AFTER "After"

CAPÍTULO 3 •Emery•

La segunda puerta a la derecha me dijo Auden, pero joder aquí hay mil puertas. Al final escojo una y pongo mi mano en la manilla de la puerta y cierro mis ojos.

—Por favor que sea esta—susurro.

La abro.

En ese instante la música vuelve a llenar mis oídos tan de repente que me asusto, la habitación es enorme. Las luces bailan por toda la estancia.

—¡Emery! ¡Rubia ven! Siéntate con nosotros.

Es Justin.

Está sentado en un sofá con otros chicos y chicas.

—Chavales, esta es Emery, la hermana de mi compañero de habitación—me presenta él mismo.

Algunos me saludan y otros solo me miran mal. Me siento al lado del amigo de mi hermano.

—¿Eres de primero?—me pregunta una chica con el pelo negro.

—Si.

Todos me miran callados, que incomodo.

Por suerte alguien entra por la puerta, deseo que sea mi hermano pero no, son una chica con mechas verdes y un chico que parece ser su novio, tienen los dos los labios super hinchados, como si se hubiesen estado besando cinco horas seguidas.

Me llega un mensaje, por favor que sea Auden.

De: Número desconocido
«Em, me acabo de acordar de que empiezas ya la universidad, solo quería desearte suerte, seguro que lo bordas»
«No me aparece tu foto de perfil ni tu estado, ¿me has bloqueado? Lo vería normal, soy un gilipollas»
«¿Te puedo llamar y hablamos? Te echo de menos»

Paso de los mensajes, se que es Alex el que me escribe. Joder odio recordarle. Había sido capaz de pasar de él durante todo el día de hoy pero ha tenido que hablarme. Valiente cabrón.

—¡Ronda de chupitos!—Grita el chico que acaba de entrar por la puerta.

Hoy no tenía pensado beber pero después de lo de Alex, me están entrando muchas ganas... Así que ¿por qué no? Cojo el pequeño vaso y me lo bebo de un trago, está malísimo pero a quién le importa.

—¿Otro rubia?—Me pregunta la del pelo negro.

—Si por favor.

Sonríe satisfecha mientras me rellena el vaso.

—¿Y tú quien eres?—salta la peliverde. Está apoyada en su novio, el cual también me mira.

—Me llamo Emery.

—Yo soy Vanessa, pero llámame Nessa—me guiña un ojo.

Esto está empezado a ser muy creepy, yo voy por mi tercer chupito, estoy viendo planetas inexistentes y me meo muchísimo.

—Justin, ¿donde está el baño?

—Fuera, es la puerta que está a la izquierda de esta—me mira.—¿Quieres que te acompañe?

—No, estoy bien de verdad—le sonrío y me intento levantar.—Así busco a Auden.

Consigo levantarme pero me choco contra un sillón.

—¡Cuidado rubia que tumbas!—Me grita un tio.

—Gilipollas—le suelto y salgo por la puerta.

—Madre mía que pedo voy...—me digo a mi misma.

Miro a la derecha para buscar a mi hermano y al mirar a la izquierda veo la cola que hay para el baño. Madre mía... Me pongo en la fila y saco el movil, me meto en el chat de Alex y luego me salgo, apago el movil. Vuelvo a encenderlo, abro los contactos y le llamo, aunque no le tenga añadido le tengo en recientes, se que me voy ha arrepentir pero le echaré la culpa al alcohol.

Lo coge en el primer tono.

—¿Emery?—Pregunta incrédulo.
—La misma.
—¿Estas bien?
—Mejor que nunca—me río.—¿Por qué?
—Me extraña que me llames, ¿Estas borracha? ¿Donde estás?
—¡Vamos Alex cállate! Ya me controlabas demasiado cuando estábamos juntos.
—Emery, voy enserio, ¿Qué has bebido?
—No te importaaa—Alargo la ultima letra.
—No bebas más Em, enserio.
—Me haces gracia—me rio.—Pareces yo, ¿Acaso nos hemos cambiado los papeles? Ah no espera yo no estoy con ninguna guarra en este momento, ¿tu si verdad?
—Emery para ya, sabes que me arrepiento de todo.
Yo solo me río.
—¿Y tu Em, te arrepientes de algo?
—Si, de haberte conocido y haberte dejado entrar en mi vida, porque solo la destruiste.
—Joder—suspira Alex.
—Bueno, pues cuéntame que tal con Evelyn, ¿bien no? Ya teneis planes de boda y eso, ah no, que eso era con Anna ¿o con Martha?
—Con ninguna, solo te quiero a ti.
—Mentiroso de mierda—se me escapa un lagrima.—Incluso a un montón de kilometros sigues siendo un mentiroso y un tóxico de mierda, joder, quiero odiarte por todo lo que me has hecho pero no puedo, todavía te quiero.

Le cuelgo y me pongo a llorar. Ni me había dado cuenta de que era mi turno en el baño pero ya que mas da, se me han quitado las ganas de todo. Me dispongo a bajar las escaleras para irme a la residencia pero alguien me para.

—¿¡Emery que coño pasa!? ¡¿Por qué lloras!? ¡¿Te ha hecho alguien algo?! ¡Emery joder, vas borracha!