CAPITULO 14 •Auden•

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Han pasado exactamente cuatro horas desde que Erick se fue de mi habitación. Son las ocho de la tarde. Y me sigo siento mal por lo que le dije. No pretendía reaccionar de esa manera, no soy homófobo y no juzgo a las personas por sus gustos. Simplemente me puse nervioso y solté lo primero que me pasó por la mente. He pensado en ir a su cuarto y hablar con él, pero dijo que no quería hablar más conmigo y probablemente si me presento allí me pateará el trasero.

La universidad no me está sentando nada bien, las únicas personas que creí que eran amigos de verdad están enfadadas conmigo, y una de ellas es mi hermana. La cual no me coge el teléfono y no me abre la puerta de su habitación, ella es muy pacífica, entiendo que se haya tomado mal mi encontronazo con el idiota de Jaden, pero ¿no hablarme? Me parece demasiado.

Para despejarme cojo el portátil y llamo a mis padres por skype, les echo muchísimo de menos. Con suerte al cuarto tono el rostro sonriente de mi madre aparece en la pantalla.

—¡Hola mi amor!—Me saluda con la mano desde el otro lado.—¿Cómo estás? Hace mucho que no hablabamos, cuentame todo. ¿Cómo van las clases? ¿Lo estás pasando bien? ¿Has entrado al equipo de f...

—¡Mama!—Me río.—¡Me he perdido en la primero pregunta! Respira un poco.

—Perdón.—Se sonroja.—Solo estoy ilusionada de hablar contigo.

Me río y sonrío.

—¿Pasa algo cariño?—Me pregunta frunciendo el ceño.

—No, ¿por qué?

—Te noto alicaído, si necesitas algo pídemelo.

—No es nada, una discusión con un amigo, me arrepiento de cosas que dije, es un buen tío, no quiero llevarme mal con él.

Mi madre sonríe con la boca cerrada con la expresión nostálgica.—Ve y habla con él cielo, no creo que haya sido gran cosa la pelea.

—No quiere hablar conmigo, se ha enfadado bastante...—Pongo mis manos tapándome el rostro.—Soy un desastre, la he cagado increíble mamá.

—Auden, hazme caso, ves y habla con él, pídele perdón, solucionad vuestras cosas, si te considera amigo seguro que llega a perdonarte por lo que sea que hayas hecho.

—Vale, gracias mamá, dale recuerdos a papá de mi parte, tengo que colgar.

—Buenas noches rey, te quiero.—Besa la pantalla y me despide con la mano.

Yo me río antes sus gestos.—Te quiero mamá.—Cuelgo.

[...]

A la mañana siguiente me despierto con la intención de ir a hablar con Erick, me siento animado y con ganas de hacer las cosas bien. Como no me se el número de habitación le pregunto a Justin, suerte que tiene clase a primera hora y está despierto.

—Oye, ¿cual es el número de habitación de Erick?—Pregunto mientras me cuelgo la mochila.

—¿Por qué?

—Necesito hablar con él y nose si le veré en la cafetería o entre clases

—Es la C30, búscale allí, por la tarde mejor, no creo que vaya a clase.—Se ríe.

—¿Por qué? ¿Se encuentra mal?—Espero que no le haya contado la pelea de ayer.

—Hombre, mal mal no creo, pregúntale tú cuando le veas.—Vuelve a reírse y me da una palmada en la espalda cuando pasa por la lado y sale por la puerta.

Al segundo copio su acción y cierro con llave. Entro en el ascensor y pongo rumbo a mi clase.

—¡Auden!

Es Emery.

—¿Ya me has perdonado?—Le pregunto.

—Si, yo también estoy bien, gracias por preguntar.—Responde sarcástica.

Yo ruedo los ojos. Y le sonrío. Yo jamás podría enfadarme con ella, es como un bebe, como un bollito. La quiero con toda mi alma.

[...]

—¿Vamos a la cafetería un rato y hablamos?—Emery me intercepta cuando salgo de clase.

—Tengo que ir a ver a Erick.—Me excuso.

—No le veo desde la fiesta, ¿todo bien?

—Si, todo bien.—Me paro y le doy un beso en la mejilla.—Más tarde hablamos.

Salgo del gran edificio y vuelvo a la residencia. En el trayecto monto mi propia escena sobre que debería decirle a Erick. Espero que no se haya quedado en su cuarto por lo que le dije, eso solo haría que me sintiese peor.

Al llegar a su puerta C30, llamo fuerte con los nudillos. Al ver que nadie abre intento repetir la acción pero justo Erick aparece, sin camiseta y en pantalones de chandal cortos.

—Hola.—Le saludo con una leve sonrisa cerrada.

—Hola.—Responde él secamente.

—¿Estas ocupado? ¿Podemos hablar?

—¿Ahora? No me pillas en buen momento la verdad, en un...

—¿Quién es, Erick?

Una chica unos centímetros más baja que el rubio aparece por la puerta interrumpiendo la conversación. Es de piel paliducha y una melena morena, está bastante buena, no te voy a mentir.

—Es un amigo.—Responde Erick.

—¿Y qué quieres? Estás interrumpiendo.—Ella me mira de arriba a abajo.

—Hablamos en otro momento.—Habla mi amigo.

—Mejor déjalo, no era tan importante.—Me alejo de la puerta sin despedirme y vuelvo al ascensor.

Acabo de interrumpir a Erick a punto de hacerlo con esa chica y la verdad, me siento...¿mal? Pensé que estaba atraído por mi pero ahora me encuentro ese panorama, no me ha hecho ninguna gracia. Joder, no se qué narices digo, no me gusta Erick, no me gustan los chicos, sin embargo esto me sienta mal, tan mal como una patada en el estómago.

De Erick:
«Esta noche me paso por tu habitación»

«No importa, disfruta del polvo»


¡Hola amigxs!
Quería decir que me gustaría que comentarais como va la cosa ¿os gusta? ¿Necesita cambios? Ver que escribís que os gusta me anima a seguir, así que no dejéis de hacerlo. Un simple comentario de algunos de vosotros nos hace el día❤️

AFTER "After"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora