Quiero ser feliz

9.3K 371 54
                                    

POV ALBA

Me desperté con la luz del sol atizando sobre la ventana de la habitación. Estábamos totalmente desnudas, con nuestras piernas enredadas. No había pasado una noche así en mi vida. Ni me acuerdo de cuántas veces me corrí ayer, pero fueron muchas, eso seguro. Cogí el móvil y llamé a mi madre.

- Hola Alba cariño.

- Hola mami ¿qué tal?

- Muy bien, tranquila, Oli está perfectamente. Está vistiéndose con Marina para ir a la playa.

- Que bien, ¿y come bien y eso?

- Si, tranquila cariño está muy bien. ¿Qué tal vosotras? ¿Habéis recuperado el tiempo perdido?

- ¡PERO MAMÁ!

- ¿Qué pasa? Seré madre, pero también mujer hija...

- Ay calla que me muero de vergüenza hablando de estas cosas contigo.

- Vale, vale. Ya me callo.

En ese momento apareció Natalia por detrás mío en la cocina y me besó el cuello.

- ¿Quién es? - me susurró.

- Es mi madre - le dije muda.

- Hola Rafi - dijo al teléfono.

- Hola Natalia cariño, ¿qué tal? - puse el altavoz.

- ¿Qué tal estáis?

- Muy bien, nos vamos a ir a la playa ahora en un ratito.

- Joe qué envidia, ¿está Oli por ahí?

- Justo llega, Oli mi amor, son mami y Natalia ¿quieres hablar con ellas?

- ¿Mami? ¿Nalia? - oímos al otro lado del teléfono.

-  ¡Hola pequeñaja!

- ¡Hola bebé! ¿Te vas a la playa?

- Si mami, ¿venís?

- Ay es que estamos un poco lejos Oli...

- No impota, os espedo - Natalia y yo nos miramos con ternura ante las ocurrencias de Oli.

- ¿Vamos? - me susurró Natalia.

- ¿Ahora? ¿A Valencia?

- Si.

- ¿Pero estás loca?

- Ay es que me apetece mucho Albi...

- ¡Mami que no ecucho!

- Perdona mi amor, pásalo bien en la playa ¿vale?

- Vale mami, adós Nalia.

- Hasta luego peque.

- Venga vamos Alba, mira son las 10 de la mañana, nos plantamos ahí para comer.

- Natalia, se te va la cabeza.

- Por favor, vengaaaaa. Me muero de ganas por ver a Oli y por que pasemos la tarde las tres en la playa Albi.

- Madre mía...

- ¿Qué?

- ¡Estás más enamorada de mi hija que de mi! - dije y Natalia empezó a reírse.
- Son amores diferentes Albi - dijo abrazándome y dejando un beso sobre mis labios.

- Ya, ya... anda, vamos... ¡a Valencia! - las dos nos reímos.

Metimos cuatro cosas en una maleta y después de darnos una ducha rápida nos metimos en el coche en dirección a Valencia. Conducía Natalia y yo iba mirando por la venta pensando en que no podía tener más suerte. La miré cómo cantaba Sinmigo, de Mr. Kilombo y me di cuenta de lo bien que lo hacía.

Todo o nada // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora