¿Y si.......? (Terminada)

¿Un encuentro incómodo?

Para Vegeta las cosas habían salido tal y como quería.

En cuanto llegó a la Corporación había ido directo a hablar con el padre de Bulma. Sabía que esté había creado la cámara de gravedad donde entrenó Kakarotto y le había exigido una para él, con una mayor capacidad de aumento de la gravedad. Después de algunas peros de parte del hombre éste le había asegurado que tendría lista una para mañana y la perspectiva de comenzar su entrenamiento emocionaba a Vegeta.

Ahora buscaba algo para comer. A pesar de que la mujer le había preparado algo. Él no pudo comer nada por la perspectiva de la llegada de Freezer. No sentía el ki de la terrícola en la casa así que concluyo que aún no había vuelto.

Si mal no recordaba la cocina era por ahí, pensó para sí, mientras giraba a la derecha. Así que se dirigió a donde su instinto le guiaba, mientras caminaba se quitaba la ridícula camisa rosa, quedando con el torso desnudo. Ya no soportaba tenerla puesta, era ridícula. No le importo dejar tirada la ropa, en general él era ordenado pero odiaba profundamente esa horrible camisa.

Por fin encontró la cocina y se encontró con la mamá de Bulma, que revoloteaba de un lado a otro acomodando unos pastelillos en bandejas de la última tienda que había encontrado.

Para el saiyajin esa mujer le era irritante. El poco tiempo que pasó en este lugar, está mujer no paraba de decirle que tuviera una cita con ella o con Bulma. Pero ella parecía inmune a su mal genio, con el tiempo Vegeta había descubierto que era más fácil ignorar su parloteo interminable, que responderle de mal modo para que se alejara y además ella siempre le daba comida, cuando él se la pedía, sin cuestionar como Bulma y eso era un punto a su favor.

- Oye - la llamo serio, para llamar su atención - tengo hambre.

La madre de Bulma dejó de revolotear y volteó a ver al sayia con el torso desnudo que le hablaba.

- Ohhh - exclamo con gran alegría - si es el guapo Vegeta, ¿Cuándo volviste querido? - pregunto y sin esperar respuesta siguió hablando - ¿Tienes hambre?, te haré un ramen instantáneo enseguida. Siéntate, come unos pastelitos mientras - le indicó dulce y cariñosamente.

No se tomó la molestia de responder, se sentó en una de las sillas del comedor de la cocina y se acercó una de las bandejas que tenía cerca. Comenzó a devorar los pastelillos, estaban bastante ricos. No pudo evitar comer con gula. No solo por el hecho que no había comido bien en meses, si no porqué cuando vivía al servicio de Freezer, los sayiajins se veían obligados a buscar comida en los planetas que conquistaban, ya que para Freezer alimentarlos bien no era una prioridad. Además de que las comidas más deliciosas como dulces y pasteles solo los comían la guardia personal de Freezer y las fuerzas Guinyu. Recordaba que una vez les había robado una caja de chocolates y debía admitir que no se arrepintió, aparte de que estaban deliciosos fue muy divertido verlos pelear culpándome entre sí por no saber que había sido de la caja.

- Aquí tienes querido, enseguida te preparo otro. Se nota que tenías hambre, ya te comiste tres bandejas enteras.

Le Jo la mujer aún más dulce, mientras le ponía un enorme envase de ramen instantáneo tamaño familiar frente a él.

Se le hizo agua la boca, la comida de la tierra era tan deliciosa. Tomó el tenedor y la cuacharra que la mujer le había dejado junto al envase y comió con avidez, disfrutando cada bocado, bebió la sopa directo del envase y exigió al instante otro.