—Zorrita~
Su parte dolía, todo era horrible, todo. No quería esto. Quería morir.
—Mira como lubricas y te haces la sufrida.
Basta, basta. ¿Por qué nadie hacía nada? ¿por qué nadie le ayudaba? ese asqueroso hombre la estaba dañando y nadie iba a su rescate.
Sólo quería celebrar su cumpleaños con amigos cercanos, sólo quería vivir como una niña normal, la cual estaba entrando en su etapa adolescente.
Su cumpleaños había pasado a ser la fecha más odiada para ella.
Gritó, gritó lo más que pudo, sentía sus paredes desgarrándole, aquel hombre la estaba matando muy cruelmente.
¡Basta!
¡Basta!
¡NO!
.
Sudaba. Se levantó de golpe quedando sentada en medio de su amplia cama. Pasó sus manos por su rostro en un intento de desvanecer aquella horrible sensación. Aún soñaba con ese día, cada vez era menos, pero siempre sucedía y este no sería el caso.
Salió de la cama con prisa y se metió en su baño, desprendió con rapidez sus prendas y sin pensarlo se metió bajo la bañera y dejó caer agua fría sobre su cuerpo. El agua fría que la golpeó hizo que su piel se erizara y en momentos empezara a tiritar por el frío, no le importó y siguió dejando el agua caer hasta que su mente no pensara en más y sólo dedicando su atención en el frío que la asechaba, esa era su manera de apaciguar su mal. Ese mal que aún la atormentaba, pero que no se dejaría ganar, aún le faltaba hacer muchas cosas.
Cuando creyó que era suficiente salió de la ducha y envolvió su cuerpo en una toalla y se secó con esta. Se vistió y una vez lista salió, no desayunaría con los demás y pediría que le llevaran algo a su despacho el cual era su destino.
Habían muchas cosas que hacer, añadir la información adquirida y hacer saber los detalles a las personas que le rodeaban.
Estaba cada vez más cerca y todo aquel involucrado pagaría.
Su puerta fue tocada y dejó pasar a sea quien sea que osaba interrumpir su soledad. Su impresión fue ver a su hermano entrar. Era escasas las veces que éste había entrado, no le gustaba ese aterrador lugar.
—Te traje algo para que desayunes... —Dijo colocando la bandeja en aquel escritorio frente a ella. Levantó la vista y la vio sin expresión, la conocía muy bien y sabía que pasó algo de lo que no le gustaba hablar y él sabía qué era ese algo. Sin esperar más se dirigió donde ella estaba de pie con sus manos apoyadas en aquella silla. Ella al ver que él se acercaba enderezó su postura y su sorpresa fue tal al sentirlo abrazarla.
Correspondió y se apegó más a él aferrándose al calor que su hermano le estaba entregando, no lloraría. Ya no era débil, pero sí estaba aquella horrible sensación de querer dejar todo y huir, huir ella y su hermano, su única familia, pero sabía que sea a dónde sea que fuera, su pasado la seguiría sin importar qué. Por eso, tenía que afrontarlo y desmantelar aquella fachada de todos esos asquerosos vegetes y quizás, salvar de alguna tragedia como la suya a alguien. Ella no deseaba eso para otra persona y esperaba ser de utilidad.
—Tranquila, estoy aquí. —Le hacía saber un Jimin preocupado, siempre le daba temor pensar en las posibilidades de que su hermana volviera a esconderse bajo cuatro paredes y no hablar con nadie, por eso, tenía que asegurarle que él estaba para ella y debía apoyarse en él.
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Lilith
FanfictionEnséñame, aprenderé y seré de utilidad. El confiar es un don que no cualquiera puede tener, pero... ¿Y si se gana? ¿podría ser capaz de mantener esa confianza? Bueno... esta historia tendrá... ~Heterosexualidad (Ya que el la historia es de este...