suave y se acerca a darle un beso.

Como veo que empiezo a sobrar bastante salgo por la puerta y me dirijo al ascensor.

Me he pasado mucho con mi hermano, lo se, pero lo hago por su bien, odio ver que una persona tan alegre y activa como él tenga que estar en cama y con cara de zombie.

La puerta del ascensor se abre y Jaden aparece en chandal y algo sudado.

—¿Donde vas?—Pregunta.

Me bajo del ascensor y me paro a su lado.

—¿Qué te importa?

—Por saber, ¿has estado llorando?—Frunce el ceño.

—No, yo no lloro.—Me pongo recta y tomo aire.

—¿Tienes pinta de querer pegar a alguien, necesitas ayuda? No creo que sea bueno andar por ahí a estas horas.

—Jaden, son las 10 de la noche, no creo que venga el hombre del saco a por mi.—Le dejo con la palabra en la boca y salgo a la calle, hace bastante frío teniendo en cuenta de que es noviembre.

—Al menos déjame acompañarte.—Escucho al pesado detrás de mi.

—No te acerques, estas sudado.

Logra alcanzarme y ahora le tengo al lado, genial.

—¿Donde has dicho que íbamos?—Vuelve a preguntar.

—A buscar a Auden.

—¿Se ha perdido?.—Él empieza a reírse.—Pensé que ya era mayorcito para eso.

Me paro y le miro.

—Si vas a ser un capullo lárgate, no te necesito.

—Perdón perdón.—Levanta las manos para hacerse el inocente.—Ya me callo.

Retomo el paso y miro hacia los lados para ver si consigo verle. Me río al mirar a Jaden y verle buscar también.

Caminamos durante 10 minutos y decidimos sentarnos en un banco.

—Estoy preocupada.

—Seguramente no le haya pasado nada, puede que simplemente esté escondido. Es un tío listo, estará bien.—Me da un golpe suave en el hombro.—Va anímate.

Le miro con una ceja levantada y el se ríe. Me uno a su risa y ahora estamos con dos idiotas riéndonos por nada.

—¿Qué tal te ha ido la semana? ¿Va bien primero?

Yo asiento.—¿Y tú segundo?

Se encoge de hombros.—No me lo estoy tomando muy enserio, aunque debería.

—Y Vanessa, ¿que tal?—Le miro de forma pícara y el sonríe.

—¿Lo has hecho aposta?—Se muerde el labio.

—¿El qué?—Me hago la tonta.

—Hablar de ella justo ahora. No me gusta hablar de ella contigo.

Yo asiento y suelto aire. Giro la cabeza y veo a Jaden mirarme con intensidad.

—¿Si tienes tantas ganas de hacerlo porqué no dejas a tu novia?—Le suelto.

El suspira y se lleva las manos a la cara para frotársela.—Ojalá pudiera.—Susurra.

De un momento a otro se me enciende la bombilla.

—No hemos mirado en el campo de fútbol.—Me levanto rápido y salgo casi corriendo hacia allí.

Oigo a Jaden seguirme a paso rápido. En menos de 5 minutos llegamos y vemos el césped iluminado.

Decido mirar en los vestuarios mientras Jaden se queda mirando en las gradas.

Recorro los baños, las duchas y vestíbulos sin suerte. Mi corazón late tan rápido que parece que vaya a salir disparado. ¿Y si no vuelvo a verle?

Salgo de los vestuarios y me choco contra el cuerpo de Jaden.

—¡¿Qué coño haces?!—Le digo tapándome la nariz, me he dado un buen golpe la verdad.

—Les he encontrado, están hablando en la gradas pero parecía que se iban ya.

Empujo un poco a Jaden para apartarle del camino de vuelta al estadio y giro mi cabeza hasta encontrarles.

Mi cara se pone pálida y abro los ojos de sorpresa junto con mi boca.

Jaden llega a mi lado y ahoga un grito.—Joder, esto si que no me lo esperaba.

Mi hermano y Erick se están...¿besando?