Capítulo 29

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Maratón 7/10

Bien, en el aeropuerto era un caos, no se como todo el mundo se enteró que nos íbamos del país pero a pesar de que era tarde había camionetas de prensa y mucha gente con cámaras.

Agradecia que tuviéramos avión privado, no se que hubiera pasado si tuviéramos que tomar un vuelo comercial.

A pesar de el embarque es privado a lo lejos había algunas personas con cámaras.

Sol para este momento iba dormida por lo que se la di a Nicolás para que el la subiera al avión, necesitaba su ayuda.

--¿Por qué no la subes tú al avión?-- me pregunto, aún no entendía la situación.

--Sol reconoce a William como su papá, ¿sabes lo que pasará si esto llega a la prensa?-- el asintio-- debes hacerte pasar por su papá-- la tape con una cobija para que no le tomaran fotos-- felicidades hermanito ahora eres papá.

--Graciosa-- me sacó la lengua. El personal rápido subió el equipaje y se dispuso a arreglar todo con el piloto para el despegue. El primero en subir fue Nicolás y los paparazzi se dejaron ir contra el sin piedad, después fueron mis padres.

Todos los presentes tomaban y tomaban fotos sin parar, ¿qué me espera a mi cuando baje del auto? Me mentalice bien antes de hacerlo, este aeropuerto no tiene tanta seguridad aunque ya sabía como podían llegar a ser esa clase de gente, cometinan infracciones con tal de tener noticias que sacar en sus revistas.

Salí del auto y caminé hasta el avión, los flashes de las cámaras me mereaban, me tomaban fotos sin piedad, adiós a mi vida de anonimato.

En el último escalón volte a ver hacia la ciudad y me despedí mientras dos lagrimas salían sin mi permiso.

Adiós Will...

****

Para cuando llegamos era de madrugada, como no había gente esperándonos salir del avión fue muy tranquilo y nada estresante, a pesar de la supuesta noticia que se dio en Inglaterra, aquí en México aún no salía nada a la luz.

Estaba un auto esperándonos para llevarnos probablemente a la casa, no sabía porque pero me sentía mal físicamente, así que subí muy apenas con mi hija en brazos.

En todo el trayecto nadie se dignó a decir una palabra y por mi parte no desaba hacerlo, necesitaba pensar que iba hacer. Claramente no quería ir a mi antigua casa y mucho menos quedarme en ella.

Cuando el auto entró a la privada y se estaciono frente a la casa yo no tenía muchas fuerzas, mi hija había despertado y fue la primera en salir del auto. Con mucho esfuerzo también salí.

--Mira mami, la casa es enorme-- salto entusiasmada, dirigí mi vista hasta esa construcción.

Mis padres eran ricos pero no teníamos una súper mansión aunque si vivíamos en un buen barrio a mi parecer demasiado costoso.

Me guié por mi hermano con una maleta en la mano, cuando entramos me dio tristeza, este fue mi hogar desde que tengo memoria y verlo otra vez me traia recuerdos tanto buenos como malos. Creo que lloraré si sigo viendo todo en este lugar, lo poco que alcanse a divisar seguia tal y como lo recuerdo antes de irme.

La casa estaba a oscuras y sola, me pregunto si mi nana estará en la casa.

--Mamá mi abuela dice que tengo mi propio cuarto-- llego hasta mi muy feliz-- ¿si me puedo quedar en el?-- como puedo decirle que no a esa carita tan hermosa.

Rápido se fue con mi madre y padre al posible cuarto que no sabía que existía y yo me quedé donde mismo, empezaba a sentirme mareada y las fuerzas me fallaban.

Un Príncipe De RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora