Capítulo 33: La Chica Más Pervertida Del Mundo

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Tuvimos que esperar unas horas hasta que Zoe terminó su turno para poder regresar; desafortunadamente, la chica nos obligó a comprar algunas cosas por quedarnos tanto tiempo. Era bastante astuta.

—Yo me voy contigo —una vez afuera, esperaba que Jazmín se subiera a mi motocicleta, eran Zoe se adelantó.

—Tienes tu propia moto —interrumpió Daniela.

—Lo sé, pero así es más divertido; tú y la chica de los pechos adorables pueden ir en la mía —Zoe arrojó las llaves de su moto y Daniela las atrapó mientras Jazmín me miraba con suplica.

Asentí a la propuesta de Zoe y no le quedó más remedio que viajar con Daniela en el otro vehículo.

—Agárrate —ordené y aceleré.

—Con gusto —Zoe se sujetó de mis pechos; yo no le presté atención y seguí adelante.

Traté de no ir tan rápido como con Daniela o esta chica podría asustarse y dejar de lado nuestro acuerdo; sin embargo, llevábamos bastante velocidad.

Me sorprendió lo tranquila que estaba esta chica... Hasta que descubrí que entre las vibraciones de la carretera, se estaba aprovechando para desabotonar mis shorts; fue tarde para detenerla cuando metió su mano y comenzó a urgar en el interior.

La chica estaba loca ¡y ni siquiera le importaba dónde estábamos! Aún así, pese a la incomodidad que me causaba, comenzaba a excitarme. Las leves vibraciones del camino y su mano acariciando mi entrepierna se mezclaban en una emoción tan increíble que aceleré por accidente. Cuando me di cuenta, una de sus manos ya estaba bajo mi blusa.

—¡Camino empedrado! Ve por allí —gritó y me hizo cambiar de dirección empujando el volante; casi nos caemos por su culpa, pero no parecía importarle, era demasiado despreocupada.

Al pasar por las piedras, la vibracion empeoró y por alguna razón ella gimió.

—Mi plug anal siempre se siente increíble en estos caminos —explicó entre risas.

Está chica en definitiva era una pervertida.

Pronto llegamos a la capilla y no pude aguantar más; en cuanto estacioné, me giré sobre la moto recargando la espalda en el volante para ver de frente a mi provocativa acompañante. Zoe no perdió el tiempo comenzó a besarme mientras levantaba mi blusa y apretaba su mano libre contra mí entrepierna. Seguro podía sentir la humedad a través de la delgada tela de mis shorts.

Ella se quitó las bragas y abrió su abrigo, demostrando que debajo no tenía nada. Estábamos en el exterior y no parecía importarle cuando incluso comenzó a besar mis pechos.

Luego bajó mis shorts, pero sólo hasta los muslos debido a que aún tenía las piernas abiertas y la posición sobre la moto no ayudaba, pero sonrió al ver mi ropa interior.

—Que pícara —y la jaló para que el hilo de la rosada tanga penetrara en mi vagina y presionara contra mi clitoris.

Yo gemí ¿esta chica me estaba volviendo pasiva?

No la dejaría, no debía dejarla, pero esto se sentía tan bien... Ella tenía mucha experiencia.

—¡Rika! —el grito de Jazmín me sacó de mi extasis. Ella y Dani estaban llegando y Jazmín saltó de la moto aún antes de detenerse.

"Mierda", pensé mientras esperaba no ser objeto de una escena de celos.

Contrario a lo que creí, ella me besó.

—Ya te dije que si te sientes necesitada, aunque sea un poco, yo lo haré todo por ti. Sólo dímelo y te complaceré.

—Woo, que intensa —mencionó Zoe aún con su abrigo abierto.

Emisaria de la Diosa del mal. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora