Capítulo 1

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Todas las mañanas era lo mismo. No sabía como pero siempre acababa metiéndome el rimmel en el ojo, pero claro, ¿quien no lo haría si le quedan menos de cinco minutos para salir de casa decente?

Las clases de baile empezaban exactamente a las 8:00 y solo tenía media hora para desayunar y llegar a tiempo si no quería una regañina de la señora Clark. Ella era una de las mejores profesoras de danza del mundo, pero a la vez una de las más gruñonas y estrictas.


Termine de recogerme el pelo en dos trenzas y subí las escaleras rumbo hacia la cocina. Esta era la tercera mudanza que hacia con mis padres, pasamos de vivir en una casa a un duplex el cual las habitaciones estaban en la planta baja y subiendo las escaleras se encontraba el salón y la cocina con enormes terrazas. Si lo se, un poco raro.

Cogí un termo y metí el café que acababa de hacerse mientras yo me estaba arreglando, pero antes de salir por la puerta le di una probada a este. Delicioso.

Agarre las llaves y cerré la puerta. Normalmente mis padres nunca estaban en casa por sus trabajos, por tanto mas me valía no olvidarme estas o acabaría sentada en el descansillo durante horas.

Me metí en el ascensor y espere hasta que este abrió sus puertas para encaminarme a mi rutina. Me puse los cascos y le di a play dejando que la música invadiese mis pensamientos.

No tenía coche por tanto me tuve que acostumbrar a andar veinte minutos hasta llegar a la academia. Es verdad que podía coger un bus, pero prefería andar para encontrar un poco de tranquilidad y pensar en lo que me esperaba el día.


Los coches pasaban a mi lado conducidos por diferentes personas con diferentes problemas los cuales los dejarían a un lado para poder ir a trabajar. Siempre me ha gustado imaginar la vida de la gente cuando pasan enfrente mía. Sus días felices, los tristes, los aburridos, los divertidos, ...


Le di un sorbo al café y me encamine hacia un cruce. Iba tan metida en la música que no me di cuenta que un coche negro se encaminaba hacia mi sin bajar el ritmo de velocidad.

El sonido de un frenazo me asusto y en un acto reflejo eche mi cuerpo hacia atrás. Me quede mirando durante unos segundos la parte delantera del coche la cual estaba a escasos centímetros de mi. No conseguía reaccionar, ni si quiera sabía que había pasado exactamente. Mi vista subió hacia arriba enfrentando a las personas que estaban dentro del coche.

Un chico de pelo marrón me miro con susto mientras que la chica que estaba sentada en la parte trasera del coche no paraba de decir cosas las cuales no pude escuchar. Gire un poco la cabeza y mis ojos se quedaron fijos en el chico que iba conduciendo. Su semblante era serio pero tampoco lo sabría exactamente ya que llevaba unas gafas de sol puestas.


- ¿Estas bien? - El señor de la cafetería que estaba justo enfrente se había parado para preguntarme. Y fue en ese momento en el cual reaccione.

- Si, gracias - le respondí mientras termine de cruzar la carretera para poder continuar caminando.

Lo ultimo que pude ver fueron sus dedos tatuados.

Apague la música y me quite los cascos mientras empujaba la puerta de la escuela de danza y entraba por esta.

Fui hacia los casilleros y deje mis cosas.


- Vaya Bailee, ¿hoy has cambiado de café? - giré mi cabeza y me encontré a Destiny bebiendo de este mientras ponía una cara rara pero volvía a dar otro sorbo.

- ¿Vas a estar siempre bebiéndote mi café? - la dije mientras cerraba el casillero.

- Hasta que me traigas el mío propio, si - dio otro sorbo y me lo extendió para que lo cogiera.

- Termínatelo tu esta vez, creo que se me ha quitado el apetito.- Y era verdad, después del susto que me lleve no me apetecía nada desayunar.

Le dio los últimos tragos y luego dejo el termo en su casillero.

- Luego te lo doy - Yo asentí y me encamine hacia la clase.

Después de terminar los estudios, decidí dedicarme completamente a la danza. Mi debilidad siempre fue el baile, pero sabía que si quería dedicarme profesionalmente a ello tendría que tener en mente que era una vida de muchos sacrificios, competencia máxima, estrés y decepciones ya que es muy difícil conseguirlo, aun que no imposible.

De pequeña había ido a muchas competiciones y dios, esa sensación que me venía cuando ganábamos era increíble. Más bien, amaba como mi cuerpo reaccionaba a la música. Adoraba cuando la melodía sonaba y me dejaba llevar por las múltiples sensaciones de mi mente procesaba.

Como las clases de danza eran bastante caras, tuve que empezar a plantearme el trabajar en algo para pagarme mis cosas personales ya que mis padres me pagaban la matricula de la escuela. Por suerte, encontré un puesto en una cafetería pequeña. Los horarios eran por la tarde y a veces de noche, pero no me importaba. Era un sitio tranquilo y ya me había hecho amiga del otro camarero.


- Bien señoritas, hoy practicaremos el final del último baile. Recordar que vuestras pareja y vosotras tenéis que ser una sola. Tenéis que fundiros en una mientras bailáis. - La señora Clark le hizo un gesto para que el pianista comenzase la partitura.

Después de esta clase me esperaba otras dos más de diferentes estilos de baile y después ir a la cafetería a trabajar ya que me tocaba doble turno. Las noches allí no eran tan malas, pero cuando mi compañero no podía venir y me tocaba estar sola allí, se hacía un poco aburrido.








Espero que os guste :)

E.S


Por cierto, he decidido hacer un nuevo proyecto el cual os voy a dejar aquí el video por si queréis verlo. Gracias :) X.x Eva

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