GRISEL 2

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Le dieron ganas de orinar por lo que fue detrás de un árbol. El exhibicionismo, a diferencia de Leon, no era lo suyo.

Cuando vuelve se da cuenta que Leon recién observaba que se había ido. Leon es una persona que se guarda todo en su interior, aunque no lo quiera demostrar, y en su lugar usa expresiones que lo hacen sentir fuerte. Por un lado, para sentirse así, y por otro para generar una coraza que lo proteja de todo lo que le afecta.

Leon la llama desde el interior del agua para que se meta. Grisel declina la invitación con la cabeza, pero es lo peor que puede hacer. Él comienza a salir del agua, con el cuerpo y su calzón marcado. Grisel se pone tensa mientras se acerca a su lado.

—Vamos, te relajará.

—No, gracias —rechaza su invitación mientras se da cuenta por qué está tan loco por su amiga, ¿Serán novios?

Leon la levanta y le saca sus zapatos mientras Grisel grita para que la baje. El contacto con su cuerpo le moja también su ropa. Por más que patalea no logra soltarse. Camina hacia el agua mientras ella se revuelve.

—No te atrevas.

La mete con ropa y todo puesto y finalmente la suelta. El agua está un poco fría.

—¿Ves?, no era para tanto —le dice riéndose.

—No tenias por qué hacerlo, ya te dije que no. Y no es no. Me has mojado la única ropa que tengo —le dice furiosa.

—No te preocupes, te presto la mía.

—Ni lo pienses, no te quiero ver desnudo devuelta.

En el rostro de Leon se refleja una sonrisa.

—Me puedes prestar la tuya si quieres, hasta que se seque —le dice él, sin vergüenza.

Grisel lo salpica con agua en la cara para que se calle. Él sigue riéndose. Ella quiere sentirse completamente enfadada pero no lo logra.

Leon comienza a nadar de punta a punta dejándola sola en sus pensamientos.

Luego de diez minutos, él sale finalmente del agua pasando por su lado. Ella mira su espalda en forma de v corta. También tiene un admirable trasero.

LímiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora