Mi perdición || Ziam

24

La alarma comenzó a sonar a las 6:00 a.m. como cada día hábil, haciéndole saber a Liam que era hora de arreglarse para ir a la preparatoria.

—Shhh, apágalo —masculló Zayn, removiéndose molesto bajo las sábanas.

El rizado se levantó sobresaltado en el mismo instante que escuchó su voz.
—¿Qué haces aquí? —cuestionó alarmado en un susurro.

—Es obv-... —El castaño le cubrió la boca, pues no estaba susurrando.

—Habla bajito, mis padres podrían escucharte.

Malik quitó las manos de Liam de su boca y se cubrió con las sábanas hasta la cabeza.
—Déjame dormir —pidió, ahora sí, en un susurro.

—No puedes seguir durmiendo, yo ya debo prepararme para ir a la prepa. ¿No se supone que debías haberte ido en algún punto de la madrugada?

—Sí, pero como te había dicho tenía mucho sueño, y pues no me desperté y por ende no me fui.

—Pues debes irte ahora —Le quitó la sábana y la arrojó al suelo—. Levántate, ponte los zapatos y vete.

—Ugh, que pesado eres —bufó molesto, mientras se sentaba para hacer lo ordenado. Apenas se puso los tenis, le dio un pequeño beso en los labios al castaño y se dirigió a la puerta.

—No, ¿qué haces?

—Pues me voy a ir.

—Pero por ahí no, mis papás ya están despiertos, te van a ver, tonto.

—Entonces ¿por dónde me voy? No me puedo ir por esta ventana, bajar es muy difícil por ahí.

—Y ¿por dónde te vas cuando vienes?

—Por la ventana de la sala. Me fui una vez por esta —dijo señalando la ventana—, y créeme que mis brazos y piernas lo sufrieron mucho.

—Diablos —gruñó—. Umm... Espera a que me arregle y ya pensaré en algo.

—Sí, como sea —Volvió a recostarse en la cama.

Liam se dirigió al clóset para sacar su uniforme, el cual estaba perfectamente planchado y acomodado en un percha.
—No te muevas de ahí ni hagas ruido, me voy a cambiar y ya vuelvo.

Zayn enarcó una ceja.
—¿Qué te he dicho sobre que te cambies en otro lugar?

—Que es tonto —respondió—, pero no aplica en este momento, porque no hicimos nada de nada y por ello hoy sí me iré a vestir a otro lado.

—Si es por eso, entonces ven —dijo, palmeando sus piernas—, ahorita mismo te hago de todo y ya te cambias aquí.

Liam viró los ojos.
—No es momento para eso, tengo el tiempo contado —Encendió el televisor a un volúmen bajo para disimular su plática—. Ya no hagas ruido. Toma —Le entregó el control remoto—, mira lo que quieras.

—No puedo. Quiero verte a ti, pero no me dejas.

—Es correcto, así que busca algo en la televisión —Dicho esto, se fue al baño para comenzar a arreglarse.
Cuando estaba terminando de quitar su pantalón de pijama, escuchó como alguien entraba al baño, era Zayn obviamente—. Vete de aquí. Te dije que te quedaras allá y no hicieras ruido —ordenó, cubriendo su casi completamente desnudo cuerpo con el pantalón.

—Me aburrí, no hay nada que quiera ver más que a ti —explicó, bajando la tapa del retrete y sentándose ahí.

—Zayn, salte, por favor. Ya perdí siete valiosos minutos discutiendo contigo.