Aprovecho que mi hermana y Erick están juntos para ir rápido al baño. Subo las escaleras de la casa esquivando a el resto de gente y me pongo en la fila para entrar, suerte que hay solo dos personas.
—Auden.
Dejo de mirar el movil y me giro, es mi amiga la peliverde.
—Vanessa, ¿qué tal?
Ella me mira con mala cara y se cruza de brazos.
Frunzo el ceño.—¿Pasa algo?—Veo a su novio Jaden detrás de ella mirándome como si quisiera estrangularme.
—Qué pasa Auden, ¿tu padre nunca te dijo que besar a las novias de los demás estaba mal? ¡Ah no espera! Si tu padre también es de esos, lo había olvidado, lo llevarás en la sangre.
—No se de que narices estás hablando pero ya puedes cerrar la boca y dejar de hablar de mi familia a no ser que quieras que te la parta.—Me tenso y Jaden aparta a su novia de en medio para ponerse frente a mi, si tuviese más altura que yo igual me intimidaba algo pero medimos lo mismo.
—¿Tú a mi? ¿Partirme la cara?—Se ríe y pasa la lengua por sus labios a la vez que vuelve a poner una expresión seria—.Aléjate de Vanessa, no te lo pienso repetir más.
—Mejor, mantén a Vanessa alejada de otros chicos, porque creo que no es problema mío, sino de ella.
Antes de que me de cuenta el puño de Jaden vuela hacia mi cara y me golpea en una mejilla. No pienso quedarme de brazos cruzados, aunque las peleas no sean lo mío, arremeto contra su estómago propinándole un doloroso puñetazo. En segundos estamos pegándonos como si no hubiese un mañana. Se escuchan gritos pero también algunos descerebraos nos animan.
Cuando creo que no puedo aguantar más siento unas manos agarrándome de la cintura y sacándome de la burbuja de sangre y dolor en la que me había metido.
—¡¿Que narices crees que haces Auden?! Se supone que venias al baño no ha matarte con Jaden.
Me zafo de Erick y bajo las escaleras, estoy furioso. No puedo relajarme con otra cosa en una
fiesta que con alcohol así que pongo un pie en la cocina y abro la primera botella que encuentro tomándome de un trago la mitad.—¡Quieres dejar de hacer el idiota!—Erick vuelve y me quita la botella.
Me arrastras como puede hasta arriba de nuevo, a una de las habitaciones y me sienta en la cama.
—¿Que hacías peleándote con Jaden y bebiendo alcohol como un loco?—Me grita.—Imagina que te ve tu hermana, idiota.
—Deja de gritar.—Susurro y me tumbo como puedo en la cama soltando un gruñido de dolor.—Estoy harto de no pareis de nombrar a mis padres, no se que narices os pasa pero ya es suficiente, no quiero que hable nadie más sobre sobre ellos.
Erick suelta un suspiro y se mete en el baño.
—Ciérrate la puerta al menos, que esté casi muerto no significa que no pueda oírte cuando usas el lavabo.—Me quejo.
—No tengo ganas de ir al baño.—Responde a la defensiva—.Iba a por esto.—Levanta un botiquín a la vez que se acerca a la cama y se sienta a mi lado.
—No quiero que me cures las heridas, ¿te crees medico? Ni se te ocurra tocarme.—Me incorporo y apoyo mi espalda contra el cabecero.
—Si no las tratas se te van a infectar idiota, piensa un poco.—Hace una mueca y abre la caja—.Levántate la camiseta.
—¿Qué? ¿Para qué?—Pregunto aturdido.
—Porque estás sangrando.—Señala una mancha roja que hay en la prenda.
Le hago caso y me la quito. Veo como sus ojos se le van unos segundos a mi abdomen y luego se centran en la herida.
—Suerte que no es profunda.—Coge un algodón con agua oxigenada y empieza a limpiarme.
Suelto varios quejidos de dolor y suspiros, pero nada que no pueda aguantar. Repite lo mismo con mis nudillos y finalmente con algunos rasguños de la cara.
—¿Te duele?—Susurra mientras pasa el algodón por un arañazo en mi mejilla.
—No—Susurro yo también.
Poco a poco se va acercando a la herida en mi labio y observo con atención su mirada en ellos. Ni siquiera sé como hemos pasado a estar tan cerca pero si me acerco más podría sentir su respiración en mi cara.
En un acto involuntario paso de observar sus ojos a sus labios y el los empapa de saliva al pasar su lengua por ellos. Creo que me está subiendo demasiado el alcohol que tomé hace unos minutos.
—Creo que estoy borracho.—Le digo.
Erick se ríe y muerde el labio inferior.
—Para.—Me río atontado con él.
—¿Te estoy haciendo daño? Ya casi he terminado.—Me mira preocupado.
—No, que pares de pasar tu lengua por tus labios y de mordértelos.—Le suelto. Seguro que si estuviese sobrio no le diría eso, pero ebrio soy capaz de cualquier cosa.
Erick aleja el algodón de mis heridas ya curadas y cierra el botiquín. Vuelve a mirarme con la cara completamente roja, como un tomate.
Me río y el se rasca la nuca reprimiendo una sonrisa. Sin tener control sobre mi cuerpo levanto una mano y la apoyo en su costado a la vez que me incorporo y pego mi frente a la suya. Él tiene la respiración totalmente agitada y yo estaba decidido a besarle, pero, Emery interrumpió.
—¿¡Qué demonios es eso de que te has pegado con Jaden, Auden Scott Young!?
No se si quería agradecerle la interrupción para no llegar más lejos con Erick o si quería gritarla por entrar en este momento.
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AFTER "After"
Teen FictionAuden y Emery Scott comienzan una nueva etapa de su vida, la universidad. Donde encontrarán un parte de ellos que antes no conocían y sacarán lecciones de vida importantes. La vida no siempre es de color de rosa y están a punto de descubrirlo. *🏳️...