CAPÍTULO 22 •Auden•

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¿Recordáis cuando hace unos días Bianca salió conmigo y con Erick...? Pues resultó ser la peor noche de todas las que llevo aquí. Mi amigo se metió con ella y su forma de vestir, demasiado llamativa e infantil para una chica de diecinueve años fueron sus palabras exactas. Defendí a la compañera de cuarto de mi hermana y Erick se enfadó conmigo, tanto que se fue ayer de vuelta a casa para pasar navidades con su familia y ni siquiera se despidió de mi, ni un solo mensaje.

Odio el sabor de boca que se me quedó tras discutir con él cuando dejamos a Bianca de nuevo en su habitación. Y para colmo hace unos minutos Erick ha subido una historia con su ex novia en su cuenta de instagram y creo que todos sabemos que significa eso.

—Puede que solo quedasen para hablar.—Me intenta consolar Justin mientras hace su maleta, el también se va, dentro de unos días no quedará nadie por aquí.

—El me dijo una vez que ella siempre le convencía para quedar y acaban liados.—Suspiro—.Vamos Justin, una vez les pillé casi en pelotas en el cuarto de él.

—¿Confías en él?

—Ni siquiera debería importarme tanto, no somos nada, nunca hablamos de estar juntos.—Reprocho—.Me dijo que me echaría de menos, pero seguro que está ocupado en otras cosas que seguro también echaba de menos cuando estaba aquí.

Justin niega.—Deja de martirizarte.

Gruño alto y escondo mi cara entre mis piernas.

—Macharás la cama con las zapatillas.—Me regaña mi compañero.

Me levanto enfadado de la ella y abro la puerta.

—Me importa una mierda la cama ahora.—Salgo de la habitación tras un portazo y me dirijo a la de Emery.

Cojo el ascensor y intento llamar a Erick por décima vez desde que se fue, pero nada, sigue ignorándome.

[...]

Una vez en la habitación me siento junto a Bianca en su cama, que está comiendo patatas de bolsa, como siempre.

—¿Tienes ya la maleta hecha?—Pregunta mi hermana.

—No, luego la haré.

—No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.—Rechista.

—Pareces mama.—Respondo metiéndome una patata en la boca.—Que pasó con Jaden en los bolos, últimamente estás algo irritada.

Bianca se ríe.

—No pasó nada, solo que ya sabes, tengo manías.

Yo asiento y robo alguna patata más de la bolsa.

—¿Tu no te vas?—Intento sacar conversación a la pelirroja.

—Si, en tres días, después que vosotros.

Pienso que va a seguir con la conversación pero se queda callada.

—Me voy a dar una ducha.—Suspira Em mientras se mete en el baño.

Trago fuerte y espero a que no tarde mucho, no creo que aguante tanto en silencio, me hace sentir incómodo y más si comparto el tiempo con alguien que no se de que hablar.

Decido mirar el móvil, ni rastro de Erick en llamadas o mensajes pero parece que a subido historias a instagram.

Su perro, una chimenea con calcetines colgando y una foto con su familia, y con la ex novia, vaya también se la lleva a casa. Me dan ganas de contestar, pero prefiero ignorar.

Suspiro molesto y guardo el móvil.

—Auden.—Susurra Bianca.

—Dime.—Me sorprende que hable.

—Gracias por defenderme el otro día, no tuve agallas de decírtelo antes, sentía vergüenza.

—No es nada.—Le sonrío—.Erick se pasó mucho contigo, no mereces, no has hecho nada malo y cada uno es libre de hacer o vestir como quiera, es el siglo XXI.—Me encojo de hombros.

Ella me sonríe de vuelta y vuelve a callarse, pero esta vez decido seguir yo hablando.

—¿Por qué te da vergüenza hablarme?

Bianca coge aire sorprendida al preguntarle eso.

—Me pareces una persona muy guay, muy diferente a mi, como superior.—La veo tragar—.Me cuesta mucho hablar con personas como tu.

—¿Superior? ¿Yo?

Ella asiente.—Es una tontería—.Susurra

Aparto la espalda de la pared y me cambio de posición en la cama quedándome frente a ella.

—Bianca, soy una persona normal, de carne y hueso.—Frunzo la ceja con diversión—.Puedes tocarme si no me crees.

Ella alarga el brazo y aprieta suave mi mejilla con un dedo, se ríe ante la estupidez de acción y la copio.

La puerta del baño se abre y sale Emery en chandal con una toalla en la cabeza.

—Qué narices haceis tocándoos las mejillas mutuamente con un dedo.—Nos mira mal.

Bianca y yo nos reímos.

—Comprobar que somos de carne y hueso.—Se me adelanta la pelirroja.

—Vaya par.—Susurra mi hermana.

Dejamos de hacer el tonto y Bianca se levanta de la cama para ayudar a cerrar la maleta a Emery. Yo la sigo con la mirada deseando que deje de verme como alguien superior a ella y me vea como un amigo o al menos como compañero de universidad.


Dejadme hipótesis que tengáis para próximos capítulos :)

Besos y stay safe.

AFTER "After"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora