Capítulo 19

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Las siguientes semanas dividía todo mi tiempo en muchas cosas, en algunas ocasiones venía Will y me acompañaba en casa mientras Sol estaba, esos dos se la pasaban de lo genial. Tenian un fuerte vínculo que me daba miedo, temia que mi hija sufriera.

Ibamos al antro los dos juntos y a la casa hogar, los niños se habían encariñado bastante con mi chico así que debía compartirlo con ellos. Cuando no podíamos vernos siempre platicaba por mensajes o llamadas.

La verdad es que me sentía muy sola cuando no estaba cerca de mi, disfrutaba mucho su compañía que algo me faltaba cuando no estaba.

En cuanto a Crystal no la había visto en mucho tiempo ya que la tenían vigilada, pobrecita me la imaginaba encerrada en su casa sin poder salir por escaparce, aunque si tenia contacto con ella en algunas ocasiones hablábamos por teléfono un rato cuando tenia tiempo libre.

Fui a la casa hogar por Ara para salir a tomar algo, llevaba días insistiendo que quería un frappe y donas así que aquí estoy llevando a la niña a cumplirle su antojos de dulce.

--Es un gran detalle de tu parte invitarme-- me solto como si nada y en español. No puede evitar soltar una carcajada tanto que tuve que ponerme en cuclillas mientras me agarraba el estómago por el ataque de risa que me había dado.

--¿Invitarte?-- dije mientras respiraba-- me obligaste a llevarte.

--Te amo-- me aventó un besito, no tuve hermanas pero ella era mi pequeña confidente y cómplice.

--Yo también-- le sonrei.

Entramos al local esta vez comeríamos adentro cerca del mostrador, según ara quería que le sirvieran rápido.

--¡Pero si es mi clienta favorita!-- dijo Samara.

Pedimos todo lo que íbamos a comer, debo decir que me quedaré pobre de tanta comida que pedimos, esta niña si tenia hambre.

--¿Por qué mejor no comen afuera?-- se dirijo a mi compañera-- te llevaré toda tu comida en un santiamén, hace un precioso día para pasarlo aquí adentro-- Ara se le iluminó la cara y ahora nos dirijamos a mi mesa y lo digo porque siempre me sentaba allí. Era mi lugar especial.

--¿Me llevas a caballito?-- me pregunto.

--La mesa está a dos metros-- la mire mal, me suplicó con sus ojitos de cachorrito-- no-- siguió insistiendo con su técnica de los ojos, ella me recordaba al gato con botas cuando hacía esos ojitos-- esta bien-- me rendí.

Se subió de un salto a mi espalda no pesaba nada por lo que me era fácil cargarla, debo aclarar que toda la gente nos veía raro ya que aún seguimos dentro de la tienda, en cuanto a Samara... ella de burlaba de nosotras.

--Arre caballito-- dijo entusiasmada mientras movía los pies.

--¿Algo más jefa?, ¿debo relinchar?-- ella se burlo de mi.

Sali a toda prisa para dirigirme a nuestra mesa y bajarla ya de mi espalda cuando choque con alguien casi caigo por el impacto pero logré recuperándome. Ara se espezo a disculpar y yo me volte también para hacerlo.

--Lo lamento mucho no me fije por do...-- me paralice al verla. Necesitaba oxígeno con urgencia porque sentía que me faltaba , retrocedí unos pasos alejándome de ella.

Estaba frente a mi... mi viva imagen...

--Lamentamos mucho esto, es mi culpa-- se disculpó Ara.

--¿Nicole..?-- dijo mi madre.

Nuestros ojos estaban conectados y vea como estaba sorprendida al verme tanto que se llenaron de lágrimas, tal vez por la impresión de verme...o encontrarme.

¿Por qué de todos los lugares del mundo tenia que estar justo aquí? ¿Por qué me pasa esto a mí?

--Nicole-- me empezó  acercárse a mi con paso decidido, trate de reaccionar peor no podía. Llego a mi gracias a que no pude mover ni un solo músculo para evitar el abrazo que me iba a dar.

Rápido Ara se bajó de mi espalda pero yo no pude hacer nada, ella me abrazaba con tanta fuerza como si fuera a desvanecerme de la nada. A pesar de la situación yo no movi ni un solo músculo y mis manos seguían colgada a cada lado.

--Tenia tanto miedo-- su voz salía con dificultad por el llanto.

--Lo lamento mucho señora pero me debe de estar confundiendo con alguien mas-- me separe de ella y vi dolor en sus ojos-- nosotros ya nos íbamos.

--¿Qué?-- después de todo reacciono reprimiendome por mi decisión-- aún no comemos.

Antes de contestar Samara venía con una charola con toda nuestras cosas y las puso en la mesa.

--Muy bien aquí tienes sus frappes, donas, pay de queso y sin olvidar una rebanada de pastel de chocolate cortesía de la casa-- grito de felicidad cuando vio todo esa comida y se sentó en la mesa a la velocidad de un rayo, no me traiciones pequeña vámonos ya.

--¿Cómo te llamas pequeña?-- le pregunto en un perfecto Inglés, ella no sabia hablar Inglés, ¿dónde lo aprendió?

--Es verdad, lamento mi falta de modales, mi nombre es Ara Jones un placer conocerla señora...-- la invito a presentarse.

--Cynthia Monterreal, el placer es mío-- la vio y después a mi.

--Samara pon esto para llevar por favor, nos vamos-- dije.

--Por favor Olivia no-- me suplico-- ¿por qué no vamos? Porfin lograste traerme y ahora me dices que nos vamos, no seas mala-- maldición.

Pase aún lado de la señora Monterreal y me senté en una silla a esperar que terminara con esa comida. A mí ya se me había ido el apetito y no deseaba nada.

--Lamento mi intromisión, ¿puedo hacerles compañía?-- antes de responder que no Ara se me adelantó invitándola, le pidió un café a Sam y se sentó frente a mi.

Me observaba atentamente mientras yo sacaba mi teléfono y le enviaba un mensaje a Will que me ayudara. Era cobarde pero no desaba estar aquí.

--Crei que algo malo te había pasado-- no hable ni la volte a ver-- teníamos tanto miedo de que algo malo te pasara-- seguía diciendo-- cuando nos enteramos que habías tomado un avión nos horrorizo la idea de que tuvieras un ataque o algo... te perdimos la pista Nicole.

--¿Ahora si te importo?-- dije enfadada-- que novedad, perdóname si digo que no creo en tus mentiras.

--Te fuiste sin decir nada, no pensaste en lo que sentiríamos-- me burlé en su cara.

--¿Lo que ustedes sintieran?-- me levante enojada--¿ y dónde está lo que yo sentí?!-- grite-- ¿qué criaste que senti cuando desperté del coma?!-- estaba furiosa.

--Te estuvimos buscando-- también se levantó, vi como sus manos temblaban ligeramente en su pecho-- estabamos preocupados.

--Vaya estupidez-- deje el lugar, no quiera seguir viéndola.

Corri alejándome del lugar no me gustaba dejar sola a mi pequeña pero no soportaba ni un momento más, estar cerca me destrozaba el corazón.

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Chan chan...

Un Príncipe De RegaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora