Vete

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POV NATALIA

Me desperté y Alba no estaba en la cama. Grité su nombre pero nadie me respondió. Entonces vi un post it pegado en mi mesilla.

"Nat perdona la estampada, no me encontraba muy bien y no paraba de dar vueltas. No quería despertarte y me fui a casa. Hablamos mañana."

Me sentí fatal por que se fuera así en lugar de avisarme por la noche si se encontraba mal. Me di una ducha rápida y me vestí para después salir hacia casa de Alba.

- Hola - le dije cuando me abrió la puerta - ¿te encuentras mejor? - ella me sonrió y me invitó a pasar.
- ¿Qué te pasaba? - algo le pasaba, y no era que se encontrara mal.
- Me puse a dar vueltas a la cabeza y me agobié...
- ¿Y a qué le dabas vueltas? Pensaba que te encontrabas mal.
- Natalia no quiero que dejes de lado a tus amigos por estar con nosotras...
- ¿Qué dices Alba?, no les dejo de lado.
- Ya, pero dejas de ir a planes o cosas y no deberías, son tus amigos. Me encanta que pases tiempo con nosotras pero me parece que si sigues así acabarás odiándonos por alejarte de ellos. Olivia quita mucho tiempo, se pone mala, rompe ordenadores... y no es tu hija Natalia...
- Vaya - aquello fue como un dardo. Yo sabía de sobra que no era mi hija, pero la quería muchísimo y la cuidaba de la mejor forma que sabía hacerlo.
- Ya sabes lo que quiero decir Natalia.
- No, si lo has dicho bien claro. Alba, soy mayorcita. Si he dejado de hacer cualquier cosa por estar con vosotras es porque he querido.
- Lo se Natalia pero no quiero que - la corté sin dejarla terminar.
- ¿Sabes lo que no quiero yo? No quiero que cada dos por tres intentes poner en mi mente ideas que no estaban. ¿Lo entiendes? Si os vierais como yo os veo no dudarías ni un segundo Alba, y tú no haces más que intentar que yo me rinda. Joder he perdido la cuenta de la cantidad de veces que me has dicho que me vaya de tu casa para hacer cualquier otra cosa. Te hace falta asumir que haya alguien a quien no le importe renunciar a algo por vosotras.
- Ahí te has pasado Natalia.
- ¿Yo? Joder Alba no es mi culpa que el padre de Olivia se fuera. NO. ES. MI. CULPA. Ni lo de su padre ni lo de tu ex novio. Estoy haciendo todo lo que se me ocurre por vosotras pero si no me dejas no puedo.
- Estoy intentando que esto salga bien JODER. No se cómo hacerlo Natalia no he sabido hacerlo en ninguna relación. Y tú no haces más que atacarme.
- ¿¡YO ATACARTE!? ¡NO LA PAGUES CONMIGO! Eres tú la que ha desaparecido en plena noche en lugar de esperar a por la mañana para hablar las cosas tranquilamente. ¡Joder Alba que he pasado más tiempo con esa niña que su propio padre!
- ¡DEJA DE HABLAR DE ÉL DE UNA VEZ! - gritó llorando.
- Alba, solo intento que entiendas que se que lo has pasado mal, pero joder ya vale - yo también lloraba - yo no soy su padre joder.
- ¡PARA YA NATALIA! No viene a cuento que saques al padre de Olivia en todo esto, para ya.
- Es la verdad Alba, que él se fuera no quiere decir que yo también fuera a hacerlo. Pero ¿sabes qué? Ahora mismo me están dando muchísimas ganas.
- Pues vete. ¡VAMOS VETE! - dijo empujándome - Estoy acostumbrada como bien sabes y te encargas de recordarme. Vete y no vuelvas ¡venga!
- ¡ALBA JODER! ¿Esto es en serio? ¿Ves cómo no dejas de echarme?
- NATALIA VETE - esto es en serio. Se acaba.
- ¿Sabes Alba? Un día vas a estar con Olivia y vas a acordarte de mi, de lo que os quería y de cómo lo hacía, y te aseguro que nadie va a hacerlo igual - en ese momento mis ojos eran una auténtica fuente.
- Natalia, quiero que te vayas - me quedé quieta - ¡VETE JODER!
- Me estás echando tú Alba, como todas las veces, como la primera vez que vine aquí a comer con vosotras, desde antes incluso de conocer a Olivia ni saber de su existencia, como siempre Alba. Yo siempre he querido seguir contigo pero ya no se cómo hacerlo... lo he intentado todo Alba - dije con lágrimas en los ojos y salí por la puerta dando un portazo.

Iba por la calle a toda prisa, pero no iba en dirección a mi casa, iba sin rumbo. Andaba rápido y llorando. Joder otra vez. Pensaba que esto ya estaba superado. Pensaba que no volveríamos a tener que discutir por esto. Pero no. Los miedos de Alba habían vuelto a atacarle sin motivo. Al rato de estar andando sin rumbo me dirigí a casa de Marta, necesitaba desahogarme.

Todo o nada // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora