Eran las seis de la tarde cuando recibí la llamada de mi prima.
—Hola Pamela —dije sin ánimo de hablar.
—Hola Alison, acompáñame a caminar al parque, no es lo mismo sin tu compañía.
—No quiero salir ahora —dije cambiando los canales. Estaba muy cómoda en mi sofá.
—Anda, vamos... no seas así, tienes que salir a distraerte un poco y así olvidas a ese cretino.
—Está bien, paso por ti en media hora—dije levantándome del sofá con pereza.
—Ok, perfecto —dijo ella alegre.
Después de una hora llegamos al parque, habían muchas personas caminando, otras trotando y haciendo ejercicios, otras paseando sus perros y otras solo hablando.
—Cambia esa cara prima, vas a asustar a los niños que están jugando en el parque —dijo entre risas.
Ruedo mis ojos y luego me rió con ella mientras continuábamos caminando.
—Mira ese chico, esta guapísimo.
—¿Dónde? —digo buscándolo con la mirada.
—Allá —dijo señalándolo.
—Tú de verdad que no cambias Pamela —digo riendo y negando con mi cabeza.
Después de media hora caminando y escuchando a mi prima hablar, me olvide un poco de Lucas, después de dos meses separada de él aun lo seguía queriendo a pesar de su traición.
En ese momento me repico el teléfono, era Lucas, me sorprendí y quería contestarle de una vez pero Pamela al darse cuenta empezó a quitarme el teléfono para que no contestara.
—Por favor Pamela —dije esquivándola y dando pasos hacia atrás. Hasta que me resbale y caí, pero por suerte no caí al suelo, un chico me atajo en sus fuertes brazos.
—De verdad disculpa —dije apenada mirando al chico fijamente a sus ojos, él no me dijo nada solo sonreía.
¡Dios mío que hermosa sonrisa la de este hombre!
Pensara que soy una torpe
Pensé mientras fulminaba a Pamela con la mirada.
—Todo eso fue por su culpa —dije entre los dientes mirando a Pamela.
—Ten más cuidado —dijo ese chico sonriendo de lado.
Me quede embobada viendo su abdomen definido y su espalda a medida que se alejaba.
¿Cómo puede venir ese chico a trotar sin camisa?
A más de una le puede dar un ataque al corazón con tan solo verlo.
—¡Aja! te pille —escucho decir a Pamela sacándome de mis pensamientos, ella me estaba mirando con picardía y me empujo levemente.
—Ese chico se te quedo viendo Alison —me decía Pamela burlándose.
—Claro que no —dije mientras revisaba mi teléfono.
—Claro que sí —insistió ella, además está súper guapo, que afortunada fuiste cayendo en sus brazos.
—Por tu culpa no le conteste a Lucas —dije mirándola a los ojos seriamente.
—¡Ay ya! Sácalo de tu cabeza Alison.
—Mejor así, para que sufra... tienes que sacarte a ese cretino de tu mente, y que mejor manera que con ese bombón que acabamos de ver —me dijo ella riendo con picardía.
—Mejor sigamos caminando —le dije para cambiar el tema. Pero de verdad si estaba guapo ese chico no se podía negar.
Después de dar otra vuelta, nos conseguimos de nuevo a ese chico, pero una chica lo tenía agarrado de su brazo muy cariñosamente, prácticamente lo tenía agarrado para demostrar a las otras chicas que estaban ahí que él era suyo.
—Mira... el chico guapo al parecer tiene novia.
—Sí, ya me di cuenta ¿y a mí que me importa?
—No te enojes, solo es un comentario —dijo Pamela en tono burlón haciendo una mueca.
—¿Porque mejor no me acompañas a la disco hoy? Puedo presentarte unos amigos que están guapísimos, y así te sacas de una vez por todas a ese idiota.
—Y dale con lo mismo—dije con fastidio.
—No iré a ningún lado contigo —dije con voz firme.
—Si vas a ir —dijo Pamela insistiendo y así estuvimos hasta que llegamos a mi apartamento y término convenciéndome.
Pedimos un taxi para no llevar carros por si nos pasábamos de tragos.
—Cuando te diga que me voy, me iré —dije seria caminando a la entrada del lugar.
—Apenas vamos llegando, no seas aguafiestas —dijo Pamela echándome malos ojos.
Yo tenía un vestido negro, que se amoldaba a mi cuerpo, por supuesto elegido por Pamela, yo era más reservada en cierto modo, pero ella era tan insistente que no quería discutir esa noche.
Yo me quede en la barra tomándome una copa, mientras Pamela bailaba con un chico al cual ella ni conocía, desde lejos me miraba y me sonreía. Yo solo la miraba y negaba con mi cabeza.
Ya eran las dos de la madrugada y yo ya tenía algunas copas encima cuando se me acerco Pamela con ese chico.
—Ven vamos a bailar —me decía Pamela muy alegre, tenía unos cuantos tragos de mas también.
—Mucho gusto, me llamo William —me dijo el chico acercándose a mí, no podía escucharlo muy bien por el alto volumen que había en el lugar.
—Yo soy Alison —dije del mismo modo acercándome a él.
—Ven, vamos a mi mesa, así les presento a mi amigo.
Yo solo asentí mientras caminaba al lado de Pamela y William iba delante de nosotras.
—Mira prima... ¡es él! el chico de ahora y por lo visto está solo, no está con la fea esa del parque.
—¡Ay por dios! Pamela no seas así... no lo veas —dije cubriéndome con Pamela. Para mi mala suerte William se acercó a ese chico. Pase mi mano por mi frente, mientras veía la cara de Pamela riéndose en mi cara con satisfacción.
—Les presento a mi amigo, James.
—Ya nos conocimos hoy en el parque, de verdad que el mundo es un pañuelo, ¿no te parece Alison?—dijo Pamela mirándome con su sonrisita.
Luego estrecho su mano con la de él.
—Mucho gusto yo soy Pamela y ella es mi prima Alison —dijo ella señalándome con una sonrisa de oreja a oreja.
—Mucho gusto —dijo James mirándome fijamente. Yo solo estaba callada, solo quería irme a mi apartamento.
—Bueno ya que todos se conocen vamos a bailar —dijo William agarrando a Pamela por la cintura.
—Yo prefiero quedarme aquí —dije sin ánimo jalando la silla para sentarme.
—Anda... baila conmigo, o... ¿no sabes bailar? —lo escucho decir sin apartar su mirada de mis ojos color miel. Me miraba de esa forma tan profunda que lograba intimidarme en tan solo un segundo.
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Sr. Collins
RomanceJames Collins un apuesto y atractivo empresario de tan solo 27 años, Alison White una joven de 22 años de buen corazón, atractiva y cariñosa... se conocerán de la manera menos esperada y coincidirán en muchos lugares. Ella no tenía problema de dine...