Lilith

16: Incertidumbre

Todo había sido una locura. Sus manos temblaban y su respiración de algún modo seguía errática, lo único que lo hacía estar tranquilo eran aquellos brazos que lo apresaban.

Ella se separó lentamente de él, ambos se observaban con detenimiento, siendo esa mirada poseedora de muchos sentimientos y calidez. Sabiendo que estaban bien, a salvo.

Ella volvió a esconderse en su pecho apretándolo con más fuerza, creyéndose que estaba ahí, con ella, que no le había ocurrido nada a su blandito y que esos hombres habían pagado con la vida, tan sólo por tocarlo. Nadie lo tocaba, nadie si estaba ella para cuidarlo.

—Estás bien, creí que no lo soportarías. —Ella le dijo sin separarse.

—Tenía motivos, no podías verme caer tan fácil  —La apegó más—,  aunque no niego que creí morir cuando ese tipo...

—No, ni siquiera pienses en eso  —Se separó un poco sin despegar el abrazo, sólo para observarse—,  mientras yo esté, a ti no te pasará nada.

—Es un alivio entonces.

Después de permanecer un momento más en aquella posición, ambos se reincorporaron. Ella por su parte empezó a hacer llamadas mientras Kim se ocupaba con mucho nerviosismo del pedido de ella.

Tenía que recoger el arma y llevarla al auto, dónde lo hizo, recogiéndola con mucho cuidado ya que sus manos temblaban ante saber que aquella arma había sido usada para quitarle la vida a aquellos tipos. Una vez hecho su trabajo esperó apoyado en la puerta del auto a que ella terminara de hablar y se le acercara.

No tardó mucho cuando ella se acercó y le sonrió, TaeHyung se enderezó y se puso frente a ella esperando que dijera algo, lo cual no tardó.

—Hay que irnos, sube.

No dijo nada y obedeció. Sabía que ella diría algo una vez dentro del auto, así que sólo sería paciente. 
Una vez dentro y ya avanzado un poco, ella habló.

—Eran enviados por el mismo tipo de siempre. —Empezó diciendo—. Quieren lo mismo y cada vez van más lejos, esta y por poco no la libramos, no debimos venir solos.

—¿Y que pasará? la policía...

—Ya me encargué, le llamé a un contacto y lo puse al tanto, no debes preocuparte por ello.

Sólo asintió y aquel auto se inundó en un silencio que ambos necesitaban para procesar y estabilizar sus pensamientos. Claro, ambos con pensamientos distintos.

TaeHyung cuestionándose de que tipo hablaba y que era lo que quería para llegar hasta el punto de matar. Preguntándose también, que tenía que ver la política en todo ello.

Por su parte, ella se cuestionaba ese momento de debilidad al salir a solas con el castaño, ella nunca hacía eso por lo mismo que sucedió, pero sabía la respuesta y era que sólo quería tiempo a solas con su blandito. Ahora tenía que aguantar las consecuencias.

Había puesto en peligro la vida del castaño y cada vez estaban más cerca de ella, eso le atemorizaba. Tenía que poner a todos sus hombres en alerta así como también a sus contactos. 

Estaban a nada de reunir todas las pruebas necesarias y tal parece que también ellos estaban a nada de su objetivo, sólo esperaba resistir y no terminar como su padre. Muerta y sin lograrlo.

—Llegamos. —Le hizo saber al castaño que no se había percatado de ello.

Con un sonido gutural respondió y ambos bajaron siendo apresados por un grupo de sus hombres quienes ya estaban al tanto y el de mayor rango preguntó las nuevas ordenes siendo dadas de inmediato por ella, no sin antes detenerse antes para hablarle a él.