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Capítulo 22

Estaba completamente empapada, tenía frío y me dolían demasiado los pies. Sin duda no había sido buena idea volver a casa andando justo hoy, y para colmo me había perdido. 

Iba tan distraída pensando en las ganas que tenía de llegar a casa y tumbarme en mi cama calentita con una manta, un libro y chocolate caliente que me despiste y en vez de ir por el camino de siempre, tome otro mucho más largo, pero cuando me di cuenta ya estaba a mitad de camino por lo tanto me compensaba más seguir hacia adelante que volver atrás. 

La lluvia había logrado quitarme el poco maquillaje que llevaba, al igual que mis temblores comenzaron a hacerse más notarios. Me encantaba que lloviese, pero sabía perfectamente que me iba a resfriar y que aun así debía de ir a las clases de baile ya que la pequeña representación se iba acercando. 

Obviamente no se lo había dicho a Dan, no quería que fuese porque si de por si me ponía demasiado nerviosa, cuanto más sabiendo que el esta allí. ¡Me quedaría en blanco y suspendería! No, mejor no digo nada.

- ¡Serás zorra! - el chillido de un hombre hizo que me sobresaltara. Pare de caminar y mire donde parecía provenir esa voz. 

Estas casa me sonaban ... Había dejado los barrios familiares y ricos atrás hacía un buen rato, pero no me había dado cuenta de que este barrio en concreto era el mismo que el día de la fiesta cuando volviendo a casa nos encontramos con Dan y con Holly. 

- Lo siento, yo no quería ... 

- ¡Te lo advertí! - el hombre interrumpió a la mujer y un fuerte golpe sonó haciendo que mi respiración se cortase. 

Mire la pequeña casa blanca de apariencia desastrosa. Esto no me gustaba. 

- ¡No me toques, joder Holly! - mi celebro en ese momento hizo un click y sin pensármelo dos veces comencé a caminar hacia esa casa. 

Subí los pequeños escalones los cuales crujían a cada paso que daba pero que se quedaban obsoletos al ser superados por los fuertes sonidos de cosas rompiéndose dentro. Con mi mano derecha tome y pomo de la puerta haciéndola girar para después empujar hacia adentro, dejándome ver una imaginen demasiado horrible. 

Holly se encontraba tirada en el suelo llorando mientras se limpiaba la sangre de su labio inferior mientras que un hombre bastante corpulento, lleno de tatuajes y con una botella en la mano se encontraba agarrándola del pelo imponiéndola una humillación que me hacía tener ganas de llorar. 

Holly en cuanto me vio aparecer por la puerta abrió sus ojos cristalinos y comenzó a negar con la cabeza. El hombre se giro soltando así bruscamente a Holly la cual cayó de lleno al suelo. 

- ¿Y tu quien mierda eres? - comenzó a acercarse a mi. 

- Por favor Roon déjala - suplico Holly levantándose con cuidado. 

- ¿También quieres ser dominada eh lindura? ¿Te pone? - intentó acariciarme la mejilla con su asquerosa mano, pero di un paso atrás esquivándole.