¡PAM!
El juicio finalizó con el golpe de mazo del juez, que fue el primero en recoger sus cosas, levantarse e irse de la sala y aunque debía sentirse aliviada, notaba una presión en el pecho que no le dejaba respirar con normalidad.
Las miradas fijas en su espalda habían empezado a multiplicarse, los murmullos de la gente apenas eran audibles, pero no hacía falta escucharlos para saber de quien o que estaban hablando.
¿Por qué la habían indultado? No era inocente, ella había quitado todas esas vidas, aun que hubiese sido sin saberlo o por manos de otra persona. Ella era la creadora de venenos muy peligrosos para el uso del humano y eso era imperdonable.
Tsk...
Chasqueó los dientes y pensó en el mal trabajo que hacían los defensores de la justicia.
¿Por qué se sentía tan mal si ya era libre?
-"Se ha acabado Shiho."-
La pelirroja levantó la mirada y se percató de que la sala estaba prácticamente vacía. La mayoría de presentes ya estaban por los pasillos y aparte de ella y el chico que la esperaba sonriente, solo había un pequeño puñado de agentes hablando entre sí.
Dejó su mirada fija en él e intentó devolverle la sonrisa fallando en el intento.
Asintió finalmente como respuesta e inclinó la cabeza un poco hacía abajo. Él puso su brazo alrededor de su hombro y la apretó hacía él.
-"¿Salimos de aquí?"-
-"Por favor."-
Salieron discretamente de la sala, rodearon a los periodistas del pasillo para que no la molestasen y salieron del edificio uno al lado del otro. Kudo aún tenía el brazo encima de su hombro y la brisa fría que les golpeó en ese momento hizo que inconscientemente apretase más el agarre para mantener el calor de ambos.
Ella se sonrojó e intentó separarse un poco para volver a sentir un poco de control en si misma.
-"Tienes que dejar de actuar de esta manera."-
-"¿Actuar cómo?"-
Ella aceleró el paso adelantándolo para que no viese su cara ligeramente sonrojada. Él aceleró para no quedarse atrás y puso ambas manos en sus bolsillo.
-"¡Shiho, espera!"-
Se paró en seco sin mirar atrás al escuchar esa voz familiar y esos pasos ligeros que se acercaban a ella.
-"No te he visto salir, Te estaba buscando cómo loca."- Su hermana mayor la embistió por detrás abrazándola fuerte.-" Estoy muy feliz Shiho."-
La científica sonrió a su hermana como respuesta y le devolvió el abrazo con cariño, absorbiendo esa calidez que desprendía su hermana. No iba a negar que no sentía cierto alivio en su interior, pero ahí dentro habían más sentimientos desordenados que querían salir a flote.
La culpa, el resentimiento, el desaliento y la inseguridad pesaban encima de sus hombros.
-"¿Volvemos juntas y tomamos algo?"-
Akemi desprendía vitalidad con cada gesto que hacía, eran tan diferentes la una a la otra que cualquiera que les viese negaría su conexión. Se separó de su hermana y rebuscó entre su bolso hasta sacar las llaves de su coche.
-"En otro momento, ¿vale? Creo que voy a ir a dar una vuelta para despejarme antes de volver a casa."-
-"Oh..."-
Akemi la miro sorprendida pero enseguida cambió su expresión para volver a sonreírle.
-"Claro, aún así, ¿Nos vemos esta noche, no?"-
-"¿Esta noche?"-
Ahora era el turno de Shiho para sorprenderse, miró a su hermana con las cejas curvas antes de dirigirse a su coche.
-"¡Siii!"- A la morena empezaron a brillarle los ojos mientras hablaba con su hermana.-" Han organizado un evento como agradecimiento a todas las fuerzas de seguridad en el mirador de la torre Toranomon Hills."- Ajuntó las manos con entusiasmo.-"Es la más alta de Tokio y las vistas son preciosas."-
La rubiofresa se giró andando a su vehículo y levantó la mano haciendo un gesto despreocupado.
-"Me lo pensaré."-
-"Nos vemos esta noche, espero verte ahí."- Akemi le contestó a la espalda de Shiho.
Ella llegó a su coche a la par que Shinichi.
-"Miyano, un segundo."-
Resopló y abrió la puerta entrando en el asiento piloto sin mirarle.
-"Todo empieza ahora Shiho, espero verte esta noche."-
Ella le miró fijamente a los ojos unos segundos antes de arrancar el coche. Todo empezaba ahora. Tenía razón pero, ¿A que se refería? ¿A la libertad o al sufrimiento? Todo depende de como lo mires.
-"Se que no te gustan esas fiestas."- Se apoyó a su ventana bajada mientras que con la otra mano le apartaba un mechón detrás de las orejas.-"Puede ser una buena excusa para despejarse y ¿quien sabe? A lo mejor llegas a divertirte."-
Shiho se encendió un cigarro y puso el intermitente para salir.
-"Tienes razón, no me gustan ese tipo de fiestas."-
Él se apartó del coche y ella le contestó antes de salir del estacionamiento.
-"Tendrás que quedarte con la duda hasta esta noche."-
Salió y desapareció ante sus ojos, experta en dejarle con la incertidumbre.
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Ficción
Roman d'amourShinichi Kudo, prometido de Ran Mouri y miembro del FBI debe integrarse en la organización de los hombres de negro para derrotarlos. Para ello deberá conseguir la confianza de Shiho sobrepasando barreras que no debería. COMPLETA 71.947 palabras.