Capítulo 18:El Templo Principal

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El pesadilla era tan rápido cómo un caballo de guerra, puede que incluso más, así que después de una cabalgata de diez minutos, llegamos a las puertas de la ciudad, las cuales estaban recubiertas por un metal amarillento y eran tan grandes que por ellas podrían pasar hasta veinte caballos juntos.

Me tomé mi tiempo para dar un vistazo a las manchas de sangre de humano, monstruo y demonio que adornaban las puertas abiertas; era como ver una obra de arte moderno con distintas tonalidades de rojo; bastante hermoso a su manera.

Avancé y en cuanto intenté entrar, varios hombres armados salieron por los costados de la puerta, todos dispuestos a atacar a la menor provocación.

Eran desde luchadores cuerpo a cuerpo y guerreros de espadas hasta magos. Algunos de ellos incluso portaban ballestas y todos lucían curtidos por el combate... Al menos en el exterior, pues sus niveles iban desde trece a diecinueve.

Con mi habilidad de "Mundo de videojuego", sus números no significaban nada; yo no recibiría daños debido a la diferencia de niveles... A menos claro que tuviera que soportar algún golpe crítico, pero de cualquier forma, no sería mucho.

Me aproximé un poco más hacia el sujeto a cargo mientras levantaba mis manos; todos parecían nerviosos por mi montura.

—Venimos a visitar el templo de Rose —indiqué mientras daba palmadas a la marca de mí pierna, la cual sobresalía por el pequeño vestido que llevaba.

Un hombre se acercó a comprobar, lanzando lo que parecía un hechizo de análisis sobre mi marca.

—Es auténtica —afirmó a sus compañeros.

—¿Por qué usan un caballo de la raza de los demonios? —cuestionó nuevamente su líder.

—Esos son mis asuntos ¿cuanto cuesta la entrada?

—Tres monedas de plata por persona —respondió con mal gesto ante mi actitud pero no dio problemas.

Tras pagar el precio, Jazmín y Yo entramos, dejando atrás a nuestros observadores.

Los muros de las casas rústicas estaban quemados oír batallas recientes, el área tras las murallas estaba llena de espadas, barricadas montables, catapultas y todo tipo de cosas para preparar una defensa rápida. La ciudad era sin duda una zona de guerra.

—¿Por qué alguien querría vivir aquí? —preguntó Jazmín algo incomoda por el ambiente.

—Escuché que cerca de este sitio hay una inmensa entrada al mundo de los demonios y en ella se forman minerales por los que todas las razas pelean. La codicia es una buena razón en este cado; también escuché que ese mineral conocido como Arcolita, es la principal fuente de ingresos de esta ciudad y de un duque del área.

Una vez que perdimos de vista a los guardias, me deshice de la invocación del pesadilla.

—¿Los que atacan son como tus demonios?

—No, los demonios que yo invoco son la forma más vaha de vida en el Netjer; son criaturas sin conciencia ni inteligencia que sólo saben seguir órdenes.

—Woo, sabes mucho —respondió impresionada.

—Bueno, no iría a un lugar sin investigar un poco —aunque Rose fue quien me contó todo.

Luego de esas palabras, una habilidad que había olvidado se activó.

[Sensación de peligro]

Una sombra apareció repentinamente a mis espaldas y trató de agarrarme; sin embargo, gracias al aviso, pude escapar a tiempo.

[Camuflaje Infernal]

Emisaria de la Diosa del mal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora