—¿Quiénes más? Por supuesto que Pamela y Alison —dice así con total naturalidad.
—Por cierto... ¿podemos ir a tu casa de la playa?
No pude evitar sonreír como un idiota y luego disimule aclararando mi garganta.
—Sí, si claro, no hay problema en eso —digo respondiendo de forma automática.
—¿Ella lo sabe?—pregunto con cierta curiosidad.
—Sabía que al nombrarte a Alison ibas a reaccionar así —dice burlándose de mí.
—No estoy de humor para tus chistecitos —digo con voz firme.
—Está bien... está bien, solo piénsalo —dice William entre risas levantando sus manos en señal de defensa.
Cuando William salió me quede pensando en su grandiosa idea.
...
Narra Alison
Me la pase trabajando fuertemente en el proyecto, a la hora del almuerzo no quise salir, preferí llamar y pedir comida para comer en mi oficina, no quería ni siquiera cruzarme con James en el pasillo.
Cuando veo mi reloj me doy cuenta que son más de la cinco de la tarde y recordé que tenía que pasar primero a buscar un pastel que había encargado para llevarlo a la fundación de niños, por su aniversario número tres... cuando estoy montándome en mi carro lo veo a él a lo lejos, sin embargo desvió mi mirada desinteresadamente y encendí mi carro.
Al cabo de media hora ya estaba llegando a la fundación.
—Hola señorita Alison, déjeme ayudarla —dice amablemente el señor que estaba parado en la puerta de entrada.
—Gracias —dije cordialmente mostrando una pequeña sonrisa.
En un pequeño salón estaban los niños jugando, una niña rubia, como de tres años en cuanto me vio salió corriendo con sus brazos abiertos, ver su carita llena de felicidad, me hizo recordar ese vago recuerdo que tenia de mi mamá antes de abandonarnos a mi padre y a mí.
No pude contener mis emociones y una lágrima corrió por mi rostro, disimule un poco y me limpie delicadamente mis ojos viendo como la niña se alejaba a donde estaban los otros niños.
—Gracias por estar con nosotros nuevamente, y esta vez en nuestro tercer aniversario —me dijo amablemente la señora a cargo de la fundación.
—No hay de que, sabes que soy feliz de ver todos esos niños con una sonrisa en sus rostros —dije controlando mis emociones.
A decir verdad lloraba como mucha facilidad.
Después de media hora nos encontrábamos en el pequeño parque que tenía la fundación para los niños, estaba jugando pelota con ellos cuando me hace seña la señora Julia con su mano, me acerco a ella haciéndole seña a los niños que ya regresaba.
—Hay un hombre esperándote en el comedor.
—¿A mí? —digo desconcertada.
—Sí, estuve platicando con él y por lo que me dijo quiere mejorar la calidad de vida de los niños —escucho decir a Julia muy emocionada.
—Y que quiere hablar contigo —termina diciendo Julia.
—¿Conmigo? —digo en voz baja apenas escuchándome yo.
—Ok, iré a ver qué quiere decirme —digo con indiferencia.
Cuando voy entrando al comedor me consigo a ese hombre mirando por el ventanal con las manos en sus bolsillos, aclaro mi garganta para obtener su atención y en cuanto giro...
—Ah con que tú eres ese hombre que quiere hablar conmigo —digo riendo con ironía y cruzándome de brazos.
—¿Cómo no lo imagine antes? —digo negando con mi cabeza.
James estaba con ropa casual, y se veía guapo como siempre.
—Te estaba observando desde la ventana y te ves tan tierna jugando con los niños.
—En lo poco que llevo conociéndote me he dado cuenta de lo valiosa que eres, eres noble y de muy buen corazón, además de ser totalmente dulce y cariñosa.
No pude evitar sonrojarme por su comentario.
—Eh yo... yo no creo que hayas venido hasta acá para decirme eso —termino diciendo un poco incomoda.
—Y además... ¿me puedes explicar que estás haciendo aquí?
—Solo pasaba por aquí y me preguntaba que tal vez yo también puedo aportar y ayudar a mejorar la calidad de vida de estos niños.
—¿Y tú crees que yo me voy a creer ese cuento? —digo riendo irónicamente.
—No creo que sea una coincidencia que justamente tú estés aquí, o sea ahora tú apareces en todos los lugares que estoy yo así de repente —añado con sarcasmo.
—Bueno te soy sincero, no es una casualidad que este aquí, pero en realidad si quiero ayudar a estos niños.
—No quiero que lo hagas solo por quedar bien, sino que nazca realmente de tu corazón ayudar a estos niños.
—Alison no vayas a empezar, de verdad me gustaría ayudar.
—Si me disculpas, voy de nuevo con los niños me están esperando —digo alejándome de él.
En eso siento su cálida mano que me detiene.
—Estoy hablando en serio Alison, entre los dos podemos hacer un gran equipo, estaba pensando comprar un terreno grande donde podríamos construir una nueva fundación, con todo lo necesario para el bienestar de ellos, además como tú eres una excelente arquitecta quien mejor que tú para diseñarla.
—Sí, ok ok... hablaremos de eso más tarde, regresare con ellos.
—Yo también iré contigo —escucho su voz atrás de mi siguiendo mis pasos.
¡Este hombre de verdad que no se cansa!
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Sr. Collins
RomanceJames Collins un apuesto y atractivo empresario de tan solo 27 años, Alison White una joven de 22 años de buen corazón, atractiva y cariñosa... se conocerán de la manera menos esperada y coincidirán en muchos lugares. Ella no tenía problema de dine...