LEON 9

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—Me parece todo muy surreal —me dice Grisel, aun un poco afligida.

—Sí, ¿Quién iba a pensar que terminaría comiendo una paloma?

—No me refiero a eso Leon. Nathan. Había comenzado a encariñarme cuando de repente sucede todo. No tiene una explicación lógica y eso me tiene muy confundida.

No tengo nada para decir, así que prefiero quedarme callado. Desandamos el camino devuelta al autobús intentando dejar algunas marcas que nos indiquen dónde está la catarata.

Pese a que nos desagrada a los dos, insisto bastante antes de convencer a Girsel de que debemos saquear, o mejor dicho tomar prestadas, las cosas que podamos rescatar de las personas fallecidas. No hemos visto ningún sobreviviente más allá de nosotros. Espero encontrar algo de comida, medicamentos, o lo que sea. Me aterra la idea de volver y encontrar a Luana muerta en algún recoveco en el que no he buscado.

En el camino charlamos sobre nuestras dos prioridades que tendríamos de ahora en más. O mejor dicho, tres:

Prioridad uno: Encontrar a Luana. Mejor viva que muerta.

Prioridad dos: Encontrar una salida o algún tipo de ayuda. Con esta ayuda quizás podríamos buscar a Luana.

Prioridad tres: Necesitamos comida.

Todo en este lugar es raro. Aun pienso en los papelitos que tenían mensajes escritos y que aparecieron misteriosamente. Se me crispa la piel de tan solo recordarlo.

Comienzo a reconocer el terreno por la disposición de los árboles, pese a que antes solo los había visto en plena oscuridad. Estamos cerca del autobús. No siento mucho olor a podredumbre, ¿cuánto tarda un cuerpo en descomponerse?

—Algo va mal, Leon —Grisel que va delante, para enseco.

Al principio no entiendo muy bien por qué me lo dice, quizás venía caminando demasiado absorto en mis pensamientos, pero cuando veo su brazo levantado, con el dedo índice extendido y señalando hacia aquel lugar, lo entiendo.

Con sumo cuidado de ver dónde estoy metiendo el pie, me acerco a toda velocidad, ¿qué mierda pasó? En el exacto lugar donde debería estar el autobús, no hay nada. Tampoco hay rastros de todas las personas.

En el sitio donde había estado el vehículo, hay un óvalo perfecto de color negro ¿Acaso en este lugar todo se quema? Aun así, eso no es lo que más llama nuestra atención. En el medio del óvalo, en pasto color verde y sin quemarse, hay escritas cuatro palabras:

"Tic, tac, tic, tac".

Si antes he estado asustado, ahora no sé qué es lo que siento. Me doy vuelta para mirar a Grisel justo cuando se está agachando para tomar algo del suelo. Se levanta. En su mano tiene un papel. Ya me imagino lo próximo que va a suceder. Todo parece ir en cámara lenta. Lo abre y lo mira confundida. Lo da vuelta para que yo pueda leerlo. Allí aparecieron unas palabras que pude leer antes de que se borren rápidamente.

—No está más —dice Grisel cuando quiere volver a leer el mensaje. Por su tono de voz noto que está asustada.

—El tiempo corre —reproduzco en voz alta, lo que dice el papel.

—No entiendo nada —repite Grisel mientras se toma la frente.

—Alguien debe estar siguiéndonos. Algún sobreviviente que ve que todo es muy gracioso —es lo primero que se me ocurre.

—No lo creo —me responde desechando mi opción—. ¿Cómo se llevaría un autobús y muchos muertos él solo? ¿Y si ha venido el rescate y se los han llevado y nosotros no estábamos?

—Nos habrían buscado, no estábamos demasiado lejos. Además... ¿Por qué escribirían eso en el pasto? ¿Y lo del papel?

Me intriga mucho el óvalo perfecto. En su interior solo se encuentra sano en el lugar donde está cada letra, y por fuera de la figura, todo está vede. ¿Un fuego controlado? "Tic, tac, tic, tac" repito en mi mente

—Los dos mensajes parece que guardan relación con el tiempo —le digo a Grisel.

—Sí, también lo pensé ¿Pero de dónde salen estos mensajes? ¿Quién se tomaría el tiempo de escribir en un suelo que...? —de repente se detiene.

—¿Qué? —pregunto.

—Tenemos que buscar debajo de Nathan. Él también apareció quemado.

—Eso sería raro. Hay algo en todo esto que no me convence. No podría haber nada debajo de los restos del pobre niño, se habría quemado también.

—No perdemos nada con intentarlo.

—Me parece horroroso jugar al detective en una situación así, pero parece que alguien se esfuerza para intentar jodernos. Todo este asunto de los papelitos y la tinta que se borra... qué estupidez.

Así que aquí estamos, a la merced de vaya a saber qué. Y la pregunta que ninguno de los dos nos hemos hecho en voz alta, aflora en mi mente: ¿Por qué?

Si tengo que poner todo esto en palabras, me sería imposible. El clima que hay en torno a toda esta situación no tiene ninguna lógica.

Parecemos muñequitos, vamos de aquí para allá jugando a los detectives y a los buscados ¿Qué pretendemos? Nosotros deberíamos ser los buscados por los detectives. ¿Hola? Se cayó un puente, ¿Nadie lo notó? Qué irónica se vuelve la vida en algunos momentos.

Nos damos cuenta que estamos llegando hacia donde está Nathan porque es imposible confundir con otra cosa el sonido intenso del agua cayendo luego de haberlo escuchado una vez.

—Por aquí Leon —me guía Grisel cuando me distraigo—. No quiero que nos separemos.

Intentamos ir por el camino que hicimos cuando vimos el humo que nos había llevado hacia el cadáver del niño. Cuando llegamos, no puedo evitar que me salga una carcajada. Grisel me reprende con la mirada. Está claro, no podía ser de otra forma, jugar al detective se está volviendo difícil.

Allí donde debería estar Nathan tampoco hay nada, pero nuevamente, hay un óvalo de pasto quemado. La excepción son unas letras que se forman con el color verde del pasto sano:

"Sin lamentos".

Y allí, impoluto y casi siniestramente ubicado, hay un papel sujetado por una roca que tiene pintado un círculo rojo.

Grisel y yo nos miramos al mismo tiempo. A veces, en el momento exacto, una mirada puede transmitir demasiado. Entiende el mensaje, pues intentando de no pisar el pasto quemado, toma la piedra con una mano, y con la otra agarra el papel.

—Sin límite no hay salida —lee en voz alta.

¡Hola gente! Disculpen que no estuve subiendo capítulos estas dos últimas semanas

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¡Hola gente! Disculpen que no estuve subiendo capítulos estas dos últimas semanas. No había fallado nunca en subir actualizaciones pero realmente se me complicó y no pude. Así que volvemos al ruedo y a seguir con los capítulos semanales. Gracias a todos por el apoyo y a los que me escribieron por privado ansiosos de un capítulo nuevo <3

PD: Ya llegamos a las 4000 lecturas y a los 1000 votos!! No puedo creerlo!! Muuuuchas gracias!! :D

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