Capítulo 3

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Olivia

--¿Y cómo vamos a entrar?, soy menor de edad él guardia no me dejara-- ¿acaso olvidaba la parte de trabajo ahí?

--No te preocupes-- nos dirigimos a la entrada de atrás y toque para abrirla.

--Mi amor pensé que no vendrías corazón-- Octavio me volvió a abrazar quitandome el aire y mi espacio personal.

--Dejala ya Octa-- ahora venía mi jefe a molestarme.

--¡Jefe no me llame así!-- dijo mi amigo-- ella es mi chica.

--Ni en tu más húmedos sueños, ahora déjala-- ordenó.

--¿El es tu novio?-- preguntó y todos volvieron la mirada a ella.

--¿Quién es ella?-- pregunto mi jefe.

--Es mi prima, Crystal-- menti-- él es Octavio y él es mi jefe Julián, ambos son mis amigos.

--Wow tu prima es hermosa aunque se me hace conocida-- ponía su mano en su menton analizando cada rasgo de ella.

Debía admitir que cuando hacía eso se veía terriblemente guapo y sexi, su cabellera rubia resaltaba sus faciones de un buen rostro y sus ojos verdes era lo primero que veía cundo llegaba aquí.
En cambio Octavio era guapo pero no tanto como él; su cabello era negro y sus ojos marrones con una tez blanca y arduo trabajo en el gym, debía admitir que siempre que me abrazaba sentí sus enormes barzos y pectorales.
Lástima que ellos no tenían pareja, era un desperdicio con lo guapos que estan.

--Ya dejenla-- le quite las miradas de encima, estaba incómoda y como veía a mi amigo estaba a punto de ofrecer trabajo y sacar provecho con su belleza--¿esta bien si tomamos un privado?

--Claro preciosa-- me dio un anillo y la pulsera, le pedí que por favor le diera uno a mi compañera y este aceptó, necesitaba que ella también estuviera vigilada por ellos.

Una vez adentro nos fuimos a divertir.

Crystal

No sabía exactamente en qué trabajaba pero no podía ser algo malo una vez que entramos un hombre se le dejó ir hablándole por amor y cosas así, crei que era su novio hasta que otro llegó retandose uno a otro por ella.

Inclusive dos hombres guapos se peleaban por ella, que envidia.

Nos adentramos y la música se escuchaba por todos lados hasta retumbar en mi oidos, podía escuchar el estrepitoso choque de los cuerpo unos con otros, si mi madre me viera hacer esto me mataría y me quitaría el título.

Empezamos a bailar y me deje llevar por ella, la experiencia en si era rara pero increíble, no podía cansarme de esto nunca, estaba tan feliz, tan agradecida.

Nos acercamos a la barra y pedimos alcohol o al menos ella ya que yo no tomaba y me nege al menos una de las dos debía estar sobria al regresar, me sorprendió que él chico de la barra le sonrio y le dijo preciosa, al parecer todos aquí la amaban, debía preguntarle tanto y quitarme esas dudas.

Fuimos hacia un reservado como ella la llamaba y nos sentamos a descansar un poco los pies ya que habíamos bailado mucho. Pude notar como ella estaba atenta a todo, observaba el lugar como si fuera a ocurrir algo y estuvo un tiempo así, ella me prestaba atención y todo pero también a nuestro alrededor.

Un chico un poco borracho se nos acercó ofreciendo unas bebidas las cuál rechazo Olivia y le dijo que se fuera.

--¿Por qué no las aceptaste?-- le pregunté.

--Primera regla de los antros, no aceptes bebidas de desconocidos ni abiertas-- dijo.

--Pero aceptaste bebidas del de la barra y están abiertas, preparadas-- me sentía confundida y se acercó a mi y me susurro.

--Trabajo aquí Crystal, él me conoce-- dijo lo más bajo que pudo para que nadie escuchara. Que tonta yo, eso era verdad era una empleada aquí por lo que no le pondrían nada en sus bebidas.

Después de un rato me dejó sola por un momento para ir por otra bebida y un hombre se me acerco y empezó a platicame.

--Hola preciosa-- dijo, su aliento apestaba a alcohol y la forma en la que se sentaba delataba que estaba muy borracho-- ¿te gustaría divertirte? ¿Que tal un trago?--levantó su cola al aire y después bebio.

--No gracias-- dije amablemente.

--Vamos preciosa que tal algo más divertido-- vivió a intentarlo el no entiende un no por respuesta-- tengo globitos.

--¿Globitos?--pregunté confusa.

--Si ya sabes preciosa-- se acercó y me susurro-- sin globitos no hay fiesta-- ¿en verdad me estaba invitando a una fiesta? Sonaba algo divertido tal vez si le decía a Olivia ella iría y nos diveririamos un poco, aunque soy un poco grande para una fiesta infantil, me daban ganas de asistir a una.

--Claro-- dije entusiasmada y en eso llegó mi amiga con otra bebida en las manos y me miró a mi y después a mi compañero.

--Olivia, me está invitando a una fiesta-- dije emocionada. El chico a mi lado tomó mi cintura con tanta naturalidad que me sorprendió, ¿por que me toca?

--¿Te invito a una fiesta?-- me miró extrañada y después nuestro compañero exclamó emocionado.

--Oh doble premio-- miraba descaradamente a mi  compañera-- será divertido un trío con dos chicas lindas-- suspiro un poco-- que ardiente preciosa-- le dijo, ese "preciosa" no sonaba como el de sus amigos este era más horrible.

--Lamento matar tus ilusiones pero no se te hará nada con nosotras, ahora largate o llamo a seguridad para decirles que nos estas molestando.

--Ella ha aceptado ir conmigo-- se paró a enfrentarla-- tu debería hacerlo también, te encantará gemir debajo de mi.

--Lo siento cariño pero en tu estado no le darías placer a nadie-- lo miro a los ojos y le avento la bebida-- ella no irá contigo ni con nadie ahora aléjate de mi vista-- se fue después de maldecirla y llamarla perra. No entendí nada. Sólo vea como ella apretaba los labios y hacía una mueca.

Estuvimos un rato más hasta que toda la gente se fue y nosotras fuimos con el demas personal.

--¿Paso algo Olivia? pude ver que no pediste lo habitual-- su jefe se acercó a ella preocupado-- ¿sucedió algo?

--Habla Olivia-- este era su otro amigo, Octavio. Ella ni se inmutó le entregó los anillos a su jefe y planeaba irse.

--No ha pasado nada, sólo estoy cansada mañana tengo que trabajar y es mejor que nos vayamos ya o me meteré en problemas.

--Tu y tus cosas raras, sólo a ti se te ocurre trabajar en la mañana después de estar casi toda la noche despierta-- la reprendió Julián.

--Tengo una boca que alimentar-- chillo frustrada-- deseo darle una buena vida por eso trabajo aquí-- bajo los hombos y se rindió-- lo siento es sólo que no me gusta que me comparen con una puta.

Nos acompañaron a casa para no regrese solas y ella se dirijo al baño a bañarse para quitarse el olor a alcohol y cigarro acto que yo hice luego que ella terminó.

--Oye, ¿puedo preguntar algo?-- ella asintio-- ¿qué son globitos?-- mi pregunta la desconecto un poco.

--¿A qué te refieres exactamente?

--El tipo de la disco dijo que si me quería divertir con él, que tenía globitos y dijo que sin globitos no había fiesta-- le dije-- ¿en verdad nos invitó a una fiesta? por yo si quería ir, nunca e ido a una-- ella me miraba perpleja y después soltó a carcajadas tanto que se cayó de la cama y tocaba su vientre. Una vez que se calló me pregunto.

--¿En serio no sabes a que se refería?-- le nege-- ¿crystal sigues siendo virgen verdad?-- pero que preguntas eran esas puse cara de horror-- eres muy inocente cariño, claro que te invito a una fiesta... pero auna donde hay puro placer y un frenesí de sexo salvaje-- mi cara de horror aumentó más-- globitos son condones Crystal y él dijo que los tenía para así divertirse contigo y de paso conmigo, por si no debes que son los tríos nos quería a las dos desnudas y gimiendo de placer para él.

Un Príncipe De RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora