La cafetería estaba completamente vacía y era normal. La gente estaría en sus casas un miércoles a las nueve de la tarde, o por lo menos eso haría yo. Deje el trapo encima de la encimera una vez que terminé de limpiar todas las mesas para después agarrar mi móvil y deslizar el dedo por encima de la pantalla desbloqueándolo.Un mensaje de voz.
- Baby hace demasiado frío, te espero mejor en el coche. Recuerda que es azul, el otro lo están arreglando. - la voz de Colton me hizo sonreír. Le pulse al teclado para comenzar a escribir cuando otro mensaje de voz saltó.
- ¡Tráeme pasteles! - negué con la cabeza y le escribí un escueto "vale".
Mire otra vez el reloj y suspire. Se me había hecho eterna la jornada, solo quería llegar a casa y quitarme el sujetador.
Gire y me encamine hacia los vestuarios para coger mi bolso y dejar el delantal en mi taquilla la cual era demasiado pequeña. Apagué las luces y cerré la puerta con las llaves. Estire el brazo intentando alcanzar la rejilla de metal pero acabe teniendo que dar un pequeño salto para poder cogerla y tirar de ella hacia el suelo. Si ya me sentía bajita de por si, con esto ya ni me molestaba en pensar.
Un claxon llamó mi atención. El coche de Colton estaba enfrente mío, por lo que solo tuve que cruzar la calle para entrar al vehículo.
- ¿Traes los pasteles? - me preguntó.
- Hola a ti también. - extendí la mano dejando encima de su regazo una pequeña bolsa llena de comida. - ¿De que querías que hablásemos?
Colton sacó un pastelillo rosado de la bolsa y se lo metió de golpe dentro de su boca, comenzando a masticarlo mientras soltaba un gemido.
- Colton. - agarre la bolsa quitándosela.
- Eh lo que se da no se quita. - hizo un pequeño mohín. - Devuélvemela.
Suspire.
- Vale, pero cuenta.
- Veras, tu sabes que yo quería mucho a Lance ¿verdad? - un nudo se formo en mi estomago haciendo que me revolviese en el asiento.
- ¿A qué viene esto? - le pregunte
- Nunca se lo dije y me arrepiento todos los días de ello. - agachó la cabeza. - Fue muy duro para los dos cuando el se fue. Y dudo que lo lleguemos a superar algún día. El siempre estará ahí. - incliné un poco mi cabeza viendo como sus ojos se aguaban.
- Colton ...
- Déjame terminar por favor. Esto es demasiado difícil para mi. - trague saliva. No me gustaba esto, no quería seguir hablando de el. No ahora. - Prometí que jamas amaría a alguien como lo hice con el, y juro de verdad que lo tengo tatuado en la mente y en mi corazón. - giro su cabeza observándome directamente a los ojos. Me dolía verle llorar, pero sabía que yo también lo estaba haciendo. - He conocido a alguien.
Mi respiración se atascó por un segundo. Pero no le culpaba.
- Bailee, yo ... Lo siento. Sabes al igual que yo que ningún chico le podrá sustituir, pero ... - le interrumpí.
- Lo comprendo. - le dije. Pude oír como el soltó el aire. - Tienes todo el derecho a rehacer tu vida. No sería justo para ti el no volver a amar.
- No, eso jamas.
- Escúchame Colton, el siempre estará con nosotros, pero tu tienes que continuar con tu vida al igual que lo voy a hacer yo. - el comenzó a negar. - ¡Colton! el lo hubiese querido.
- Pero me siento tan culpable. - pegó un golpe al volante con su pucho haciendo que brincase del susto. - ¡Joder!
- No tienes que sentirte así. No eres culpable de nada. - levante mi mano limpiándole las lagrimas de su mejilla derecha. - ¿Le hablaste de Lance?
El asintió y volvió a mirarme.
- Dijo que lo comprendía y que no me exigiría nada. - sonreí.
- Pues entonces solo tienes que dejar tu mente en blanco y dejarte llevar.
- Gracias. - se inclinó abrazándome. Yo solo le estreché con todas mis fuerzas mientras dejaba que las últimas lagrimas abandonasen mis ojos.
Era un chico asustado de traicionar a su amado el cual le protegía desde el cielo, como un ángel. El no debería de sentirse así. Si era verdad que Lance nos había marcado, pero me estaba dando cuenta que no podíamos seguir viviendo entristecidos cada vez que el aparecía en nuestros recuerdos.
El se merecía el ser recordado con felicidad, con todos los momentos divertidos, con todas las noches en vela hablando de mil cosas pero de ninguna a la vez, ... Con amor.
- Ahora vámonos a casa que tengo demasiado sueño - le dije separándome de su abrazo.
- ¿Puedo irme a tu casa a dormir? - preguntó.
- ¿Te has traído pijama? - el asintió - ¿Tenías planeado el quedarte de antes? - se le escapó una pequeña sonrisilla.
- Lo siento, no te iba a contar lo del chico. Tenía planeado una noche de películas juntos, pero me vino un vomito de palabras y te lo solté.
- Esta bien, pero ninguna de miedo. - le señale advirtiéndole.
- Claro, hoy no esta Dan para que se la chupes. - Colton arrancó el coche, mientras mi boca no se podía abrir más.
- ¡Serás idiota! - le di un manotazo en su brazo haciéndole sonreír. - No te voy a volver a contar nada.
- Sabes que lo haras.
- Claro que no. - me cruce de brazos volviendo a mirar al frente.
Diez minutos después nos encontrábamos en la puerta de mi casa. Metí la llave el la cerradura y la abrí con sumo cuidado ya que mis padres seguramente estaban durmiendo.
Le hice un gesto a Colton para que se quitase los zapatos, cosa que yo también hice. Nos dirigimos hacia mi habitación cerrando la puerta detrás nuestra. No tardo ni un segundo en tirarse encima de mi cama desordenándola.
Sería una noche muy larga.
Espero que os haya gustado :)
Comentad y votad, yo estaré encantada de responder vuestros comentarios.
Siento la tardanza, acabo de empezar la universidad y ha sido mucho estrés. ¡Pero ya estoy de vuelta!
E.S
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RomancePara ella ser la niña buena no era una tarea complicada. Nunca desobedecía a sus padres, sacaba buenas notas y no se metía en problemas. Pero no era un angelito. Ella iba a fiestas, bebía y siempre buscaba una oportunidad para irse con sus amigos...