Capítulo 39

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--¿Qué hiciste?-- rápido me tomo de los brazos y me movió muy violento-- no puede ser que tu hayas hecho algo así, tu no eres así

--¿Entiendes que papel tengo yo en esto, Crystal?-- me safe de sus garras-- tu hermano tomo su decisión, yo debía tomar la mía.

--Pero deshacerte de él, No-- no me deshice de ellos, solo los oculte-- ¿es que estas loca?

Antes de poder responder la puerta principal se estrello contra la pared y escuche como mi hija me llamaba, camine hasta la entrada de la sala encontrandola.

--Mamá, mira lo que hizo Olivia-- me mostró la cadena donde tenía el anillo que me dio William aquel día que nos hicimos novios-- se lo llevo al súper, dijiste que no podiamos sacarlo de  casa.

Se lo quité de las manos y la tranquilice, los mellizos entraron en escena mientras escuchaba una exclamación por parte de las invitadas, es verdad ellos se parecen demasiado a su padre, ambos tenían el cabello rubio y ojos azules. De hecho mis tres hijos son muy parecidos a él.

--Sol, no puedes hacer sentir mal a tu hermana-- la pequeña Olivia venía detrás de su hermano llorando mientras tomaba su manita.

--¿Mami verdad que no le vas a pegar a mi hermanita?-- sus palabras me horrorizaron.

--No mi amor, ¿por qué dices eso?-- ¿quién les había dicho eso? Jamás haría algo así, la sola idea causaba escalofríos en mi cuerpo.

--Unos niños en el super dijeron que los papás les pegan a los niños que se portan mal, ¿pero verdad que no le vas a pegar a mi hermanita?-- trataba de protegerla.

--No, Nicolás-- llamé a Olivia mientras la cargaba en brazos-- no llores princesa, no voy a regañarte corazón-- le extendí la cadena para que la viera-- amor si yo no dejo que lo saquen de la casa es porque vale mucho y si alguien te lo ve no va a dudar en hacerte daño con tal de obtenerlo. Para mi tu eres mucho más importante que una joya mi cielo-- le di un besito.

Ella se acurruco en mi pecho mientras sus hermanos se acercaban a mi y los abracé al mismo tiempo aplastandolos, le puse la cadena a la más pequeña de los tres.

--Les tengo una sorpresa, miren quién a venido a verlos-- me di la vuelta y se les iluminaron los ojos.

--¡Tía Crystal!-- gritaron y corrieron hasta ellas, ambas estaban en el suelo mirándonos con asombro, jamás creyeron encontrarse con algo así. Las niñas se fueron con ella mientras que mi Nicolás se fue con la mayor.

--Hola abuelita-- ella se sorprendió y dejo que el niño la abrazara.

--¿Sabes quién soy?-- le pregunto imprecionada y él asintio-- es igual a William cuando era un bebé, ay dios-- lo abrazo mucho y lleno de besos.

--Ay hija, debiste de ver el escándalo que armaron los niños en el super, tu no eras tan traviesa me pregunto si su padre lo era...-- mi madre entró a la estancia con todas las cosas y se le resbalaron apenas si vio a nuestras invitadas-- Dios mío-- las miraba espantada.

--¿Niños porque no van con la abuela a ayudarle preparar la cena mientras yo hablo con su tía y abuelita?, iremos en uno minutos-- a regañadientes obedecieron dejándonos solas.

--¿Tu mandaste esas fotos hace años? Siempre me pregunte por qué le enviaron eso a mi hermano, ¿eran ellos verdad?

--Era lo menos que podía hacer-- me resigne y tome una decisión-- no te confundas Crystal lo único que nos une son nuestros hijos, nada más. Las ayudare pero solo por ellos, desean tanto conocer a su padre que jamás podría perdonarme arrebatarles eso, pero deben prometer que William no va a quitarmelos-- me di la vuelta para ir a la cocina-- cenaremos todos juntos y esta misma noche partiremos hasta su país.

***

En total cinco horas de vuelo y todavía nos faltaban muchas más, Olivia estaba en mis brazos asustada odiaba los aviones con todo su ser, les tenía demasiado miedo.

Hace unos meses tuve que viajar y la lleve conmigo, fue donde me di cuenta que les tenía miedo, no le gustaban los despegues ni aterrizajes.

Desafortunadamente mi padre y Nicolás no pudieron acompañarnos, debían encargarse de los negocios por lo que no podían dejarlos solos y mi nana se quedó con ellos para poder atenderlos mientras estamos del otro lado del mundo, afortunadamente mi madre no dudó en venir conmigo y lo agradecia.

Ella y los niños se quedarán con mi tía Marta mientras yo estoy en el hospital atendiendo a William, fue una decisión tomada desde el principio aunque su otra abuela no estaba de acuerdo, ella quería tenerlos en el palacio, pero no se hizo; mis hijos, mis reglas.

Después de horas de cansancio y no dormir casi nada el avión privado aterrizó afirmando que ya habíamos llegado, tenia años que no pisaba suelo europeo. Un automóvil real nos esperaba al igual que millones de paparazzis y prensa, la ex reina fue la primera en bajar con Nicolás en brazos, después Crystal y mi madre con Sol, todos mis hijos estaba cubiertos con mantas para que nadie pudiera tomarles fotos y por fin baje yo con mi pequeña en brazos, de sus hermanos era la única que estaba dormida por lo que era más fácil taparla.

--¿Alteza sabe algo de él rey?, ¿han dado pronóstico? ¿Por qué tren a su antigua amante? ¿Quienes son esos niños? ¿Son hijos de su alteza?-- entramos inmediatamente al cohe y los dejamos atrás.

El chófer es un verdadero ninja mientras transitaba las calles y se me hacía muy conocido hasta que me di cuenta de quién es.

--Hola Carlos-- le salude, tenia tiempo sin verlo.

--Crei que no me recordarías-- empezo a reírse-- hace mucho que no te veo Olivia-- mi pequeña se acababa de despertar y veía al susodicho.

--Mi mami no se llama así, yo me llamo Olivia y no te conozco-- le dijo de repente, todas veamos la escena con ternura-- ¿conoces a mi mami?-- el asintio-- ¿y a mi papi?-- bueno nadie sabia quien es el padre de mis hijos.

--No se quien es tu papi, cariño-- negó.

--Pues William, él se llama igual que mi hermano, ¿verdad que si mamá?-- yo asenti y vi como nos veía perplejo casi pensé que nos iba a estrellar contra algun poste de la calle.

Dejamos a los niños y mi madre en la casa con Marta mientras nosotras íbamos hasta el hospital, todo el lugar estaba llenos de personas con cámaras, ni siquiera en momentos tristes o críticos pueden dejar en paz a la gente. Apenas si baje del vehículo estuvieron bombardeandome con preguntas sin sentido.

--Debes de estar feliz, ahora con la muerte de la reina tu tienes el camino fácil-- las palabras de esa periodista hicieron que detuviera mi caminata hasta las puertas. La recordaba, es aquella chica que nos intersecto cuando salíamos del hospital tras la cirugía de mi padre.

--¿Disculpa?-- dije-- ¿no entiendo lo que estás diciendo?-- claro que lo entendía pero no voy a darle el gusto.

--¿Que si estás feliz de saber que la reina está muerta?, ahora puedes ser feliz teniendo aventuras con el rey-- se atrevió a decirme, que descarada-- que se puede esperar de alguien como tu-- ok sus palabras hieren pero no va a poder conmigo.

--Primero, ¿quién te crees que eres como para hablarme de tu y no de usted?, ni siquiera nos conocemos como para que tengas esa confianza conmigo-- la encare-- dos, ¿jamás te preguntaste quién era yo en realidad?-- le sonreí-- te diré un secreto, ¿recuerdas aquella joya real que se perdido hace años?-- hice comillas en perdido-- la verdad es que fue regalada a una persona y no pérdida-- saque el collar de entre mi saco y le mostré la joya-- este anillo me lo regaló su alteza real el príncipe William Richardson mucho antes de ser coronado rey de este país, de conocer a la princesa Anne y casarse con ella.

Todos los medios se quedaron quietos y asombrados al igual que ella, incluso dejaron de tomar fotos y veían la joya real que supuestamente se habia perdido hace años.

--Soy una visitante en este país, lo menos que debes hacer es respetarme-- con esas palabras entre al hospital.

Un Príncipe De RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora