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Era viernes por la mañana, estaban en la segunda clase del día y a unos minutos de que les tocara pasar a cantar su canción.

Todos aplaudieron, Camila y Shawn habían terminado de cantar de forma asombrosa, más Liam no pudo apreciarlo, pues su mente estaba vagando en lo que había pasado hace dos días. Sabía que era lo mejor haber terminado con cualquier vínculo con el moreno, pero le estaba costando sobrellevarlo. ¿Cómo era posible que en tan solo un mes haya caído tan profundo por alguien tan... tan como Zayn? Solo sabía hacerlo perder los estribos y aún así no podía dejarlo ir tan fácil.

«¿Cómo demonios entraste en mi corazón?», preguntó para sus adentros. «Eres todo lo contrario a lo que siempre quise... Al menos a lo que creía querer. Solo apareciste para desorientarme».

—¿Va a pasar o no, señor Payne? —cuestionó la maestra, con los brazos en jarra y una ceja enarcada, sacando a Liam de sus pensamientos.

—Ah... ¿Qué?

Harry estaba al frente con su violín esperándolo. Tomó su teclado y fue hasta ahí.

—Perdón, la maestra dijo que esperara a que salieras de "tu burbuja" —explicó el ojiverde en un susurro.

—No te preocupes, ya sé cómo es —dijo Liam.

—Bueno, comiencen, los escuchamos —ordenó la mujer.

Ambos comenzaron a tocar y cantar. Sus voces eran hermosas y con esa suave melodía parecía el cántico de los querubines.

☢☢☢

Una lágrima rebelde escapó del ojo de Liam en una parte del coro final de la canción.

"Everything I need
I get from you"

Todos estallaron en aplausos apenas terminaron y Liam no tardó en volver a su lugar.

—Tal vez si te necesito. Te necesito más de lo que quiero —dijo para sí mismo en un tono de voz apenas audible y se recostó en la mesa de su pupitre poniendo sus brazos como almohada.

—Eso fue hermoso, chicos —halagó la profesora—. Bien, es el turno de Smith y Broke.

Camila, Shawn y Harry miraban con preocupación a su afligido amigo, no sabían que le pasaba. El miércoles cuando Liam salió del baño del local lucía normal por lo que Shawn no se molestó en preguntarle de qué habló con el moreno, creía que todo estaba bien.

☢☢☢

Las demás clases no fue distinto. Liam estaba perdido en lo profundo de su mente tratando de buscar una sola razón por la cual no podía dejar de pensar en el moreno y sentir la necesidad de estar a su lado.

Volvió a casa con dos tareas extras y un reporte por parte del maestro de deportes.

—¿Qué te pasa, mi niño? —preguntó su madre notablemente preocupada—. Jamás habían enviado un reporte. ¿Por qué no hiciste nada en tu clase de educación física?

Liam solo se encogió de hombros. Estaban comiendo, bueno, al menos Karen lo hacía. Liam solo tenía su rostro recargado sobre una de sus manos y con la otra picoteaba su comida con el tenedor.

—Amor, sabes que puedes contarme lo que sea. Confía en mí.

—No tengo nada. Solo no me sentía de humor para deportes.

Mi perdición || ZiamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora