Capítulo 24

589 39 0
                                    

Maraton 2/10

La luz entraba sin piedad y daba directo en mi rostro, rápido me movi y cubrí mí rostro con la almohada.
Me costó unos minutos ubicarme, la cabeza me dolía un poco, busqué a Will y no estaba por ningún lado, ni en mi cama y tampoco en el baño.

Rápido trate de pararme y cubri mi cuerpo con la sábana, la cruda estaba empezando a salir a flote.

Beber más de media botella en menos de una hora, ¿como querías ponerte?-- mi consciente me reprendió.

Después de unos minutos de pelearme con mi cabeza vi un sobre en mi escritorio, fui hasta el para ver que era. Sujete mi cabeza con la mano derecha rogando que el dolor se fuera, cuando pude centrarme en el sobre pude notar que tenia algún emblema o algo parecido; no logré reconocerlo.

Estaba a punto de salir y buscar a mi chico a la casa cuando le di vuelta a la carta y decía mi nombre, así que la abrí rápido.

Para Nicole M.

Tal vez no sea la mejor forma de empezar una carta así de importante, pero quiero pedirte PERDÓN. Perdón por lo que voy hacer y nunca dudes que te amo... todos los momentos que compartí contigo no los cambió por nada del mundo y sin dudar son y serán muy valiosos para mí.

Te amo mi pequeña Olivia, se que no es tu verdadero nombre pero debo confesar que me encanta y desearía algún día tener una hija y llamarla así. Se que me odiarás por lo que estoy apunto de decirte, y soy un cobarde por no hacerlo en persona... amor tengo una obligación, algo que no puedo evitar aunque lo desee.

Perdón, espero que algún día puedas llegar a perdonarme. Cariño, debo casarme con otra mujer. Se ha escogido para mí y por mi posición, debo hacerlo.

Jamás podré querer a una mujer como te quiero a ti. Fuiste la única que me trató como una persona normal y me regalo su corazón. Espero que algún día en el futuro te vuelva a ver y recuerdes lo mucho que te amo.

Eres mi gran y único amor... Nicole...


Con esas palabras, mi mundo se destruyó.

Marta

Llevaba buen rato esperando a esa niña para comer algo y nada más no salía de su cuarto, pasaba de la una de la tarde y no daba señales de vida.

Sabia que le visita anterior la había destrozado y me sentía un poco culpable. A pesar de que se como se siente no me importó haber dejado entrar a su mamá a la casa.

Me estaba preocupando que no saliera de ese cuarto, rápido llegue hasta su puerta y toque, sin recibir respuesta alguna mis alarmas se activaron y abri la puerta lo más rápido que pude.

Al entrar la vi sentada en el suelo con la cara escondida entre las rodillas y sus brazos, pude notar como estaba cubierta con una sábana, sus hombros estaba descubiertos al igual que parte de sus piernas, por lo que deduje que estaba completamente desnuda.

--Amor ¿qué paso?-- no me respondió, escuche sus sollozos y un pequeño hipo que salía cortado de donde tenia la cabeza escondida-- ¿Olivia?

Se abrazó aún más pero no me respondió, no hablaba ¿qué pasaba? ¿Por qué estaba así? Al lado de ella había un sobre con el emblema de la casa Real de Inglaterra y un pedazo de papel ligeramente doblado.

Lo tomé y empeze a leerlo, para cuando termine supe porque estaba así, esto iba en contra de lo que le había advertido a esos dos, no voy a dejarlo así, en especial a William. Me sente a su lado y la abraze.

Un Príncipe De RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora