Al día siguiente Vegeta se levantó a la hora de siempre. Fiel a su palabra a las cinco en punto entro a la cámara de gravedad sin esperar a Kakarotto. Estaba por cerrar la puerta cuando el idiota apareció frente a él con su estúpida técnica.
- Buenos días Vegeta - lo saludo con un amplia sonrisa.
Por toda respuesta el aludido giro la cabeza aún lado con fastidio, para luego darse la vuelta para darle paso.
Goku sonrió era su primer día de entrenamiento con Vegeta. Estaba emocionado, después de entrar le dio la espalda al otro sayia para sacar lo que había traído. Vegeta estaba programando la gravedad, cuando la mano del otro se posó sobre su hombro y lo hizo girar fue tan repentino que no puso resistencia. Encaró con fastidio a su "compañero de entrenamiento".
- Ten Vegeta - hablo de repente con una amplia sonrisa.
Mientras le alcanzaba: una camiseta azul, muñequeras y un par de botas ambas de color blanco.
- ¿Para que diablos quiero yo esto? - cuestionó molesto sin tomar lo que el otro le alcanzaba. Dirigiendo le a las cosas una mirada desdeñosa.
- Son ropa especial con peso. Son muy buenas y será mucho más efectivo entrenar con peso en la cámara de gravedad - explico paciente - Le pedí a Kaio Sama que modificara estas para ti.
El príncipe se sintió tentado a rechazar las prendas, pero si se veía forzado a entrenar con éste tipo. Al menos debía sacar el mayor beneficio de la situación. Con un sonoro suspiro de irritación tomo la ropa. Efectivamente era mucho más pesada de lo que aparentaba.
Goku observo a Vegeta ponerse la ropa con un gesto de fastidio muy lindo en su rostro. Parecía estar teniendo una lucha interna entre rechazar el regalo o aprovechar el beneficio del mismo. Esbozo una leve sonrisa al verlo.
Así comenzó su rutina de entrenamiento. Sin darse cuenta ya había pasado otro mes. Vegeta era increíblemente disciplinado en esto. Tenía horarios específicos que no se saltaba para nada. Ya había notado eso cuando lo perseguía para convencerlo, pero vivir en lo carne propia era distinto. Sus días eran más o menos así: a las cinco entrenar, a las ocho desayuno, a las nueve entrenar, a las trece horas almuerzo, a las quince entrenar, dieciocho horas cena, a las veinte horas último entrenamiento hasta la hora de dormir.
Cada fin de semana iban a pelear a la zona rocosa de siempre. Vegeta tenía avances pero aún no lograba transformarse, lo que frustraba mucho a éste y hacia que estuviera más irritable de lo común. Para la tercera semana del segundo mes de haber empezado a entrenar juntos. Goku finalmente le pidió que analizara la transformación en súper saiyajin, para su sorpresa el príncipe acepto. Se pasaron varias horas con Vegeta solo observando y analizando su transformación una y otra vez. Ya empezaba a cansarse, cuando para su alivio. Su compañero al fin dio su veredicto.
- La explosión de ki se desata por tus emociones de ira ante tu propia impotencia al no poder hacer lo suficiente, a lo que me explicaste ¿verdad? .
- Si Vegeta, me sentí muy furioso e impotente al no poder salvar a Krilin. Aunque ya antes estaba furioso con Freezer por todo lo que hizo - explico con cierto entusiasmo. Sin olvidar que te mato, pensó para si.
- Cierto - parecía estar hablando más para si mismo que para el otro sayia - antes de que tu ki explote y te transformes. Acumulas una gran cantidad de ki en tu espalda baja. ¿Tal vez sea por la cola?, y de ahí se expande hacia tú cuerpo - comento pensativo.
El otro sayia no había caído en cuenta de eso, pero ahora que Vegeta lo mencionaba. Se daba cuenta que era cierto.
- Bueno solo queda algo que hacer - concluyo por fin. Mientras se ponía en posición de ataque - pelea conmigo y esta vez no te límites.
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¿Y si.......? (Terminada)
FanfictionY si ..............esos tres años entrenando hubieran sido distintos.