Todo o nada // Albalia

¿Vienes?

POV NATALIA

Me desperté y no hacía más que pensar en Alba. Me vestí y salí hacia su casa. Llamé a la puerta y me encontré a una Alba con cara de cansada. No debía haber dormido nada.

- No debí irme ayer - le dije aún desde la puerta.
- Fue culpa mía - dijo mirándome.
- Si, lo fue - admití - Pero yo no debí irme aunque tu te empeñaras en echarme.
- Lo siento... lo siento mucho Natalia de verdad - dijo abrazándome.
- Yo también - dije acariciando su pelo y apretándola más contra mi pecho - pero Alba - dije separándome de ella - tienes que empezar a asumir que no me voy a aburrir de vosotras. Que no me voy a ir a ningún sitio coño - dije sonriendo mientras mis ojos se inundaban y le limpiaba a Alba las lágrimas que recorrían su mejilla - eso es lo que hace la gente que os quiere Alba. No se van, ni se asustan ni se aburren, se quedan. Y yo os quiero Alba, os quiero muchísimo a las dos. De verdad.
- Yo también te quiero - dijo abrazándose de nuevo a mi espalda - y Oli me odia porque dice que ayer te fuiste por mi culpa. Me llamó mala - dijo separándose de mi y haciendo un puchero - y esta mañana no ha querido darme ni un beso.
- Seguro que podemos arreglarlo - le dije sonriendo y luego agarré su cara para chocar mis labios con los suyos.
- Vamos pasa.

Entré y fui directa a la habitación de Olivia. Me la encontré sentada en el suelo jugando con un set de médicos, poniéndole una inyección a su osito de peluche.

- ¿Qué le pasa? - dije apoyada en el marco de la puerta.
- ¡Nalia! - grito la pequeña levantándose del suelo y corriendo hasta a mi. Me agaché y la cogí en brazos.
- Hola pequeñaja - la apreté tan fuerte como pude.
- ¿Queres jugar? - me dijo cuando la dejé en el suelo y Alba apareció detrás mío, vi como Olivia la miró un poco mal.
- ¿Invitamos a mamá? - le dije a la pequeña que la miraba con duda.
- Beno.

Sonreí a Alba y nos sentamos con Olivia en el suelo y jugamos con ella un rato.

- Voy a hacer la comida - dijo Alba levantándose - ¿te quedas? - dijo mirándome y vi que Olivia me miraba fijamente.
- Claro, me quedo.
- Bien - dijo antes de salir hasta la cocina.
- ¿Hoy no aburres? - me dijo Oli.
- Yo nunca me aburro con vosotras - le dije dándole con un dedo sobre la nariz.
- Ayer si... por mamá- dijo apenada.
- Ayer tampoco Oli, tenía que hacer una cosa. Pero hoy estoy aquí. Y mamá es la mejor del mundo, no quiero que vuelvas a decirle que es mala ¿vale? - me miró con sus ojos idénticos a los de Alba y me la quería comer ahí mismo.
- ¿Por?
- Porque mamá es muy buena, y se pone triste si tú te enfadas con ella, y tú no quieres ver triste a mamá ¿a que no? - ella negó - pues corre a decirle lo mucho que la quieres - Oli se levantó rápido y salí detrás de ella hasta la cocina donde se abrazó a las piernas de Alba con fuerza. Alba se sobresaltó y me miró con ternura.
- Te quero mami. Mucho - le dijo cuando Alba se agachó a su altura.
- Y yo a ti mi amor. Te quiero más que a nada en el mundo - vi como se le escapaba una lágrima.
- ¿Más que a Nalia? - dijo curiosa y yo sonreí.
- Un poquito más - dijo Alba susurrando - pero no le digas nada.
- No mami - dijo riéndose. Alba se levantó y me miró.
- Gracias - dijo en un susurro mientras Olivia salía hacia el salón.

Comimos las tres juntas hablando con Oli de lo que hacía en el cole. El otro día le echaron la bronca porque le profesora le pidió que hiciera algo y ella le dijo que solo le apetecía pintar y se negó. Olivia lo contaba riéndose y yo no podía evitar hacerlo también, mientras Alba me daba patadas bajo la mesa.

- Mami, ¿cuando es mi pumple? - preguntó de repente.

- Es el mes que viene bebé, el 9 de febrero - ¿quieres hacer una fiesta?

- ¡SI MAMI! - gritó emocionada.

- ¿Y de qué? ¿De Peppa Pig?

- No mami, es de bebés... - soltó de repente y nos reímos las dos.