CAP III

496 28 4
                                    

Ding Dong

El moreno se encontraba nervioso ante la puerta de su amante, iba a ponerle punto y final a esta relación ficticia. Era trabajo y simplemente debían ser amigos, no debía haber pasado esa delicada barrera. Al final iban a derribar la organización y aunque estaba recolectando pruebas que la indultaran de todo, ella tendría un juicio también, juzgada como terrorista. No podía verla como algo más.

La puerta se abrió mostrando a Sherry con una sonrisa abierta en la cara.

-"Kane, ¿Qué haces aquí? Pensaba que estabas en otra ciudad."- No pudo evitar sonreír al verle.

-"Bueno ya me ves, he llegado antes de lo que pensaba."- Entró a su casa mientras ella le dejaba paso.-"Adelante."- Cerró la puerta detrás de él, él le abrazó la cintura por su espalda y intentó evadir el motivo por el que venía aquí.

-"Vaya, parece que alguien me ha echado de menos."- Shiho se giró y le besó mientras rodeaba su cuello con sus brazos. Él se separó de ella suavemente cuando ella iba a profundizar el beso.

-"¿Todo bien?" Él intentó sonreír despreocupado pero ella arqueó las cejas con la confusión.

-"Si, yo.."- Ella se separó de él al recordarse de algo y se dirigió a su habitación.

-"Espera un momento, tengo algo para ti."-

Se sentó en el sofá mientras la chica volvía. Apareció un par de minutos después con ambas manos tras su espalda y se acercó sigilosamente hacía el muchacho.

-"El otro día, cuando fui a comer con Akemi, pasamos al lado de una librería muy antigua."-

Sacó una de sus manos de su espalda, ofreciéndole un paquete.-"Encontré esto y me acordé de tí, espero que te guste, creo recordar que dijiste que no lo encontrabas por ningún sitio."-

Lo cogió y al desenvolverlo se percató de que se trataba de una de las primeras ediciones de su libro favorito. Ella acertaba con todos los gestos que le hacía. Mentiría si dijese que no sentía nada por ella. Pero no podía ser real.

-"Gracias, pero no me lo merezco."-

-"idiota, claro que si."- le acarició la mejilla y le besó la comisura de los labios.-"Por que cuando estoy contigo me desaparecen los miedos.."-

Él la acercó más a su cuerpo. ¿Qué debía hacer?

-"Shiho."-

Sin pensárselo más comenzó a besarla apasionadamente invitándola al sofá. No podía dejar de recorrer su piel mientras se desprendía de la ropa que le sobraba. Si esto iba a acabar iba a aprovechar cada momento que le quedaba con esa chica. Sus labios se notaban desesperados por encontrarse con los suyos y sus manos no dejaban de vagar por su cuerpo con miedo a que desaparezca al soltarlo.

Shiho finalizó el beso y apoyó su frente contra la suya.

-"¿Vas a decirme que te pasa?"- Su voz era suave pero firme.-"Te tiemblan las manos Kane."-

Sus ojos no se apartaban de los suyos, estaba intentando descifrar la preocupación del chico.

-"¿Ha pasado algo en la sede?"-Intentó empezar a descartar sus peores opciones.

-"No, ha sido un día tranquilo."-

Se quedó callada para no seguir presionándole, en cambio le dio un dulce beso en la frente y se levantó del sofá cogiendo la camisa de Kane que se había medio caído del sofá.

-"Voy a hacerte un té ¿vale?"-

Se puso la camisa por encima ya que su cuerpo sólo estaba cubierto por la lencería. Él empezó a recapacitar al captar que ella se iba distanciando.

-"Conozco otra cosa que también puede calmarme."- Su tono seductor hizo que ella se girase antes de entrar a la cocina.-"El amor puede con todo."- Acabó sonriendo.

-"¿Hablas de capacidad o de destrucción?"-

Dejó al chico pensativo ante tales palabras antes que el sonido de su teléfono lo devolvió a la realidad.

Ella continuó y sacó la tetera, la llenó de agua y la fuso al fuego. Preparó dos tazas y se dirigió a dejarlas al comedor cuando se percató que su chico había desaparecido.

Ojeó por la habitación y se percató que se escuchaba el leve sonido del agua correr. Debía estar al baño.

Dejó las tazas encima de la mesa junto al azúcar y cautelosamente empezó a dirigirse a la puerta del baño. Soltó un suspiro de alivio al escuchar ligeramente su voz a través de la puerta.

FicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora