Capítulo 34

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Me removí en la cama volviendo a girarme al lado derecho intentado por quinta vez encontrar la posición exacta en la que poder quedarme dormida.

No sabía como mierda la gente conseguía evadirse con tan solo cerrar los ojos, mientras que yo me pasaba horas dando vueltas en el colchón.

Hacía tiempo ya que me había acostumbrado a no poder dormir bien, sabía que al final aunque me fuese a una hora temprana a la cama, tenía que sumarle casi dos horas más.

Vale, esta no es una buena forma. ¿Y si me pongo del lado contrario? Creo que eso ya lo he intentado varías veces.

¡Espera, ya lo tengo! Arrastre mi cuerpo dejando que el cansancio me invadiese para cambiar la zona la cual soportaría mi peso. ¡Vale no, esto me aplasta mucho los pechos y duele!

Ya esta, se acabo. Me pondré a leer, como siempre acabo haciendo y al final, mañana no me levantaré temprano. Genial.


Estire el brazo agarrando mi móvil el cual se encontraba cargando en el suelo. Teclee la contraseña y pulse el libro que me había descargado varías horas antes.

He de decir, que me había leído un montón de libro a las dos de la mañana y si, me enteraba de los argumentos. Aunque bueno, algunas veces acababa liándome con los nombre, pero eso no era mi culpa. ¿A quien se le ocurre poner tres nombres casi idénticos? Entre eso y mis ojos que cada dos por tres los cerraba, tuve que leérmelo otra vez entero.


De pronto, la pantalla se me volvió negra para aparecer el nombre de "Dan" en esta. ¿Que hacía despierto a estas horas? ¿Y por que me llamaba? Si sabe que siempre lo silencio y no me entero de nada.

Deslice el dedo en el botón verde dando paso a una voz femenina.


- Bailee necesito que vengas por favor. - casi no podía oírla por los gritos que se escuchaban de fondo.



- ¿Holly? Espera ... - me reincorpore en la cama frotándome la cara para despejarme un poco. - Casi no te escucho, ¿dónde estás?



- En casa de Dan, está gritando sobre un libro y no para de decir tu nombre. - un escalofrío recorrió mi cuerpo por completo, helándome.


Trague saliva.


- He intentado tranquilizarle pero no me hace caso y creo que va a acabar pegando a Zed. - un ruido fuerte provocó que me separase el pequeño aparato de la oreja.



- Vale, voy para allá.


Me levante y me cambie el pijama por lo primero que vi en el armario. Cogí el abrigo junto a las llaves y el monedero procurando no hacer ruido.


El trayecto se me hizo mucho más largo de lo que normalmente suele ser. En cuanto baje del bus, salí corriendo por las desoladas calles hasta llegar al portal.

Llame al número del portal esperando a que me abriesen.

Creo que lo había fastidiado y mucho. Si le llega a pasar algo a Zed, sería completamente mi culpa.

Holly apareció alterada cogiéndome del brazo para meterme dentro del departamento de donde provenían todos los chillidos.

La imagen que me recibió fue aterradora. Había un montón de cosas rotas por el suelo.

Di un paso hacia delante cuando vi a Dan completamente tenso gritándole a Zed el cual le intentaba responder de la misma manera.

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