17: Baño

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TaeHyung la bajó ya estando dentro del baño. Ella lo miró con reproche y éste sólo le sonrió con picardía. 

La sonrisa se esfumó de inmediato al momento que sus nervios llegaron. ¿Ahora qué? 

¿En que demonios pensaba? se reprochó. ¡¿Qué pensaba?!

¡Tiene que desnudarle¡ ¡Por Dios! ¿Por qué nunca piensa antes de actuar?

¡Está jodido!

—¿Ya te arrepentiste, blandito? —Sonrió con burla ante el rostro con pánico de el castaño.

Eso si no, esas palabras hirieron el orgullo de TaeHyung.

No se arrepiente, claro que no, sólo se cohibió un poco. Nada más.

—Oh no, claro que no.

—Bien, entonces ¿que esperas?

El castaño sólo asiente tomando una fuerte respiración para dejar ir sus nervios. 

—Levanta las manos. —Demandó. Ella obedeció y lo hizo. 

TaeHyung llevó sus manos al borde de la blusa elevando esta con parsimonia y sacándola por completo, sus miradas conectaron unos segundos hasta que Kim la desvió para arrojar la blusa al cesto de ropa. 

Con la mayor lentitud del mundo rozó las yemas de sus dedos en los hombros y brazos, delineandolos mientras se miraban. Bajó aquella caricia erizando la piel que tocaba, pasando por aquellos pechos que eran levemente cubiertos por un sostén, bajando hasta su ombligo, el castaño sonrió y bajó a la altura de su cadera donde llevó sus manos al broche de aquel Jeans donde bajó el cierre, ella lo miraba expectante y quizás con una pizca de nerviosismo, TaeHyung tomó los bordes superiores de éste y empezó a descenderlos, siempre con una característica lentitud. 

Entre risas les costó sacarlo por completo, fue divertido para la pelinegra el como batalló sacándolo, por eso la elevó y la colocó en la repisa del lavamanos para sacarlo con facilidad. Fue divertido hasta que lo siguiente llegó.

Ella estaba frente a él en ropa interior.

Y vamos, no es que no la haya visto ya, simplemente su cuerpo era esplendido a vista del castaño, por eso le costaba mirarle y detenerse a hacer algo que no debe.

Se acercó y quedó entre sus piernas, de nuevo. Se sonrieron y con un gesto leve de cabeza, ella le hizo saber lo que procedía. Las manos esta vez sí le temblaron un poco mientras apartó su cabello para enfrente sobre su pecho, teniendo un mejor acceso al broche. Los desabrochó y de nuevo rozando las yemas de sus dedos por su espalda, subió a los hombros tomando los tirantes donde los resbaló y quitó por completo aquel sostén, sus ojos brillaron al ver de nuevo aquellos redondos pechos con sus botones erectos por aquellos sutiles toques que él dejaba.

Su mirada ascendió a conectarla con la de ella viendo como se cohibía un poco ante la mirada del castaño y es que este la miraba de una manera que para ella era diferente, con ese característico toque que no había visto; amor.

TaeHyung vio el amago de ella en quererlos tapar, así que reaccionó de inmediato y la tomó de la cintura para bajarla, una vez de pie, tomó las manos de ella y las llevó a su pecho para que sintiera su latido desenfrenado, tratando de transmitirle confianza. 

Ya habían intimado y todo, pero aquel era un hecho totalmente con lujuria, esta vez se estaba desnudando con el corazón en la mano, con un sentimiento más íntimo, un acto más intimo. Sin aquella lujuria y sólo dos corazones latiendo.

—Estoy igual o peor que tu ¿lo sientes? —Preguntó el castaño. Ella asintió—. Entonces sólo déjate querer, porque esto —Apretó el agarre aún más en su pecho—, es real.

LilithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora