23: Pasado.

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La llamada quizás la había alegrado en demasía. No tardó en comentarle a su blandito que se trataba de una información pedida a NamJoon e iría inmediatamente por ella.

En su arrebato de felicidad le comenta que se trata de ese ser asqueroso que se encarga de arruinar su vida y no descansará hasta hundirlo.

También le demuestra toda su emoción porque al fin estaba cerca, que los papeles que WonHo traerá, armará su rompecabezas y por fin todo acabaría. Estaba más que feliz. Todo estaba pintando de buena manera.

Besó locamente a TaeHyung el cual sonreía en cada beso que le proporcionaba y le decía que se alegraba por ella, aunque estaba al tanto de todo lo que pasaba y los por qué de su actuar, aún no sabía que le hirió tanto en el pasado, pero esperaba saber más adelante, cuando todo acabase.

Se besaron una vez más y ella se separó para ir por su información. Estaba extremadamente feliz.

Antes de salir por la puerta se detiene y voltea a ver al castaño con sus ojos brillosos.

—Amm... gracias por estar siempre conmigo, en los malos y buenos momentos como estos. 

—¿A-A que b-biene eso? —Le pregunta sin entender o más bien sorprenderle su sinceridad.

—Que quizás estoy enloqueciendo, Kim.

—¿Por qué dices eso?

—Porque creo que te amo. —Le sonríe y con eso último sale de la habitación.

Simples palabras que dejan atontado al de cabellos castaño. Sabía que ella no soltaría esas fuertes palabras así por así y eso le alegraba a la misma vez que le atemorizaba.

Sin percatarse por su estado de shock, una lágrima resbala por su mejilla. 

Aún no salía de su ensoñación, esas palabras deseaba escucharlas, pero nunca creyó que ella las diría primero  y tan espontáneamente. Sonrió. Le amaba, le amaba... y él no le dijo que también lo hacía.

Sacudió su cabeza y se puso de pie para ir tras ella y decirle esas dos palabras de vuelta. Él también las sentía. Pero tal parecía tardó mucho en salir de su ensoñación porque ya no estaba ella en la casa. 

Le tocaría decir cuando viniera... esperaba.

Con su rostro un tanto apagado, recibió de nuevo la llamada que se había cortado por su novia, novia... sonrió por ello. La llamada no duró mucho, dijo lo que tenía que decir y lo que interesaba que dijera.

Su pecho dolió después de eso, sin razón, pero lo ignoró y se dirigió de nuevo a su habitación, pero se detuvo en la de Jimin. No había hablado con él, dándole su espacio, pero creía que como amigo, era el momento de hablar con él, a parte que quería saber algunas cosas antes que nada.

Con cuidado dio unos toques a la puerta y luego la empujó y se abrió paso a la habitación, un Jimin sonriente lo recibió.

—Hola...

—Hola... —le devuelve con una sonrisa—, creí que estabas con mi hermana.

—Lo estaba, tuvo que irse. —le dice mientras se sienta cerca de el rubio, en la cama—. Pero bueno... ¿cómo estás? 

—Bien y por favor no me trates como un enfermo, no lo estoy y lo ocurrido no fue para tanto, sólo Mi que se altera por todo...

Mi...

¿Ese era su nombre? Tendría que preguntarlo.

—En ese caso... ¿puedo tener una charla con mi amigo?

LilithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora