AFTER "After"

CAPITULO 16 •Auden•

Llevo un par de días en la cama sin moverme. Realmente no entiendo como he podido ponerme malo pero lo odio. Escalofríos, dolor de cabeza, de garganta, fiebre, cansancio... Lo peor no es eso, sino que me ha pillado justo la semana en la que debía presentarme a las pruebas para entrar en el equipo y no puedo mover ni un dedo.

—Intenta incorporarte para tomarte la pastilla y beber un trago de agua.—Susurra Emery mientras se sienta en la cama a mi lado y me aparta el pelo de la frente.—Estas ardiendo Auden, tienes que tomarte la pastilla.

—No quiero, me duele la garganta al tragar.—Me quejo con voz temblorosa.

—Si no me haces caso jamás te pondrás mejor...Auden no quiero avisar a mamá, vamos a preocuparla.

—Avísala, dile que venga, porfavor...—Respondo.

Ahora necesito un abrazo de mi madre y llorar como un bebe en sus brazos. Estar malo me hace tener las defensas bajas y la sensibilidad por las nubes. No quiero hacer nada, solo quiero irme a casa.

Emery se levanta de la cama tecleando en su teléfono y se mete al baño a hablar.

—He traído unas cuantas cajas de lo que me ha dicho la farmacéutica que te va a sentar bien.

Justin entra por la puerta con dos cajas de medicinas en cada mano.

—Y he traído refuerzos con té caliente para tu garganta.

Desgraciadamente la persona que menos me apetecía ver entra en mi campo de visión.
Erick.

—¿Como estás?—Me pregunta mientras deja las millones cajas de té encima de una cómoda.

—Mal.—Respondo seco.

—¿Hay algo que pueda hacer por ti?

Iba a responder pero Emery sale del baño pegando voces.

—Mama está asustada Auden, dice que vienen para acá.—Saluda a los chicos y sigue echándome la bronca.—¡Y tomate la pastilla pesado, no entiendes que tienes fiebre!

Hago una mueca de dolor por el grito y me giro dandole la espalda. Justin se despide ya que tiene clase y nos quedamos tres en el cuarto.

—Tengo mucho frio, me encuentro muy mal...—Susurro mientras me encojo en la cama para encontrar calor.

Erick se acerca y cubre mi frente con su mano. Abre la boca para decir algo pero la cierra. Aparta a mano y da un paso hacia atrás mirando a mi hermana.

—Está fatal a que sí.—Salta Emery.

Erick solo asiente y me mira.

—¡Quieres dejar de ser un cabezón de mierda y tomarte la pastilla de una maldita vez! ¡Hazlo por tu bien Auden, nos tienes a todos preocupados porque no eres capaz de tomarte un medicamento! ¿Lo estás haciendo aposta? Por que no tiene ninguna gracia y...

Interrumpo su sesión de gritos.

—¡Sabes perfectamente que no estoy haciendo para llamar la atención!—Me incorporo y me siento en la cama con la espalda en el respaldo.—¡Sabes que odio tomarme pastillas! Sabes lo mal que lo pasé el día que se me quedó encajada y no podía respirar, ¡Deja de gritarme e intenta entenderme por una vez en tu vida!

Me levanto sin saber como de la cama y me pongo las primeras chanclas que encuentro para salir por la puerta. Por suerte ninguno de los dos me sigue.

[...]

Camino un largo rato por el campus hasta que llego al campo de fútbol y me siento en las gradas. Estoy completamente helado, tuve la genial idea de salir sin sudadera por las prisas y el pantalón corto de chandal tampoco ayuda.

Me paro a pensar en estos últimos días desde que empezó el curso, llevamos un mes y medio y realmente me siento vacío, no entiendo que hago aquí, puede que esto no sea lo mío o simplemente sea algo típico que le pase a todos. Extraño mi casa, echo de menos las partidas a la play con mi padre y los achuchones mañaneros de mi madre, los ten cuidado y no vuelvas tarde de las noches de verano y las comidas de la abuela Karen.

Me encojo sentado y cubro mi rostro con las manos con un nudo en la garganta. Tengo el rostro ardiendo, pero tomarme el medicamento...Tengo fobia, todo esto se remonta a hace un par de años o tres cuando en un campamento de fútbol me puse bastante enfermo de la garganta y me mandaron tomar una pastilla circular. A mi me la traía sin cuidado y me la tomé bruscamente, se me quedó encajada y no podía respirar. Sinceramente, pensé que me moriría allí mismo. Con suerte uno de los monitores logró sacármela. Pero jamás olvidaré el mal trago.

—Sabía que estarías aquí.

Es Erick.

Sube rápido hasta donde estoy sentado y se queda de pie mirándome.

—No me puedo presentar a las pruebas.—Le digo.

—Si has podido venir hasta aquí, puedes presentarte.—Él toma asiento a mi lado.

Yo niego.

—No sé ni como he acabado aquí, pero ya no puedo moverme más, no tengo fuerzas.

—Normal, no comes, no bebes nada, no te tomas los medicamentos...

Un escalofrío recorre mi cuerpo y me hace temblar.

—¿Tienes frío?—Me pregunta.

Yo niego.

El alza las cejas y se levanta para después quitarse la sudadera y ofrecérmela.

—No la necesito.

—Póntela porfavor.—Me insiste.

Yo la agarro y me la paso por la cabeza hasta que me cubre entero, sienta bien el calor y huele a él.

—Traje la pastilla también, junto con agua.—Me muestra una botella.—Tómatela.

Yo vuelvo a negar.

—Soy socorrista y he hecho un curso de reanimación, te prometo que no te va a pasar nada.—Me ofrece el agua y el comprimido.—¿Confías en mi?

Asiento y me lazo a tomármela. Me la trago sin ningún problema. He montado un numerito para nada.

—Te lo dije nada iba a pasar.—Él se encoge de hombros.

Miro al frente y me muerdo levemente el labio inferior. Quiero llorar, necesito desahogarme. Me coloco la capucha de la sudadera y apoyo mi cabeza en el hombro de Erick, al principio le pilla por sorpresa. Cierro los ojos y dejo correr unas cuantas lágrimas por mis mejillas sin hacer ruido. De forma inesperada giro levemente mi cuerpo y rodeo con mis brazos el torso del rubio para esconder mi cara en su cuello. Dejo salir unos cuantos suspiros y sigo llorando sobre él. Erick me rodea con sus brazos y apoya su cabeza en la mía.

Solo necesito soltar el agobio que tengo encima.

¡Hola a todos! Siento deciros que estos días a penas voy a poder subir capitulos porque me presento a un examen importante y debe estudiar mucho, lo siento.

Un abrazo💜