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Capítulo 43

Metí la llave en la cerradura de la puerta girando levemente la muñeca para escuchar un fuerte click, signo de que ya podía empujar hacia adentro y pasar a casa. Esta hizo un ruidito que fue opacado por la alegría de mi madre al verme desde la cocina.

- Bailee, la cena ya casi esta lista. ¿Vienes con hambre? - sonreí tras haberme acercado a ella, depositado un beso sobre su mejilla.

- No mama, me voy ya a mi cuarto. - ella asintió sin borrar de su rostro la sonrisa que tanto me reconfortaba.

Me quite las zapatillas y el abrigo una vez que llegue a mi cuarto y cerré la puerta. Saque el pijama de debajo de la almohada, que ganas tenia de tirarme encima de la cama. Tras ponerme este, me recogí el pelo en una coleta.

Dirigí mis pasos hacia el mueble negro que tenía enfrente de mi cama, permitiéndome el pasar mis dedos delicadamente por los vinilos colocados exactamente como a mi me gustaba.

Sin mucha decisión, escogí uno al azar el cual puse en el tocadiscos regulando el volumen para que esté tan solo se escuchase como una pequeña brisa.

Mi móvil se encendió, saltando diversos mensajes en la pantalla tanto de Destiny como de Colton pidiendo vernos en una videollamada.

Abrí el portátil que estaba encima de la cama, guié con el dedo el ratón hacia la ventana que no paraba de saltar y le pulsé a acceder llamada. Me coloqué bien encima del suave colchón mientras esperaba a que se conectase.

Pronto las caras de ambos aparecieron tapando la foto de Paris que había puesto como foto de pantalla. Esta estaba hecha desde dentro de un metro gris y tan solo enfocaba a una de las puertas en donde se podía apreciar Paris de noche a través de los cristales.

- ¿Y esa cara que me traes? Deja ya el alcohol Destiny, eso no es bueno - esto ya era más normal, jamas habíamos conseguido mantener una conversación seria por más de diez minutos y este tipo de saludos ya era costumbre.

- Tu deja de ser tan capullo. - ella hincho sus carretes para después sacar la lengua y hacer un tonto sonido.

- Si, definitivamente lo que quería oír antes de irme a dormir. - los dos me miraron - Sois los únicos que sabéis decir así de bien las buenas noches.

- ¡No te hagas la víctima! Que normalmente la que empieza eres tú. - me acusó ella. - ¿Te has vuelto educada en estos días que no te hemos visto?

- ¿Y tú te has vuelto tan popular que ya ni quedas con nosotros? - los tres nos encontrábamos en pijama y con una pintas bastante graciosas de ver.

- Me fui con los amigos de mi hermana a la montaña. - revoleo sus ojos poniéndolos en blanco - Recordarme no volver a ir con ellos.

Y aunque lograse reírme de eso, no pude evitar pensar en que Colton y yo si que nos habíamos visto varias veces. Daba igual eso, lo importante era el motivo del por qué.

No podíamos decírselo, ¡si ni siquiera podíamos hablarlo casi entre nosotros!

Él me miro por unos segundo a través de la cámara sabiendo a la perfección lo que estaba pensando. Le sonreí al ver como Colton tampoco iba a decir nada.

- Bueno, ¿al final hay plan para el 31?

- Podríamos ir a la fiesta que celebra el amigo de mi hermano. - Él hermano mayor de Destiny fue el primer chico que me llegó a gustar de esa manera. Siempre que iba a su casa me quedada embobada viéndole y es que no me culpen, el chico es demasiado guapo con su pelo rubio y ojos azules además de sus abdominales bien trabajados.

Aunque si lo pienso ahora detenidamente y lo comparo con Dan, él simplemente es un chico normal y corriente que ya no me llama la atención ni un poquito.

Dan, quizás pueda convencerle para venir conmigo a la fiesta.

- Esta bien, pero ¿nos dejarán ir? - Colton se recostó sobre la cama poniendo su ordenador de modo horizontal.

- ¡Claro que si! - aseguró ella.

Hice lo mismo que Colton pero sin llegar a girar el ordenador, agarrando la almohada para abrazarla a mi pecho.

- Mañana quedamos a primera hora para ir a comprar los trajes.

- Que pereza, ¿no podemos quedar más tarde? - pregunte. No era mucho de madrugar y encima tenía que ducharme por lo que eso significaba levantarme mucho antes.

- Si queremos encontrar un buen vestuario, tenemos que ir sobre las 9:00. - maldije en voz baja contando mentalmente cuantas horas podía haber dormido más.

- Esta bien, pero desayunamos fuera que sino no me da tiempo. - Ellos asintieron un par de veces. Supongo que iríamos al centro, allí es donde las tiendas son más grandes que las de un centro comercial.

Después de estar hablando por casi más de dos horas y media, cuando a mi ya se me estaban cerrando los ojos y la voz femenina de Destiny se estaba comenzando a distorsionar siendo casi imposible el entender lo que estaba diciendo, decidimos despedirnos para podernos dormir y así no quedarnos dormidos mañana.

Cerré el ordenador y quite el vinilo que casi se había terminado de reproducir todo as las canciones. A estas horas ya todo el mundo estaría plácidamente soñando en sus cosas mientras que a mi, una vez que ya me había levantado, me iba a costar volverme coger el sueño.

Maldije por lo bajo cuando di mi quinta vuelta, enrollándome con las sábanas blancas.

Me fijé en las luces de las calles que se traspasaban por la ventana, el suave sonido de unas gotas cayendo dio paso a una noche lluviosa.

De pronto, la habitación se iluminó. Agarre mi móvil, el cual se estaba cargando e intente fijarme en el mensaje que acababa de recibir, cosa que se me hizo al principio un poco difícil ya que la pantalla se había distorsionado por mi vista borrosa al estar a oscuras.

Mi sonrisa no tardó en aparecer en cuanto termine de leer esas cinco palabras.

- Me debes un baile coloretes.

Espero que os haya gustado!
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E. S