Capítulo 12

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--Al parecer ese pequeña está enamorada de alguien-- me dijo de repente y yo me quedé con cara de que, solo a ella se le ocurrían esas cosas -- que no se te haga raro que crea que es su papá.

--No juegues conmigo tía, no es divertido-- me cruce de brazos.

Ya todos habían salido de la piscina para poder bailar un rato, la música sonaba a todo dar mientras bailábamos a su ritmo, pude notar como crystal y Fernando se llevaban de maravilla hasta podía decir que habría un futuro romance, sin contar el pequeño amor que estaba teniendo mi hija por William, en toda la fiesta se la pasaba con el ignorando a su madre como si nada. Rápido fui con ellos para bailar con ella pero estaba más que feliz con la cercanía de aquel individuo.

Senti una apuñalada en mi corazón, ¿ya tan rápido me cambió?

--Princesa, ¿no vas a bailar con mami?-- le pregunté.

--Quiero bailar con él-- lo sujeto del cuello.

--Amor, pero yo quiero bailar contigo.

--Hay que bailar los tres, ¿si?-- en vez de preguntármelo a mí se lo dijo a él, es demasiado lista, sabe que no le voy a decir que no.

--No cariño, baila tu con él-- y me fui con los chico, espero y ellos no me rechacen.

Empezamos otra vez a jugar y bailar como loquillos hasta que nos cansamos, la pareja de tortolitos se fue por algo de beber mientras Ara se quedaba allí. De la nada me abrazó y no un abrazo cualquiera sino que me apretaba.

--¿Sucede algo?-- me empecé a preocupar y la abracé igual.

--Gracias-- levanto su cabeza y observe sus hermosos ojos, preguntándome porque decía eso-- eres tan buena con nosotros-- volvió a enterrar su cabeza en mi pecho-- no te merecemos-- logro articular, creo que estaba llorando.

--Ara...-- no me dejó continuar.

--Eres como mi mamá-- se me hizo un nudo en la garganta-- nunca te vayas por favor...nunca-- la abracé aún más.

--Jamás, nunca los voy a dejar.

--Prométeme que nunca bas a irte por su culpa-- apunto a los hermanos-- prométemelo.

--¿Por que me iría por su culpa?-- estaba confundida pero ella no me respondió, se fue dejándo la duda en mi.

Alguien me sacó de mis pensamientos preguntándome si estaba bien.

--¿Porfin mi hija se ha cansado de ti?-- le solté burlona-- lamento que este tan pegada a ti-- me disculpe.

--No me molesta, la verdad es una ternura-- me sonrió, una sonrisa que causaría infartos en todo el mundo. Porque me sentía tan atraída a él?-- me sorprende el hecho de que sepa hablar dos idiomas, lo que me hace preguntarme cunntos hablas tu?

--Tres para serte sincera-- ahora yo sonreía-- le enseño muy bien el español ya que es mi idioma materno y quiero que lo aprenda.

--Wow, ¿entonces no eres de Inglaterra?-- me tense cuando dijo eso-- ¿ tu segunda lengua es el inglés?--yo negué dos veces.

--Mi segunda lengua es el francés-- le dije rápido para que se le olvidara su primera pregunta-- y la tercera es Inglés.

--¿Estas evadiendo mi pregunta?-- yo me hice la indiferente-- ¿no me vas a decir de dónde eres?

--México--dije lo más bajo que pude.

--Así que Mexica...-- no continuo porque vio algo a mis espaldas que lo paralizó completamente entonces escuche gritar a Marta con terror puro.

--¡NICOLE, LA NIÑA!-- me di vuelta abruptamente y me quedé de piedra al ver eso, Sol había caído a la piscina y no había nadie allí para sacarla, después de dos segundos reaccioné y corrí. Vi como William ya se había lanzado para sacarla y yo no dudé en meterme también.

Ella se aferraba a él con mucho miedo y no paraba de llorar, la cargué en brazos tratando de calmarla pero a mi quien me calmaba estaba casi temblando, Will le decía muchas cosas para tranquilizarla y empezó a revisarla para ver si no tenia golpes o algo.

Yo lo unico que quería era llorar, ella había dejado de hacerlo pero yo estaba al borde de estas, todos habían llegado con el grito de Marta y se preguntaban que había pasado.

Trate de calmarme por el bien de la niña necesitaba que estuviera bien. Salí como pude, una vez fuera me rodearon con una toalla y comencé a temblar.

--¿Mami por qué tiemblas?-- al parecer se le había quitado el susto y era muy bueno... pero a mi no.

--Tengo frío, corazón-- la abracé aún más-- no te preocupes esta bien.

--Mami quería mi pelota pero me caí-- me dijo.

--No debes jugar cerca del agua, pequeña-- le dijo-- puedes asustar a mamá-- no se como pero nos abrazo; uno fuerte y cálido. Pegue mi cara a su pecho tratando de tragarme las lágrimas.

Lo abracé fuerte con mi mano derecho mientras que con la otra cargaba a la niña, que justamente estaba en medio de los dos.

--Las chicas hermosas no lloran-- levante mi rostro para ver sus penetrantes ojos azules, creados por los mismísimos dioses. Paso su pulgar por debajo de los mios tratándose de llevar las pocas lágrimas rebeldes que habían salido entonces se acercó lo suficiente a mi oído para susurrar algo que me dejó muda y de piedra--te besaría si todos no estuvieran viéndonos.

Me separé muy bruscamente y lo miré con cara de asombro, rápido sentí la cara caliente y pude notar que la genia roja de vergüenza por lo que me acababa de decir.

--Voy a cambiar a Sol-- dije para después literal salir corriendo a mi cuarto y refugiarme en esas cuatro paredes.

¿Cómo se le ocurría decirme eso en estos momentos?

¿Por qué mi corazón late tan rápido?

¿Por qué tiene ese efecto en mí?

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Debo admitir que estoy de vacaciones por lo que estoy aprovechando desvergonzadamente de estas, leyendo todo lo que no había podido por culpa de la escuela y el trabajo.

Aprovecharé a escribir lo más que pueda en todos las historias pero sobre todo en la segunda parte de mi primera novela.

Si ustedes están de vacaciones aprovehenlas y no sean las chachas de sus mamás.

😂😂😂


Un Príncipe De RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora