Capítulo 53

8.4K 364 62
                                    


Esa mañana cuando nos despertamos, el reloj marcaba las nueve y media de la mañana, el sol traspasaba por la fina cortina que se balanceaba revoloteando a cause de la delicada brisa que entraba por mi balcón, un olor a lluvia inundó la habitación apenas la cristalera fue abierta tan solo una pequeña rendija.

Lo difícil fue cuando Dan cruzó la puerta principal despidiéndose con un "te llamo luego", tuvimos que jugar a las escondidas andando sigilosamente por la estancia intentando hacer el menor ruido posible ya que mis padres se encontraban levantados. Mañana iba ha ser la gran pelea tan esperada pero a la vez temida, así que hoy tenía que ir temprano al gimnasio para seguir entrenando con Collin.

No conseguí que Dan cediese para llevarme después al museo, cada vez que lo mencionaba ponía una cara de muy pocos amigos haciendo un puchero adorable al que no me podía resistir. Sonaba muy mal, pero mi segunda opción fue Colton quien accedió al instante amenazándome con tomar unos donuts a la vuelta y claro está ¿quien puede negarse a unos tan apetitosos donuts cubiertos por una dulce capa de dulces? Y así fue como pasamos la mañana del treinta, fascinándonos por cada vitrina de las múltiples secciones que exponían restos arqueológicos increíbles.

El cielo seguía gris cuando volvimos a salir aunque la lluvia había parado un poco, dejando tan solo caer unas cuantas más al resbalarse por el tejado de aquel imponente edificio arquitectónico que poseía una cantidad exuberante de tesoros históricos.

Colton sacó el mini paraguas que llevaba metido en el bolsillo de su oscuro y elegante abrigo, lo abrió posicionándolo justo encima de nuestras cabezas impidiendo que las gotitas siguientes en mojando nuestro pelo. Si soy sincera, no sabía a dónde estábamos yendo, él dijo que el local me iba a encantar y después puso rumbo sin siquiera esperarme, así que tuve que correr detrás suya hasta poder alcanzarle y refugiarme en debajo del objeto que resonaba cada vez que el agua hacía su presencia.

- Es aquí - nos paramos enfrente de un local pequeño decorado con unas flores en el exterior. Colton, tras crear el paraguas, empujó la puerta soñando así una pequeña campanita avisándole a la chica que estaba detrás del mostrador repleto de pasteles y donuts que había nueva clientela a la que atender.


El sitio parecía acogedor, decorado con una mezcla de colores marrones tanto claros como oscuros, sus enormes cristaleras permitían contemplar el exterior viendo como la gente iba y venía de un lado para otro con prisa o simplemente dejándose llevar por la esencia navideña que seguía apoderada de aquella ciudad grisácea.

- ¿Qué vas a querer? - me preguntó tras habernos sentado en una mesa un tanto apartada de la puerta con el fin de evitar aquel frío helador que entraba por esta cada vez que alguien la tocaba.


Fruncí el ceño girando la cabeza hacia donde se encontraban esos deliciosos manjares, aunque fue fallido ya que con suerte distinguía una tarta de una forma redonda como eran los pequeños dulces que habíamos venido a probar en un principio. Volví a girarme sobre el asiento encogiéndome de hombros.


- Sorpréndeme. - Una manera muy sutil de dejarle en claro que no veía nada a tanta distancia.



Él asintió dirigiéndose hacia la chica que le sonreía tan amablemente en todo momento, esta hacía gestos con sus manos bastante exagerados y luego ... un momento ¿se estaba tocando el pelo? Espera, ¿está intentando ligar con él?

¡Lo está haciendo! Pero de una forma bastante descarada ... Alguien debería de decirle que estaba siendo un poco excesiva y bueno ya que estamos, decirle también que aquí el chico tan bueno que tiene delante suya es gay.

ListenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora