Epílogo: Valentía y cupcakes

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Eeeeeeeeeeeeeee SORPRESA!!!!

POV NATALIA

- ¡Alba! ¡Ya estamos en casa! - dije abriendo la puerta y entrando con Oli.

- ¡Estoy en el salón!

- Hola mi amor - le di un beso tierno en los labios - ¿qué tal el día?

- Muy bien la verdad, ¿y el tuyo?

- Genial - Oli apareció a los pocos segundos. Se había convertido en una niña mayor. El pasado febrero cumplió 7 años, madre mía, cómo pasa el tiempo...

- Hola mami - se acercó a Alba y le dio un abrazo.

- Hola Oli mi amor, ¿qué tal el cole? - las dejé hablando y fui a prepararle la merienda a Olivia. Al volver seguimos hablando las tres en el sofá.

- ¿Sabéis lo que me ha dicho hoy Helen? - dijo de repente mientras se comía un trozo de su sandwich.

- ¿Otra vez Helen? Qué chica más pesada... - dijo Alba rodando los ojos.

- Si, otra vez, es muy pesada mami.

- ¿Y qué te ha dicho? - le pregunté yo.

- Que no le caigo bien y que soy rara porque no tengo papá - Alba y yo nos miramos esperando que siguiera hablando. Pero al ver que no decía nada más yo le pregunté.

- ¿Y le has contestado? - dije yo.

- Claro, le he dicho que no soy rara por o tener papá, que soy afortunada por tener dos mamás - lo dijo con tanta seguridad que creía que me moría. Oli era una niña feliz, no tenía carencias afectivas de ningún tipo, hablaba con nosotras de absolutamente todo y siempre había sido muy madura para tener 7 años... - ¿he dicho algo malo? Miss Dorothy ha dicho que es mejor que no le diga nada, que haga como si no existiera - preguntó al ver que no respondías.

- No mi vida, has dicho lo mejor que podías decirle. Esa Helen es muy pesada, tú no te calles nunca Oli, intentarán hacerlo muchas veces, pero tú no te calles, da siempre tu opinión y di lo que piensas ¿vale?

- Si mami. ¿También te parece bien a ti mamá? - se dirigió a mi.

- Pues claro. Mami tiene razón, no puedes dejar que te callen si quieres decir algo. Ya habrá veces que tu misma preferirás no decir nada, pero si quieres hacerlo, hazlo.

- Vale. Voy a hacer los deberes ¿vale?

- Claro mi amor. Ve - Oli se metió en su habitación y Alba y yo nos quedamos en el sofá.

- Adoro a esta niña - dijo Alba y luego me miró - lo hemos hecho bien ¿no? - había pasado ya mucho tiempo, pero todavía me llenaba el corazón que Alba me incluyera como madre de Oli.

- Lo estamos haciendo muy bien Alba.

- Si. Estoy tan orgullosa de ella... es una niña increíble.

- Con semejante madre... qué esperabas - le dije señalándola.

- Eres tontísima.

- ¡Mamá! - gritó Oli desde su habitación - ¿me ayudas con geografía?

- Esa es para mi - le dije yo a Alba y dejé un beso en sus labios. Me levanté y fui a su habitación a ayudarla a hacer los deberes de geografía que le habían mandado para el día siguiente.

POV ALBA

¿Se podía ser más feliz? No. Era increíblemente feliz, habíamos construido una familia sólida, comunicativa y alegre, y eso fue lo que siempre quise para Oli. Había costado, pero por fin lo habíamos conseguido. Y Oli... esa niña cada día me roba más el corazón. No es la niña más lista del mundo, o la más guapa, o la más inteligente. Claro que no. Pero es un ejemplo diario para mi. De aceptación, de madurez y de consciencia del mundo que la rodea. Estaba trabajando cuando recibí una llamada del colegio.

Todo o nada // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora